Las palabras de Charlie hicieron que Yahiko sintiera que tampoco sería bueno para él ser tan insípido todo el tiempo, por lo tanto dijo sin dudar: “Si realmente me piden que pida un deseo relacionado conmigo mismo, desearía que mis dos piernas volvieran otra vez. Desafortunadamente…”.

“De acuerdo”. Charlie extendió la mano para interrumpirlo y luego dijo con una sonrisa: “La lógica de pedir un deseo es que puedes decir lo que quieras, pero ya si tu deseo se hará realidad o no, no debería ser tu preocupación”.

Yahiko se sobresaltó un poco y sonrió de manera auto despreciativa antes de asentir y decir: “Tienes razón, Señor Wade. Si se puede realizar o no depende de Dios”.

Charlie agitó la mano y dijo con indiferencia: “Es posible que Dios ni siquiera pueda lidiar con este tipo de cosas”.

“Bueno…”. Yahiko no sabía si reír o llorar mientras pensaba para sí mismo: ‘Tú eres el que me pidió que pidiera un deseo, diciendo que no tenía que preocuparme de si mi deseo podía ser cumplido o no,