Por la mañana Jack sale de la cama con cuidado de no despertar a Luna, pide servicio al cuarto, se mete a la ducha. Para cuando sale, su mujer está sentada en la cama mirando un punto invisible en el blanco edredón, él se acerca a ella y se sienta a su lado mientras se seca el cabello.—¿Estás bien, mi amor? —ella asiente con una sonrisa débil y Jack la abraza—. Mentirosa. Pedí el desayuno, debería estar por llegar, ¿vas a ducharte ahora o luego?—Mejor ahora —sale de la cama y Jack no duda en volver a meterse con ella para ayudarla.Tras vestirse sin mucha prisa, reciben el desayuno y se sientan a comer en silencio. Jack de vez en cuando le contesta algunos mensajes a Anish, quien se ha quedado a cargo de la empresa mientras Jack permanece lejos.Al terminar de comer, los dos terminan de alistarse y salen con rumbo al hospital. Al llegar, se encuentran a Elyan con la misma ropa de la noche anterior, aunque con la pajarita colgando y dos botones abiertos, el cabello desordenado y prof
Con la muerte de Percival las cosas se habían vuelto mucho más ligeras y ese miedo de Elyan porque descubriera que había regresado a la vida de sus hijas se disipó.Aunque lloró a su padre muchísimo, al día siguiente comenzó a tomar control de absolutamente todo, pero dejó en libertad de acción a Luna y Beverly, quienes no dudaron en regresar a Seattle.Luego de un día bastante intenso, en donde tuvieron que arreglar algunas cosas que quedaron pendientes y otros imprevistos que se dieron porque ellas no estaban allí, Luna llega a casa y sólo quiere meterse a la cama para dormir mucho.Jack no pasó por ella porque también debe ponerse al día con los asuntos que salieron mientras la acompañaba en sus asuntos. Se va a la cocina con el táper con comida que se ha traído del restaurante, porque sabe que sería tonto llegar a cocinar luego de pasarse el día así.Lo mete en el microondas, coloca platos y cubiertos y se queda mirando el jardín unos minutos. Cuando el aparato termina de hacer lo
En cuanto Jack abre los ojos, salta de la cama y comienza a dar saltitos de alegría por toda la habitación. Luna abre los ojos con pereza quejándose por el escándalo que está haciendo su hombre, pero al verlo saltar como si fuera un niño en navidad para abrir los regalos, sólo le queda sonreír.—¡Es hoy, es hoy! —grita emocionado y a Luna se le hace tan parecido a una película infantil.—Sí, mi amor es hoy, al fin sabremos qué será este bebé tan revoltoso.—Y espero que, a partir de hoy, señora Gosling, comience a controlarse más su embarazo, ha sido muy descuidada —le dice ayudándola a salir de la cama para ir a la ducha.—He seguido todas las recomendaciones que el doctor me dio en Francia, allá me controlé el embarazo todos los meses, así que puedes estar tranquilo.Jack sólo le dedica una mirada de reproche, pero ella sólo rueda los ojos y se va al baño con una caminata un tanto tambaleante, porque ya el vientre le pesa.Por supuesto que él no pierde la oportunidad y se va tras su
Luna se mira al espejo y sonríe al verse tan hermosa, a pesar de que tiene un enorme vientre, el vestido le queda precioso, el peinado se ve elegante y su maquillaje suave hace que sus ojos color ámbar resalten.Jack se acerca a ella y la abraza por detrás, apoya su mentón en su hombro y juntos sonríen felices. Realmente es un día bastante importante para los dos, como antesala de lo que en un tiempo más seguro va a ocurrir.—Te ves realmente hermosa, esposa mía.—¿En serio soy tu esposa? Porque por más que me veo las manos, no encuentro el anillo —Jack se ríe, ese lenguaje mordaz que Luna cada vez suelta más sin cohibirse le fascina.—Bueno, un día de estos lo verás y no te darás ni cuenta de cómo llegó allí.—Pues yo te recomiendo que es mejor que yo sí me dé cuenta de cómo llegará ese anillo a mi mano porque no querrás que te lo saquen en cara toda la vida.Luna se gira para enfrentarse a la mirada poderosa de Jack y sonríe al ver que siguen siendo sus ojos enamorados que siempre l
Tras la boda de Zeus y Beverly, como estos se han ido de luna de miel, a Luna le ha tocado hacerse cargo del restaurante, aunque en un horario más acotado para no estresarse tanto porque Beverly representa la mitad de la fuerza en aquella cocina.—¡Vamos chicos, nos queda la última hora! —dice con una enorme sonrisa y todos la imitan.La verdad es que los comensales casi se pelean los puestos, pero sigue siendo abierto. Aunque Zeus le propuso usar el sistema de reservas, ella le dijo que no, porque quería que siguiera siendo espontáneo.Para cuando sirven el último plato, se deja caer en una silla que los chicos le han dejado allí para que descanse los pies cada media hora, se quita los zapatos y cierra los ojos mientras acaricia su vientre.—Alguien está descansando bastante bien, al parecer —le susurra Jack al oído y ella sonríe, buscando sus labios—. ¿Ya estás lista?—Esperemos a que terminen de limpiar, nos queda al menos una hora, te invito a mi oficina, que más parece guardería
En pocos segundos, los mismos paramédicos que están en el lugar, reaccionan y corren para atender a Luna. Acercan una camilla, la suben en ella y Jack no se da cuenta que en dos minutos desde que ella se desmayó, ya están sobre una ambulancia para llevarla a un hospital.—Dígame, por favor, ¿qué es lo que tiene mi mujer?—La señora tiene la tensión un poco baja. Debemos llevarla al hospital lo antes posible para que le hagan pruebas y así podamos descartar alguna situación de riesgo.Jack asiente y se queda en silencio sosteniendo una mano de Luna quién no ha logrado despertar. Cuando llegan al centro médico, Luna reacciona y él se acerca a ella para que vea que no está sola.—¿Dónde estoy? —pregunta, cuando el ceño fruncido y Jack le responde de inmediato.—En el hospital, mi amor, te desmayaste mientras estábamos hablando con el oficial.—No recuerdo mucho…—Señor, debe esperar aquí a que revisen a la señora. Cuando ya sepamos que es lo que pueda tener, un doctor saldrá para darle l
Tras aquella propuesta aceptada, los dos cenaron tranquilos y luego Jack se llevó a Luna a un paseo por el lago, en donde las familias de los dos estaban esperando para celebrar.El amor que ambos se tienen ha logrado traspasar muchas barreras y no se puede dejar de celebrar, especialmente por Jack, quien siente un alivio en su vida.Pero no todo es perfecto ni color de rosa.Jack está en casa trabajando, modalidad que ha adoptado para estar con Luna, mientras que Anish y Jason se hacen cargo de la empresa presencialmente, solucionando todos los problemas que surgieron por causa del atentado que sufrió la fábrica.—Yo creo que deberíamos ir de luna de miel a Hawái —le dice Jack algo distraído, ella se acerca a él y mira la pantalla de su laptop, para luego dedicarle una mirada acusatoria—. ¡¿Qué?! ¿Por qué me miras así, mujer?—Porque se supone que deberías estar trabajando, ¿o me equivoco?—Ya terminé mi trabajo, bella dama, ahora estoy en mi descanso y estoy planeando nuestra boda.
Vivir con los Rochester es bastante sencillo para Jack, si ignora el hecho de que son demasiado cariñosos, no sólo con Luna, sino que también con él. Y si ambos ya tenían algunas cosas compradas para la bebé, ellos ya tenían de todo, incluso cosas que no iban a necesitar hasta para cuando caminara.—Beverly, son terribles, ¡exageran todo! —le dice en un susurro mientras están solas en el jardín.—¡Jajajaja! Y eso que no has ido a ver nuestra casa, Zeus lloró desconsolado porque le quitaron la oportunidad de ir él mismo a comprarle las cosas a nuestro Apolo.—¡Exageran todo! —repite Luna y una voz amable les pregunta.—¿Quiénes exageran todo? —Bernadette llega con ellas y se sienta en medio de las hermanas—. Supongo que no están hablando de mis hijos, que están fascinados con sus sobrinos.—Nooooo…—¡Síiii! —responde Luna y Beverly al mismo tiempo, Luna se lleva la mano a la cara porque su hermana la ha delatado y Bernadette se ríe.—Chicas, ellos son entrometidos, controladores, perfe