Amaia Domínguez GarcíaPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoEl evento dio inicio y yo, estaba pendiente del celular para cuando llegara el mensaje de mi Axel, que me fuera de ahí, pero antes que eso pasara, la estúpida de su esposa bajó con un traje de baño que apenas le tapaba lo necesario, provocando la burla de muchos de los asistentes, pues todos llevábamos ropa, no era una fiesta de verano en traje de baño.–Hola a todos, Axel mi amor, ven a ayudarme – Dijo ella sínicamente – Necesito que me ayudes, pues tengo enyesado el brazo, producto de la intensa noche de anoche, fuiste demasiado brusco.Muchos de los asistentes, comenzaron a reírse ante lo dicho por ella. A mí en cambio, me dio coraje. La güera lo notó y apretó mi mano, para que me calmara, esa vieja era una mentirosa. Axel había pasado la noche de anoche conmigo y no con ella y por muy enyesada que estuviera, tenía el suficiente veneno en su ser, para pasearse ahí con poca o casi nada de ropa.–Ven siéntate – Axel la ayudó, má
Axel Vega LazcanoPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoAmaia y yo, estábamos haciendo el amor con locura, con pasión, con amor, pero la voz de Bin Laden, nos sacó por completo del momento y eso no era lo peor, menos mal que, al menos había alcanzado a llevar a Amaia al cielo. Lo peor era que de no haber pensado yo, en ponernos encima la otra manta hubiera visto a Amaia completamente desnuda, me salí de ella con cuidado de no lastimarla y la cubrí bien para ver a Bin Laden.–Ya ni la friegan Axel – Se quejó Bin Laden – Los están buscando todo el mundo, a ti te está buscando Cecilia y a Amaia, Ale y Mauricio. Deben volver allá cuanto antes.–Bin Laden, gracias por buscarnos, aunque, has sido demasiado inoportuno – Me quejé – Pero está bien, ya vamos ¿Nos das un momento?–Pensaba que, Amaia debería volver conmigo para no despertar sospechas – Propuso – Las cosas con Cecilia están peor que nunca, Axel.–Lo sé, pero no pensarás que volvamos así desnudos – Le hice ver – Danos un momento, para v
Axel Vega LazcanoPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoLa solté y ella se puso histérica, comenzó a aventar cosas del lugar, hasta los vasos, los platos y cosas del evento. Que coraje y que vergüenza sentí en ese momento y no contenta con eso, se fue de nuevo a gritarle a Amaia.–Mira, niñita, te haces la santa, pero eres tan zorra como la güera y tan puta como tu hermana, Alejandra – Le escupió en la cara – Te odio y las voy a matar a las tres.–Con mi hermana no te metas pendeja – Ale agarró de los cabellos a Cecilia – Que ella, no tiene nada que ver con tu marido. Ni yo tampoco, aquí la única con quién Axel debe estar acostándose es con la güera.Ale, se estaba defendiendo como podía y como no le caía bien la güera, la habia incriminado a ella, pues no iba a decir que su hermana, Amaia, se acostaba conmigo.–A mí tampoco me metan en sus problemas – Se defendió la güera – Yo no ando con Axel, todos saben que solo somos amigos.Cecilia, quiso pegarle de nuevo a Amaia, algo dentro de ella
Amaia Domínguez GarcíaPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoDespués de todo lo feo que había pasado en el área de la alberca, me latía el corazón a mil por hora. Comencé a sentirme mareada y mal. La güera me tomó de un brazo y Luis Miguel, del otro brazo y subimos a nuestra suite. La cabeza me daba vueltas y mi corazón estaba muy alterado, de pensar que mi papá, estuviera regañando muy feo a Axel. No quería que se enojara con él, esto no era culpa de Axel, era solo culpa de la loca de Cecilia.–Amaia, ven te ayudaré a recostarte – Me dijo Luis Miguel – Esa mujer, está loca, pero de remate.Cecilia, era una mujer muy perversa, era mala en todo el sentido de la palabra, y su agresión hacia nosotras tres, podía repercutir en la sociedad que Axel, tenía con mi padre, porque lo iba a perjudicar, si mi papá ponía una contrademanda en contra de Cecilia.–Está demente, es lo que ésta – Declaró la güera – Ahora cree que Axel, se acuesta con las tres ¿Qué le pasa?En que cabeza tan más enferma podí
Amaia Domínguez GarcíaPuerto Vallarta, Jalisco, México–Te amo Axel, ¿Estás bien mi amor? – Le pregunté temblando en sus brazos – Dime, ¿Qué pasó con mi papá?–Toma el té, por favor preciosa – Axel me abrazaba – Necesito que estés tranquila, por eso vine a verte. Quiero pasar la noche contigo.–Yo también contigo, quiero estar contigo todo el tiempo – Le confesé – Axel, estoy enamorada de ti, te amo como nunca a nadie he amado.–Yo también, te amo de la misma forma Amaia – Axel me daba el té con la cuchara – Por eso quiero, que estés bien, que estés tranquila y feliz.–Claro que sí, mi amor, así lo estoy. Así me haces sentirme cuando estoy contigo, ¿Me dirás lo que pasó con mi papá?–Sí preciosa – Axel se arrodilló en el piso y me quitó la taza para mirarnos a los ojos – Le confesé a tu padre, que hay otra mujer, que ocupa mi corazón.Lo dicho por Axel, hizo que un sudor frío recorriera todo mi cuerpo, en fracciones de segundos. No podía creer lo que estaba escuchando, ¿Acaso Axel se
Axel Vega LazcanoPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoEra el último día del curso y esa noche sería la clausura. Al despertar y ver a mi hermosa Amaia durmiendo en mis brazos, lo que menos pasaba por mi mente era el querer moverme, el querer despertarla porque quería que ella siguiera descansando. La güera entró sin permiso a la recámara de Amaia y me llevó un café bien cargado. Ella siempre ha sido la persona que más me conoce en esta vida.–Hola amigo – Saludó la güera – Te he traído este delicioso café, algo me decía que ya estabas despierto – La güera, miró a Amaia que todavía estaba en mis brazos. – Ella estaba muy cansada.–Hola güera, te lo agradezco mucho – Le di las gracias – Me conoces mejor de lo que me conozco yo, ya sabías que yo estaba despierto, y sí Amaia, no se ha movido para nada.–Sí, no eres de levantarte tarde nunca porque eso, es perder todo el día. Pero ahora, siento que, no quieres moverte para no despertarla. Nunca pensé en toda mi vida desde que te conozco, vert
Axel Vega LazcanoPuerto Vallarta, Jalisco, México–Gracias, mi amor – Me decía apenas con una vocecita – Pero me ha dado, mucho sueñito.Como todas las veces que lo hacíamos, ella se quedaba dormida por un rato, hasta que yo estaba dispuesto otra vez y la despertaba para volverla a hacer mía, pero esta vez, me iba a ser imposible, el deber me llamaba.–Duérmete mi amor – Le decía acariciando su cabello precioso – Yo no me puedo dormir ahora contigo. Pero quisiera que descanses, no puedo faltar, es el último día del curso.–Sí mi amor, lo entiendo, pero ¿Me arrullas antes de que te vayas, por favor?–Sí a lo que quieras, cariño. Te amo, Amaia.Acaricié su cabello por varios minutos y sentí como se soltó, sacando un suspiro de entre sus labios, al levantarme un poco me di cuenta que se había quedado dormida y entonces lamenté, el no pedirle que me acompañara esta noche en la clausura del curso.Pero, le dejaría dicho con la güera, ya que me había desecho de Cecilia, quisiera esta noche
Amaia Domínguez GarcíaPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoAl medio día de ese día, yo me desperté. Axel ya no estaba a mi lado, me vestí con algo y salí de la recámara, la güera y Luis Miguel, me habían dejado un recado para que fuera a buscarlos a la playa y eso hice, pues no quería estar ahí en la suite yo sola. Llegué a la playa y era demasiada gente, no los veía por ningún lado, hasta que sentí que alguien me tomó de la mano.–Amaia, tú parece que estás sorda mujer – Se quejó la güera – Te estoy hable y hable y no contestas.No me había dado cuenta de que me estuviera llamando, por eso era que no me gustaba estar entre tanta gente, pues me aturdían demasiado.–Bueno güera, ya aquí estamos. Los estaba buscando, vi su nota en la suite que habían venido a la playa ¿Viste a mi Axel irse?Por haberme dormido me perdí la despedida de mi amor, pero la verdad era que no aguantaba el sueño, después de que nos amamos hoy temprano.–Sí, vi a tú Axel cuando se fue y está noche tenemos fiesta –