Amaia Domínguez GarcíaPuebla, México–Amaia, mejor no vayamos a cenar – Axel me dijo poniéndome nerviosa – Ahora mismo, se me antoja hacer otra cosa contigo.Ya éramos dos los que queríamos eso, si había llegado Cris, que él y la güera estuvieran ahora haciendo lo mismo que nosotros íbamos a hacer, para que estuviéramos todos despejados del estrés que se había acumulado desde la mañana.–Hagamos lo que quieras, Axel. Yo tampoco quiero ir a cenar, sin antes haber sido tuya.–Sí, preciosa.Axel me besó tiernamente y me hizo ver el cielo, mientras que yo me desesperaba mientras nos frotábamos uno contra el otro aún con la ropa puesta, eso me desesperaba y me hacía sentir maravillas. Axel me separó un poco más las piernas con delicadeza y empezó a acariciar por fuera de mi humedad, eso se sentía demasiado bien y yo sentía que me volvía loca porque él me hiciera, lo que yo tanto estaba deseando que me hiciera.–Hazme el amor, Axel por favor – Le pedí con desesperación – Te amo, te necesit
Axel Vega LazcanoPueble, MéxicoEsa noche nos hallábamos ya muy cerca del hotel, después de salir a caminar, pero Cris y la güera eran de carrera larga y querían ir a un antro, algo que a Amaia y a mí no nos gustaba y mejor les sugerimos para estar integrados todos, que se comprara una botella de vino y botana y la tomáramos en la habitación de Amaia y mía, lo hice con el fin que ella pudiera descansar, la veía demasiado cansada todavía.–Axel, esta no es la forma correcta de venir a unas vacaciones, por favor, hay que salir de la rutina – Me dijo la güera – Por eso queríamos ir al antro, pero está bien. Por estar todos juntos, tomaremos aquí.La güera sabía que ni Amaia, ni yo éramos de estar tanto tiempo en un antro, por lo menos yo no me iba a aguantar toda la noche entre tanta gente y tanto ruido y aparte Amaia no había descansado lo suficiente como para salir esta noche, por lo menos les estaba ofreciendo una noche de celebración pero solo los 4.–Lo siento mucho, güera, todo es
Axel Vega LazcanoPuebla, México–Cris, disculpa a mi amigo que cuando está con su novia, hace de cuenta que están solos – La güera me evidenció – Es que cuando sepas la historia de ellos, te irás para atrás. Amaia es la hija menor del socio de Axel.La güera, como siempre, estaba cometiendo indiscreciones y eso no me gustaba. Por eso todo este asunto de salir en parejas, no había sido de mi agrado, pero ahora no se le podía hacer nada. Ya la güera la había regado, la fulminé con la mirada y le hice la señal, que saliéramos de la habitación. Yo no le iba a permitir que siguiera aflojando la lengua de cosas que ponían en peligro a Amaia y también a mí, me podían meter en problemas.–Cris, te dejo un poco con mi amiga Amaia – Dijo la güera – Yo tengo que hablar con Axel en privado, pero ustedes sigan tomando y platiquen.La güera había cometido una indiscreción y bien que lo sabía, a mí no me importaba si Cris era su novio, pero yo apenas lo estaba conociendo, no podía ella estar divulg
Amaia Domínguez GarcíaPuebla, MéxicoLas cosas habían llegado demasiado lejos, llenándome de miedo. Me sentía nerviosa y muy preocupada por la situación por la que estaba pasando. No supe ni en qué momento fue que me desmayé y apenas reaccioné, le conté a Axel todo lo que me había dicho la loca de su mujer, aunque no estaba tan loca como pensaba, todo lo contrario, estaba muy cuerda para afirmar que yo tenía algo que ver con Axel.–Amaia, sabes lo mucho que yo te amo y que no pienso permitir que la loca de Cecilia haga algo en tu contra – Me aseguró Axel – Ella no tiene pruebas y sé que te amenazó solo por hacerlo.Pero las puede conseguir y hasta fabricar, sería una pesadilla para los dos, si en verdad ella tenía esas pruebas que decía tener, Cecilia era una muy mala persona, no tenía compasión de nadie, y yo no sería la excepción, ella había hablado muy segura todo lo que me había dicho y pues era lo que estaba sucediendo.–No mi amor, yo sé que no es así – Rebatí – Ella, está muy
Amaia Domínguez GarcíaLeón, Guanajuato, MéxicoAhora no me podría dormir a gusto de solo pensar en todos los problemas en los que nos encontramos incluyéndola a ella, le tenía que decir lo de Cecilia a la güera, la tenía que poner al tanto de lo que nos iba a esperar en León.–Güera, Amaia tiene algo que hablar contigo. Cris y yo, estaremos afuera un momento, para que lo puedan hacer – Dijo Axel – Ahorita volvemos.Me dio un beso de despedida, le agradecía el que nos hubiera dejado solas, esto era una cuestión que nos preocupaba a los tres, Cris por el momento no tiene nada que ver, porque Cecilia en ningún momento lo nombró, solo que la güera estaba con nosotros y que entre las dos nos compartíamos a Axel.–Sí, Axel.La güera me miraba muy desconcertada, ella seguramente no entendía el motivo para que Axel y Cris se salieran de la habitación y nos dejaran hablar solas y yo tampoco entendía ese motivo, pero no quise contradecir a Axel. Yo no tenía inconvenientes en que Cris escuchara
Axel Vega LazcanoPuebla, MéxicoAmanecimos en el lujoso hotel del Puebla y yo desperté primero que Amaia. Ella se veía preciosa, acostada en mi pecho y amaba verla así durmiendo tranquilamente sin que nadie pudiera importunar su sueño. Mientras veía dormir con mucha calma a mi mujer, aunque intentaba ser positivo, algo me daba vueltas en la cabeza y eso era que Cecilia, estaba loca y que tenía que parar lo que sea que ella tramara, no iba a poner en riesgo a mi hermosa mujer.–Axel, mi amor ¿Ya es de día? – Mi hermosa Amaia abrió sus hermosos ojos – Siento haber despertado hasta ahora.Me dijo mi preciosa Amaia, despertando de su tranquilo sueño, no había querido despertarla, pero ya que lo estaba sería mejor que ya nos arregláramos para poder esperar a los chicos para ir a desayunar, o no sé si querían ir a desayunar a otro lugar, lo que decidiera mi mujer eso haríamos.–Hola, cariño, te amo – La besé tiernamente – Que bueno que hayas descansado, ¿Cómo te sientes, preciosa?Yo sé qu
Axel Vega LazcanoPuebla, MéxicoPor qué no dejaban de preocuparse por esa mujer, nos estaba quitando la tranquilidad, nos estaba robando energía. Le estábamos dando la importancia que no merecía, Cecilia se debía quedar allá en León, revolcándose en su miseria, no aquí con nosotros amargándonos la vida.–No güera, tienes que calmarte y no quiero que te estés poniendo así, menos porque Cris se puede despertar o también Amaia y no quiero que ella se altere. Por favor, güera. Yo te prometo que veré que puedo hacer.Tendría que tomar cartas en el asunto en cuanto pusiera un pie en León, ya esto se estaba convirtiendo en un miedo colectivo, esto ya se estaba volviendo insostenible, ya definitivamente esto tenía que parar, la güera en vez de tomar las cosas con calma, estaba revolviendo todo con su ansiedad.–Cómo lo has visto todo este tiempo, es que has vivido muy irresponsablemente Axel. No has arreglado nada de lo del divorcio y ahora eso, nos meterá en problemas, por tu falta de organ
Amaia Domínguez GarcíaZacatlán de las Manzanas, Puebla, MéxicoNuestro primer día en Zacatlán lo usamos para instalarnos y para recorrer un poco del centro y después por la noche, Axel decidió por ponerse a cocinar en el asador una parrillada y yo, solamente lo observaba cocinar, ya que yo no sé hacerlo, pero verlo a él hacerlo era fascinante para mí, se veía hermoso con su delantal.–Amaia, te amo y me siento feliz de estar aquí contigo, preciosa – Axel, me dio un beso tierno – Aunque no sepas cocinar, cariño.Una de las pocas cosas que no sabía hacer, pues las veces que lo había intentado, había sido un fracaso rotundo, todo se me quema y hasta a punto de cometer incendios por eso, y ya mejor no le seguía intentando, era un peligro en la cocina, por eso solo me gustaba observar.–Eso no se me da mi amor, pero lo que sí se me da es amarte mucho y querer estar siempre a tu lado – Confesé – Te iré trayendo los platos para que pongas la carne.Vi que ya le faltaba muy poco a la carne q