uuuuff por suerte solo esta fracturado... ahora si el proximo epilogo se revela lo demas
Hassam. Todos alegaban que no necesitaba saber de nada más que no fuera mejorar mi salud. Podía entender que no me quisieran decir nada de Elena, porque para ellos este era el mejor momento para lograr su cometido; separarme de ella, pero había más personas involucradas ese catastrófico día; parte del equipo de seguridad estaban esperando fuera de la casa de Elena. Tampoco sabía que había sido de ellos debido al hermetismo. Una noche que llegó a visitarme, por fin se había apiadado de mí, luego de preguntar miles de veces. – ¿Como te sientes hermano? Preguntó al llegar. – Como un preso, quiero mi laptop, necesito trabajar, saber del mundo. – exclame frustrado. – El mundo sigue igual y tú necesitas recuperarte completamente. Hablé con Ahmad. – dijo sentándose en el sofá de piel color negro. Esa noticia hizo que despertara mi interés, quería pararme, pero ahí estaba con el yeso en el torso. Necesitaba saber si hizo lo que le pedí y ayudo a Elena, Ahmad
Hassam. Mi pierna se movía incontrolablemente, Sí, estaba nervioso, no estaba muy seguro de como mi moon me iba a recibir, solo repasaba en mi mente una y otra vez nuestra última conversación en la que me pedía que la dejara. – Calma hombre vas hacer temblar el avión de tanto que te mueves – bromeó Khalid. – ¿Y si no me quiere ver? – De que le gustará verte no me cabe la menor duda, Elena estaba devastada sin saber si estabas vivo o no, así que será un alivio para ella verte bien, si lo fue para mí estoy seguro que para ella también. Esta vez nos echaste un buen susto. Respiré profundo, no solo quería que se alegrará de saber que estoy vivo, quiero que me acepte de vuelta a su vida. – Ya sé que es lo que te preocupa, pero, ahí si no te puedo ayudar Hassam tú eres mi hermano, ¿lo sabes verdad? – lo miré expectante cuando me recordaba que me quería como un hermano lo siguiente que diría no me iba a gustar. – Hasta yo le insistí a Elena que se mudará del
Elena Desperté en mi choza con los primeros rayos del sol, me estiré sintiendo mi cuerpo extasiado y cansado, cuando me giré sobre mi cama para ver al causante de mi alegría, la cama estaba vacía, por un pequeño instante dudé, ¿sería que lo soñé? Me pregunté. No, definitivamente no había soñado él había regresado, había estado dentro de mí por el resto del día de ayer, imágenes de nosotros dentro del rio mientras succionaba mi pecho y me hacía suya vinieron a mi mente, y pasaron como en una película todos los lugares que ocupamos en la selva, mi espalda pegada en una inmensa roca fría mientras una de mis piernas se posaba en el hombro de Hassam y el saboreaba mi centro de placer. Mis manos aruñadas por aquel árbol mientras me aferraba fuerte al sentir la oleada de placer cuando mi amado inundaba mi cuerpo haciéndolo sonar con cada embestida. Y por supuesto, la mayor prueba de que si había estado con él, la tenía en mi mano izquierda, un hermoso anillo con una esmeralda b
Hassam. Mi amada moon me dejo sufriendo por dos días con su indecisión, finalmente volvimos a la casa de sus padres y me dispuse a pedir formalmente su mano en una cena organizada por la señora Adela. – Es muy de caballeros tu gesto muchacho, pero como veras mi hija es mayorcita ya tuvo una familia así que es ella quien debe aceptarte, yo solo te pido que seas capaz de protegerlos, porque no te vas a casar solo con Elena, también deberás respetar y amar a mis nietos, porque si alguno de ellos vuelve a tener si quiera un rasguño por tu culpa, conocerás mi lado Febres. Esas fueron las palabras del padre de Elena, ya habíamos tenido conversación similar cuando lo conocí, así que me esperaba algo como eso, por su puesto eso lo hablamos antes de la cena, porque ahí estaban Esteban y Paula, a quienes me alegré de verlos y sobre todo de ver su reacción de alegría al verme junto a su madre. La pequeña literalmente soltó la mano del papá y corrió a mis brazos, gesto que hizo
Hassam El mismo día que renuncié quise ir a hablar con mis padres, pero mentiría si digo que no me dolieron las palabras de mi tío, y más dejar el trabajo por el que tanto me preparé y esforcé, contra mi voluntad se me salieron unas lagrimas al estar en mi auto, ni porque había tomado mi porche carrera el cual me elevaba el ánimo me ayudo. Por lo que decidí irme a casa donde sabía que encontraría paz, al llegar me fui a la piscina donde me informaron estaban todos; los niños estaban dentro jugando con Luz y Khalid y mi hermosa moom estaba acostada tomando el sol en un bikini que me provocó quitárselo o rasgárselo para que nadie más la viera así de sexi. Aun cuando ambos teníamos lentes oscuros, Elena apenas me vio caminar hacia ella se levantó y se acercó a mí. – Vamos adentro – me pidió mientras tomaba mi mano y se ponía en cuclillas para darme un beso, que fue como un bálsamo para mí. – Ahora volvemos – informó – pórtense bien. Yo saludé brevemente y nos fui
Hassam Al día siguiente me tocaba la prueba más grande, ir a casa de mis padres. Así que como al mal paso darle rápido luego del desayuno deje a Elena y los niños jugando en la playa privada con la promesa de vernos en el museo nacional dentro para mediodía. Conociendo a mi padre no iba a alargar mucho esa conversación, lo que no me espere fue que fuera tan corta. Apenas pase al castillo mi madre como siempre estaba en la puerta esperándome. – Madre. – Oh mi niño, gracias a Alah que volviese, Hassam te he extrañado mucho – me abrazaba fuerte y sus lágrimas mojaban mi disdasha blanca. – Está bien mamá, estoy bien– la separe de mi para limpiar sus mejillas – las mujeres guapas como tú no lloran. – No seas adulador en este momento, tu padre está furioso, tu tío llamó diciendo que renunciaste a tu cargo. – Ya veo que no me dejaron dar la primicia – dije pasando finalmente a la sala de estar. – Van a llamar a un consejo para designar a tu sustitu
Dos meses después Elena. – Quien lo diría mi hermana se casa con un jeque, pero no será jequesa, ni lady. Entró a mi habitación diciendo Luz a tono de broma, pero la miré mal, no estaba para bromas, me encontraba nerviosa, vestida con un vestido color champagne largo con falda de seda semi ajustado a mi cuerpo y toda la parte de la cintura hasta el escote en forma de corazón en transparencias con pedrería, ella se rio y ayudo a mi madre a colocarme la capa que iba solo desde mis hombros. – Luz, este no es momento de bromas, es un momento especial. – la reprendió mi madre. – Ay ya dejen la seriedad, es broma, pero ustedes saben que es en serio. – ¿Sabes que tu suegra está aquí? – Si llegó a mediodía. – Siéntete afortunada la mía aun ni la conozco. – La verdad me sorprendió que viniera, después de como el papá e Hassam lo echó de su casa. – dije con sinceridad. Aún no había visto a la madre de Hassam, no se me hubiera ocurrido pensar que ven
Hassam. – ¿Qué estas qué? – la había escuchado perfectamente, pero aun en mi mente no cabía la idea, ¿iba a ser papá? Elena respiró profundo y se sentó a la orilla de la cama, luego levantó la cara para mirarme fijamente con aquellos ojos dátiles que hoy deberían demostrar felicidad y solo miro en ellos miedo. – Embarazada Hassam, tengo un embarazo gemelar de nueve semanas. – ¿Estás segura? Me consta que has tenido tu periodo. Elena no respondió, en vez de eso me extendió la mano para entregarme una fotografía. Era como una esfera negra con dos formas blancas en ella, una un poco mas grande que la otra, no entendí, pero mis ojos se llenaron de lágrimas. – ¿Cuándo te enteraste? – ¿Hace dos días, y hasta hoy me lo dices? – mi grito hizo que Elena se sobresaltara. Pasé mis manos por mi cabello, me mecí la cara con exasperación y empecé a caminar de un lado a otro. – ¿Por qué Elena, por qué esperaste hasta hoy para decírmelo? ¿Por qué no me cont