Testamento

Buenas noches- su celular había sonado, al ver el número lo reconoció de inmediato era el abogado de don Alexandro, cuántas veces lo había marcado cuando don Alexandro quería arreglar un contrato- dígame señor Ripoll

-Señorita Vidal buenas noches, perdón la hora pero necesito algo- Natalia le extraño ¿como era posible que ella pudiera ayudarla?

-Dígame señor- la verdad tenía curiosidad por su llamada

-Señorita Vidal mañana tiene que estar en la casa de don Alexandro De La Rosa a las once de la mañana- ella no entendía porque comenzó a sudar de la manos temía que fuera algo más, que Álvaro se hubiera atrevido a despedirla, necesitaba saber para buscar la manera de quedarse ahí

-Señor Ripoll para que tengo que ir, ¿si se puede saber?- el abogado tenía la orden expresa de no decir nada hasta la lectura del testamento, así le había dicho Alexandro

-Mañana lo sabrá señorita sea puntual por favor- el abogado colgó no dejando que Natalia preguntará algo más, soltó una lágrima como los anteriores que no había podido dejar de llorar cada vez que recordaba a Don Alexandro. Se quedó pensando para que era necesario su presencia, dando vueltas temía que fuera una sola cosa, sin poder evitarlo recordó la primera vez que don Alexandro tocó el tema del matrimonio entre su hijo y ella…

****

Meses antes

-Natalia como te ves dentro de cinco años- ha Natalia le había parecido extraña la pregunta, pero comenzó a pensar, se veía sola, trabajando en la empresa ya siendo diseñadora automotriz

-Pues señor me veo aquí trabajando como diseñadora- era su único sueño por cumplir, si el tiempo o alguien del pasado llegará a descubrirla, todo terminaría

-Y una familia, ¿no te ves casada?- Natalia miro la sonrisa en el rostro de su jefe, ella nunca tenía planes de casarse, eso no era para ella

-No, no me veo casada señor, ¿Por qué me lo pregunta?- se había puesto tensa por la pregunta, ya quería salir huyendo

-Por que me gustaría que tu y mi hijo se casaran,- levantó la mano- se que no debo meterme pero creo que ustedes dos serían una pareja excelente, no solo en el trabajo si no también en la vida juntos, solo necesitan conocerse y ver en qué sin afines ya con el tiempo llegará el amor- Natalia elevó los ojos al cielo eso nunca pasaría- falta poco para que regrese Álvaro 

-Señor disculpe, pero de verdad entre su hijo y yo nunca va ver algo, el no me gusta y no creo que a su hijo le guste que le impongan una pareja, me siento alagada por qué pensó en mi pero desde ahorita le digo que ese matrimonio nunca se va dar- se levantó se sentía mal, pero tenía que quedar claro que ella no podía soñar con algo que nunca iba a pasar. Aún cuando ella veía Álvaro como el hombre más guapo del mundo, pero no podía flaquear y dejarse llevar por sus sentimientos.

****

-¿Quien te llamo?- Vanesa venía con un sándwich de la cocina, Natalia veía el teléfono, para que tenía que ir si ella no tenía nada que ver con ellos, 

-El abogado del señor De La Rosa- Vanesa se sentó frente al televisor

 

-¿Para que?- dijo con extrañeza viendo a su amiga, que estaba igual, temía eso y esperaba no se hiciera realidad

-No lo sé, tal vez no valla- dejo el teléfono, su corazón estaba latiendo fuerte, se llenó de angustia, eran tantos pensamientos, que esperaba que el más recurrente no fuera posible, 

-¿Y porque?- tomo la mitad para morderlo viendo a su amiga que estaba pálida- tal vez te dejo algo don Alexandro- si tal vez algo que ella no quería, lo conocía bien a don Alexandro que no descartaba esa idea- te ves pálida que piensas que te van a correr..

-No creo, y tampoco creo que me dejen algo ¿a mi porque?, al final no somos nada- camino tratando disimular su nerviosismo- por eso mejor no voy

-Yo que tú iría, nada pierdes con ir y saber para que te quieren- Vanesa tenía razón- que tal que sea solo para que seas testigo o algo- levantó los hombros con indiferencia- ve, no los dejes plantados

-Lo pensaré buenas noches Vane- Natalia se fue a dormir aunque solo se acostó no podía dormir pensando, la verdad no quería ir, pero recordó a Álvaro que había dicho que su padre le había jurado dejaría ese tema por la paz, tenía que respirar con tranquilidad no sabía para que la querían ahí pero nada tenía que ver con la idea del matrimonio. Cerro los ojos para al fin poder dormir sin ningún pensamiento que la atormentaba.

Llegó a la hora que el abogado le dijo, se había puesto un traje negro como venía haciéndolo estos días; tocó con nerviosismo hasta que el mayordomo abrió la puerta, la hizo pasar hasta la sala. Todos estaban reunidos en la sala de la casa De La Rosa, al verla entrar Álvaro abrió los ojos por la sorpresa, doña Diana apenas la vio, realmente ella no quería estar ahí y Blanca le sonrió con amabilidad y cariño

-Buenos días a todos- se acercó a doña Diana que tenía la cabeza baja- está bien

-Si Natalia, ya pronto se me pasará- camino hasta un sofá mediano, tomo asiento mirando al abogado

-Ahora ya puedo comenzar- miro a Natalia con una sonrisa- señorita Vidal me da gusto que este aquí don Alexandroe dejo algo para usted, es hora de comenzar- Álvaro no le quitaba los ojos, claro ella tenía que estar ahí, como la amante su padre con total descaro la había puesto en el testamento, esto sentía que era una ofensa para su mamá…

-Yo Alexandro De La Rosa en pleno uso de mis facultades mentales dejo mis acciones de la empresa y la casa a mi esposa Diana Montiel, que en el momento que ella falté será para mí hijo Álvaro De La Rosa, y en partes iguales les dejo a mis hijos algunas propiedades que el abogado Ripoll le dará a conocer al termino de la lectura. La presidencia de la empresa automotriz será para mí hijo Álvaro con solo una condición que se case con la señorita Natalia Vidal si no cumple con esta condición el presidente será el que ponga la junta directiva- Álvaro se levantó si la junta directiva asignaban a otro lo perdería todo- y la herencia que se encuentra en dos banco del país no podrá ser utilizada hasta que mi hijo se case; si en un plazo de un año no ha cumplido todo será donado a obras de beneficencia, dejando a la familia en la ruina” 

-¿Qué esto no puede ser?- Álvaro comenzó a caminar de un lado a otro, ella tuvo que ver con este testamento, si no porque su padre le ponía entre la espada y la pared, tenía que cuidar de su mamá y su hermana 

-Digo lo mismo esto no puede ser, yo no quiero casarme con él- lo miro de arriba a bajo, no era indudable que Álvaro era atractivo, con su uno ochenta y cinco, sus ojos verdes y su fuerte cuerpo, necesitaría estar ciega para no verlo, pero Natalia siempre había mantenido bajo perfil, no podía, ni debía amar a nadie- debe haber otra forma don Alexandro cometió un error- se sorprendió por su reacción realmente la noticia le había caído como agua fría, 

-Por primera vez y única estoy de acuerdo contigo- miro de nuevo al abogado- debe alguna forma de anular este testamento

-Si lo haces todo será para la señorita Vidal- ella abrió los ojos, debía estar soñando, no podía quedarse con algo que no era suyo como los millones De La Rosa- este testamento tiene validez y si alguien intenta anularlo, o no cumple con la cláusula todo será de ella o de la beneficencia- miro a Natalia que movía las manos nerviosa

-Yo no quiero nada, no quiero y no puedo casarme- se levantó era mucho para ella, necesitaba aire, se sentía ahogada

-Debe haber algo que evite ese matrimonio- el abogado cerró su portafolio, su cliente había echo todo eso para que su hijo diera su brazo a torcer- dígame algo

-Espero su acta de matrimonio para comenzar los trámites de la sección de derechos sobre las cuentas bancarias y para anunciar a la junta directiva su nuevo cargo- el hombre se acomodó su saco antes de salir- hasta luego joven y de nuevo lamento su perdida- el hombre camino por la sala rumbo a la salida todos estaban desconcertados, Álvaro pensaba en que haría, no podía perder todo, no podía dejar a su mamá desprotegida ni a su hermana; tenía que haber una solución una que no implicará el matrimonio con Natalia Vidal. Natalia movió la cabeza de un lado a otro no podía casarse con nadie menos con él, ¿Por qué don Alexandro había estado?- perdón se olvidaba esto es para usted señorita Vidal- el abogado le extendió un sobre, ella lo miró el sobre y luego al abogado, no sabía que había ahí y tenía miedo de leerlo- tómelo es solo suyo- lentamente Natalia levantó la mano para tomar el sobre que miro detenidamente. ¿Qué haría ahora? Cómo saldría de esta…

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo