¿Cómo que princesa de Fairy? -¿Pretendes casarte con Fell?Arista soltó un bufido. -sabía que no lo entenderías-¿Qué quieres que entienda? No comprendo que estas tratando de decirme.-Nunca fui princesa de Amcher. El rey de Amcher no era mi padre. Jamás lo fue. Y mi madre jamás fue su amante. Fue hechizado. Hechizado por mi verdadera madre. Convencido para creerlo. Le dio una historia falsa esperando que lo creyera por siempre… - y no esperaba que decirlo en voz alta por ella misma lo hiciera sonar tan terrible. Quizás las hadas si eran realmente crueles -Lo hizo para protegerme, aun a costa de el-¿Qué?- la cara de confusión de Karim era cada vez más evidente-Te lo explico, pero eres tú quien debe comprenderlo-Arista, -sacudió su cabeza – nada de lo que dices tiene sentido alguno para mí. No eres un hada, y tu madre no era un hada. Ni siquiera tienes poderes. Creo que aquí, tanto Fell como sus hermanas te han hechizado y convencido para creer locuras. No sé con qué propósito, qui
-No. -soltó Karim -no vas a llevarla a Arista a Occidente. Ni siquiera he considerado la idea de ir yo mismo-Es eso o morir -lo corto fríamente Elian-No puedes ordenarme nada-No… pero entiende Karim… El rey de occidente es también mi rey. Y esta en mi sangre confiar plenamente en el – luego miro hacia la chica -Arista, la gente fuera de aquí aun cree que eres una bruja. Podemos mantener el secreto. Así cuando pises Occidente pasaras desapercibida. Solo seras una más de nosotros-Si eso mantendrá vivo al rey... Claro que sí.-Arista… no…-Mírate, ni siquiera puedes pararte.-la corto ella - Por favor… déjame a mi salvarte esta vez.-…Arista miro hacia Elian. Se levanto y se acercó hasta el -quiero hacerlo-Mi intención no es ponerte en peligro, Arista – confeso -Pero…- sus ojos cargados de algo, de culpa, de desesperación -No sabes lo que es. El cómo es. Levantarte todos los días pensando que quizás hoy sería el ultimo que el rey resistiría. Las pociones lo mejoraban hace años atrás
Cuando tuvo todo empacado se reunió con Karim y Elian por la entrada. La fiesta aún seguía, pero ellos ya estaban lejos de la multitud y de la música.-Viajaremos en carruaje. Tenemos que llegar lo más pronto a Occidente- informo Elian. Sus ojos verdes, como nunca se veían apagados. Cansados.Arista camino hacia el interior del carruaje y lo miro por la ventana -¿Cómo te sientes?Karim se encontraba casi semi recostado en uno de los asientos -estoy bien Arista, no te preocupes. - trato de sonreír, pero incluso su sonrisa era un deje de esta.Verlos tan débiles a ambos le causó cierta sensación extraña en ella.Fue entonces cuando escucho la voz de Karim tensa -¿Qué hace el aquí?¿Qué?Pero cuando volteo la mirada de Fell conecto la suya-¿Qué hacen ellos aquí?- esta vez fue la voz de Elian.Y fue entonces cuando se percató de las dos figuras más allá de él. Abrió mucho los ojos -¿Alice? ¿Camelia? Pero… -luego de vuelta a Fell -¿Qué hacen ustedes tres aquí?-¿Acaso no es obvio?- se que
-¿Camelia puede ocuparse sola del reino?-Puede. Ya lo ha hecho antes. No dudo de sus capacidades. Espero nuestro viaje no dure mucho tiempo. Que pase lo que deba pasar rápidamente. Ya sea su cura, o su fallecimiento-No digas esas cosas...Fell suspiro -lo lamento. Solo debo tratar de acostumbrarme a la idea y ser más empático contigo – se sacó su capa y se la tendió por los hombros preocupado por el frio-No la toques...Fell miro hacia Karim -¿no deberías estarte ocupando mejor de ti mismo? -inquirió con molestia -Luces terribles. Mas moribundo que de costumbre. ¿Y aun así tienes fuerzas para hablar?-¿Sabes que puedo escuchar todo lo que dicen, verdad?-Oh, lo había olvidado. Estabas tan callado que era fácil olvidar que estabas allí-sonrió FellKarim tosió -Bien. Perderás tu otra mano-Cuida lo que dices- advirtió Fell tratando de levantarse-Dejen de pelar. -intervino Arista instándolo a tomar asiento-ninguno está en condiciones de discutir ahora mismo.Incluso el cabello brillo
-Jóvenes, ¿hay algún avance? - la sombra del rey se presentó ante ellos de la manera más natural y más absurda del mundoNi siquiera había escuchado sus pasos por el pasillo. O quizás los oyó, pero estaba tan sumida en su libro que le pasó desapercibidoArista, Mary y Elian alzaron la vista hacia él.Tanto Elian como Mary fueron los primeros en reaccionar. Se levantaron, hicieron una reverencia de respeto y luego lo miraron con ojos de adoración. Casi como si ambos estuvieran buscando constantemente su aprobación -mi rey. -sonaron al unisonóArista se levantó algo dudosa y pretendió seguirlos -mi rey -dijo. Entonces se reincorporo admirándolo.Este sujeto era el rey de Occidente. El rey de los brujos. No sabía que esperaba cuando lo viera. Qué tipo de persona esperaba ver.Era un hombre que parecía joven. Lo cual sabía que no era cierto. Tenía más de cincuenta años, pero se veía tan… ¿joven? Cabellos negros, ojos verdes. Casi mucha gente de la población de los brujos tenían ese color.
Durante toda la madrugada el rey paso soltando su magia. Haciendo sus hechizos. Era magia avanzada, y muy poderosa, pero no lo suficiente.Siempre que sentía que Karim se relejaba, solo podía mantenerlo una hora antes de regresarle el dolor. Su sufrimiento siempre había sido el suyo. Pero perderlo sin el haberlo conocido no era justo. ¿pero que iba a discutir el sobre justicia con su víctima?Se canso. Se inclino en la silla y respiro. Incluso hacer algo tan simple como eso le era imposible.Cuando se calmó un poco escucho los susurros.La voz del rey se filtraba en el aire y hacía eco en las paredes.-¿Qué?- dijo mirándoloMurmuraba palabras y este se acercó más -Arista…- fue la primera y única palabra que reconoció cuando estas pudieron cobrar forma.¿La quería ver a ella?Entonces el príncipe de Rochcaster despiertaAlgo sorprendido lo mira. Sin duda tenía una fuerza de voluntad grande para poder aun tener momentos de lucides en su estado.-¿Karim?- murmuro incréduloEl chico de oj
No habían tenido ningún progreso en los cuatro días que habían estado allí. Sin mencionar que el rey de Occidente no había dejado a nadie pasar para ir a ver a Karim; salvo a Elian, claro. Era lógico. Él era su hombre de confianza y con quien había estado desde el comienzo. Aunque aun así… a ella le hubiera gustado verlo, así no tuviera a aquellos ojos escarlata mirándola de regreso, al menos podría ver su semblante de paz en aquel rostro dormido.-Quizás deberíamos irnos ahora. -repetía eso casi a diario-Ya te dije que no. No me marchare de aquí hasta salvarloSuspiro -Pienso que estas siendo muy optimista con alguien que tiene ya una sentencia de muerte. Todos los sabíamos. Era cuestión de tiempo.-Cuando me marche de Regnoll… parecía estar bien. Nunca pensé…-Ya. Pero no lo está ahora -menciono con dureza cortándola en secoArista lo miro desdeñosa – si tú quieres marcharte puedes hacerlo ahora.Alice y Fell se miraron -sabes que no nos iremos de aquí sin ti -fue la voz de la chica
En la habitación los tres se encontraban despiertos aun a altas horas de la noche, cada uno con un libro en la mano.Fell no había mencionado palabra alguna, solo leía página tras página. Alice se le había unido. Arista aun no sabía si por decisión propia o por orden de Fell. Aunque dudaba que alguien pudiera obligarla a Alice a hacer algo. Quizás se lo pidió como un favor.Arista bostezo.El crepitar del fuego estaba en la chimenea. Ya era la media noche y la nieve empezó a caer afuera. Los copos descendían del cielo sin preocupación alguna. La nieve parecía pura, ajena a las calamidades de los seres vivientes de la tierra.-Se deja caer todo lo que quiera caer -había murmurado AliceArista la miro. Se dio cuenta de que la había estado observando. Bajo la vista a su manuscrito y empezó – si lo dices por Karim, mejor no…-Me refiero a tiElla alzo la vista de nuevo de su libro y la miro atenta - ¿disculpa?-Nos aferramos a los que amamos, pero hasta nosotros nos rompemos a veces.-No