Cuando tuvo todo empacado se reunió con Karim y Elian por la entrada. La fiesta aún seguía, pero ellos ya estaban lejos de la multitud y de la música.-Viajaremos en carruaje. Tenemos que llegar lo más pronto a Occidente- informo Elian. Sus ojos verdes, como nunca se veían apagados. Cansados.Arista camino hacia el interior del carruaje y lo miro por la ventana -¿Cómo te sientes?Karim se encontraba casi semi recostado en uno de los asientos -estoy bien Arista, no te preocupes. - trato de sonreír, pero incluso su sonrisa era un deje de esta.Verlos tan débiles a ambos le causó cierta sensación extraña en ella.Fue entonces cuando escucho la voz de Karim tensa -¿Qué hace el aquí?¿Qué?Pero cuando volteo la mirada de Fell conecto la suya-¿Qué hacen ellos aquí?- esta vez fue la voz de Elian.Y fue entonces cuando se percató de las dos figuras más allá de él. Abrió mucho los ojos -¿Alice? ¿Camelia? Pero… -luego de vuelta a Fell -¿Qué hacen ustedes tres aquí?-¿Acaso no es obvio?- se que
-¿Camelia puede ocuparse sola del reino?-Puede. Ya lo ha hecho antes. No dudo de sus capacidades. Espero nuestro viaje no dure mucho tiempo. Que pase lo que deba pasar rápidamente. Ya sea su cura, o su fallecimiento-No digas esas cosas...Fell suspiro -lo lamento. Solo debo tratar de acostumbrarme a la idea y ser más empático contigo – se sacó su capa y se la tendió por los hombros preocupado por el frio-No la toques...Fell miro hacia Karim -¿no deberías estarte ocupando mejor de ti mismo? -inquirió con molestia -Luces terribles. Mas moribundo que de costumbre. ¿Y aun así tienes fuerzas para hablar?-¿Sabes que puedo escuchar todo lo que dicen, verdad?-Oh, lo había olvidado. Estabas tan callado que era fácil olvidar que estabas allí-sonrió FellKarim tosió -Bien. Perderás tu otra mano-Cuida lo que dices- advirtió Fell tratando de levantarse-Dejen de pelar. -intervino Arista instándolo a tomar asiento-ninguno está en condiciones de discutir ahora mismo.Incluso el cabello brillo
-Jóvenes, ¿hay algún avance? - la sombra del rey se presentó ante ellos de la manera más natural y más absurda del mundoNi siquiera había escuchado sus pasos por el pasillo. O quizás los oyó, pero estaba tan sumida en su libro que le pasó desapercibidoArista, Mary y Elian alzaron la vista hacia él.Tanto Elian como Mary fueron los primeros en reaccionar. Se levantaron, hicieron una reverencia de respeto y luego lo miraron con ojos de adoración. Casi como si ambos estuvieran buscando constantemente su aprobación -mi rey. -sonaron al unisonóArista se levantó algo dudosa y pretendió seguirlos -mi rey -dijo. Entonces se reincorporo admirándolo.Este sujeto era el rey de Occidente. El rey de los brujos. No sabía que esperaba cuando lo viera. Qué tipo de persona esperaba ver.Era un hombre que parecía joven. Lo cual sabía que no era cierto. Tenía más de cincuenta años, pero se veía tan… ¿joven? Cabellos negros, ojos verdes. Casi mucha gente de la población de los brujos tenían ese color.
Durante toda la madrugada el rey paso soltando su magia. Haciendo sus hechizos. Era magia avanzada, y muy poderosa, pero no lo suficiente.Siempre que sentía que Karim se relejaba, solo podía mantenerlo una hora antes de regresarle el dolor. Su sufrimiento siempre había sido el suyo. Pero perderlo sin el haberlo conocido no era justo. ¿pero que iba a discutir el sobre justicia con su víctima?Se canso. Se inclino en la silla y respiro. Incluso hacer algo tan simple como eso le era imposible.Cuando se calmó un poco escucho los susurros.La voz del rey se filtraba en el aire y hacía eco en las paredes.-¿Qué?- dijo mirándoloMurmuraba palabras y este se acercó más -Arista…- fue la primera y única palabra que reconoció cuando estas pudieron cobrar forma.¿La quería ver a ella?Entonces el príncipe de Rochcaster despiertaAlgo sorprendido lo mira. Sin duda tenía una fuerza de voluntad grande para poder aun tener momentos de lucides en su estado.-¿Karim?- murmuro incréduloEl chico de oj
No habían tenido ningún progreso en los cuatro días que habían estado allí. Sin mencionar que el rey de Occidente no había dejado a nadie pasar para ir a ver a Karim; salvo a Elian, claro. Era lógico. Él era su hombre de confianza y con quien había estado desde el comienzo. Aunque aun así… a ella le hubiera gustado verlo, así no tuviera a aquellos ojos escarlata mirándola de regreso, al menos podría ver su semblante de paz en aquel rostro dormido.-Quizás deberíamos irnos ahora. -repetía eso casi a diario-Ya te dije que no. No me marchare de aquí hasta salvarloSuspiro -Pienso que estas siendo muy optimista con alguien que tiene ya una sentencia de muerte. Todos los sabíamos. Era cuestión de tiempo.-Cuando me marche de Regnoll… parecía estar bien. Nunca pensé…-Ya. Pero no lo está ahora -menciono con dureza cortándola en secoArista lo miro desdeñosa – si tú quieres marcharte puedes hacerlo ahora.Alice y Fell se miraron -sabes que no nos iremos de aquí sin ti -fue la voz de la chica
En la habitación los tres se encontraban despiertos aun a altas horas de la noche, cada uno con un libro en la mano.Fell no había mencionado palabra alguna, solo leía página tras página. Alice se le había unido. Arista aun no sabía si por decisión propia o por orden de Fell. Aunque dudaba que alguien pudiera obligarla a Alice a hacer algo. Quizás se lo pidió como un favor.Arista bostezo.El crepitar del fuego estaba en la chimenea. Ya era la media noche y la nieve empezó a caer afuera. Los copos descendían del cielo sin preocupación alguna. La nieve parecía pura, ajena a las calamidades de los seres vivientes de la tierra.-Se deja caer todo lo que quiera caer -había murmurado AliceArista la miro. Se dio cuenta de que la había estado observando. Bajo la vista a su manuscrito y empezó – si lo dices por Karim, mejor no…-Me refiero a tiElla alzo la vista de nuevo de su libro y la miro atenta - ¿disculpa?-Nos aferramos a los que amamos, pero hasta nosotros nos rompemos a veces.-No
-¿Tú lo supiste todo el tiempo?-¿El que?- respondió Elian cuando los alcanzo-Que Karim era el heredero de la corona de Occidente. Que el… es un brujo-No. -dice – sé que ahora no tienes muchos motivos para creerme. Pero no lo sabía. Me entere hace pocos días…Entonces ella guardo silencio, más luego de un rato lo escucho decir -losiento.¿Se disculpaba con ella?Sabía lo que Arista estaba haciendo ahora mismo. Caminaba hacia su muerte. Ella había rogado al cielo una manera de salvarlo, y la había encontrado. Tenía miedo claro. Pero no hallaba mejor forma de devolverle a Karim todo lo que hizo por ella que ofreciéndose a él.Ella era su cura. De manera literal.Otros se habían ofrecido ya a la sombra, y este los había rechazado, pero no la rechazaría a ella.-Entra-ordeno el rey. -a este punto. Solo entraremos los tres. -y dio instrucción para que el resto de los guardias esperaran afueraLa habitación se sintió pesada al instante y justo en medio de toda ella una sola cama con el re
Siente el frio en su pecho con la sensación de algo entrando en ella. Primero es un desgarre en su pecho, como si algo estuviera tratando de entrarle en el corazónLa oscuridad cubriendo todo su radio de visión. La sombra dando vueltas a su alrededor. Mareada. Se sentía terriblemente mareada“Mentirosa” “Mentirosa”“¿Qué?” susurra la chica“No vales nada”“No valgo nada” repitió“Mereces esto”“Lo merezco”“Eres egoísta. Eres mala amiga. Eres mala hija. Y una mala reina. Traicionera. Mediocre. Cobarde.”“Si…”“Y no vales la pena”***El alivio fue instantáneo.Karim abrió sus ojos de golpe sentándose en la cama respirando agitado. A su parecer, librarse de aquello, fue como despertar de una pesadilla.Desconcertado, miro hacia la persona parada ante el -¿Elian?Y más tarde miro hacia su derecha a la chica tirada en el suelo. Y más allá al rey en el piso también¿Qué pasaba?-¿Elian? ¿Qué es esto…?Su cuerpo se movió casi al instante hacia Arista tomándola entre sus brazos y el mismo s