CAPÍTULO 13: NO ESTABA EN MIS PLANES—¿Qué...? —balbuceo, incapaz de procesar lo que estoy viendo.—Ahora sí, estamos todos —anuncia Ethan, aparentemente complacido consigo mismo.Mi mirada se cruza con la de Alexander, quien no parece sorprendido en absoluto. Es más, parece disfrutar de mi desconcierto.—¿Qué está haciendo él aquí? —digo, mi voz traiciona la incomodidad que siento al verlo.—Yo lo invité —responde Ethan con total naturalidad—. Pensé que sería una buena idea que Alexander viniera con nosotros. Ya sabes, un viaje familiar.—Pero ¿por qué él? —susurro.—Bueno, con más gente será más divertido —añade Ethan, sin captar mi molestia.Alexander da un paso más cerca, su mirada se fija en mí. Me siento atrapada bajo su mirada.—¿Acaso no te alegras de verme, cuñadita? —pregunta con esa voz suave y provocadora que tanto detesto.—Encantada —respondo entre dientes, forzando una sonrisa que sé que él no se traga.Mi mente está a mil por hora. No había planeado esto. No esperaba t
CAPÍTULO 14: UN VIAJE INCÓMODOMe quedo mirando hacia la ventana durante la primera hora del vuelo, intentando apartar la incomodidad que me carcome. Siento que Alexander se mueve a mi lado, pero me niego a voltear. El silencio entre nosotros es tan espeso que podría cortarse con un cuchillo. Esto no debería estar pasando. Él no debería estar aquí.De reojo lo veo trabajar en su laptop lleva unos audífonos pequeños en sus oídos, al menos así sé que no me está escuchando. Resoplo con frustración y decido sacar mi celular, buscando alguna distracción. Tal vez un juego o algo para leer que me ayude a olvidar la incomodidad de su presencia.Intento sacar mis audífonos del bolsillo, pero uno se queda atrapado en la tela, y al jalarlo, cae al suelo. Me inclino con dificultad para recogerlo, pero justo cuando lo alcanzo, mi mano roza con la de Alexander.Levanto la mirada de golpe y él hace lo mismo. Nuestros ojos se encuentran por un segundo que parece eterno, y sin saber por qué, mi corazó
CAPÍTULO 15: MI PLAN EN MARCHALlegamos al hotel, y siento un intenso dejavú golpearme con fuerza. Todo está tal como lo recuerdo: el mismo vestíbulo, los mismos muebles, hasta el aroma a madera y jazmín que impregna en el aire es idéntico. La única diferencia es que, en esta ocasión, no estamos solos. En mis recuerdos, este lugar fue testigo de uno de los momentos más amargos de mi vida, pero ahora la situación es aún más retorcida. Lo que antes era un escape romántico con Ethan, ahora es una trampa que yo misma he tendido, esperando capturarlos.En mi otra vida, la primera noche en esta cama fue la culminación de lo que creía que era amor. Ethan y yo hacíamos el amor, pero luego, como si fuera un ritual, se iba y no volvía hasta el amanecer. Durante aquellas dos semanas, me quedé esperando en silencio, engañada por la idea de que eso era normal, que era lo que debía soportar por amor. Salimos a esquiar un par de veces, fuimos a un baile en el hotel, pero todo fue una fachada. Yo est
CAPÍTULO 16: ARROJANDO A MI ESPOSO EN SUS BRAZOSPlantar la cámara en mi habitación fue un juego de niños comparado con la tensión que sentí en la de Lilian. Aproveché el momento en que Ethan se fue al baño para asegurarme de que la pequeña cámara quedara bien escondida entre los adornos de la lámpara de noche. Todo estaba perfectamente en marcha.Cuando terminamos, bajamos al lobby para comer algo. Sabrina y Lilian ya estaban allí, esperándonos con una energía contagiosa, como siempre.—¿Qué vamos a comer? Muero de hambre —dice Sabrina, estirándose en la silla con una sonrisa amplia.—Vamos al restaurante, tienen un estofado aquí que es… —Me detengo abruptamente al notar que todos me miran con sorpresa, especialmente Ethan.—¿Conoces el menú de este lugar? —pregunta con un tono que intenta ser casual, pero que esconde cierta incomodidad. Él sabe que nunca habíamos estado en este hotel juntos antes.—Lo leí en la página web —respondo rápidamente, inventándome una excusa al vuelo, espe
CAPÍTULO 17: COMPLICACIONESÉl rompe el silencio primero.—Para estar recién casada, no parece que quieras pasar mucho tiempo con tu esposo —dice en tono bajo mientras levanta la copa de vino que acaba de servirse. Me doy cuenta de que no está preguntando, está haciendo una afirmación.Lo miro, tratando de ocultar mi sorpresa.—No sé de qué hablas —respondo con frialdad, intentando que mi voz suene casual, pero algo en sus ojos me incomoda profundamente. No es solo lo que dice, es cómo lo dice, como si ya supiera lo que estoy ocultando.Alexander se inclina ligeramente hacia mí, sus ojos azules me miran fijos e imperturbables.—Deberías tener cuidado de no descuidar a Ethan —continúa, sin dejar de mirarme—. No parece que estés demasiado interesada en él.Vaya, es más observador de lo que pensé, pero no puedo permitir que sospeche de mí, en especial si él también es un cómplice de ellos.—Ethan y yo estamos bien —miento, y lo hago con más convicción de la que siento.—Claro que sí —res
CAPÍTULO 18: ATRAPADA CON MI CUÑADONo sé cómo pude olvidar algo tan importante. Ciertamente mi memoria no es la mejor de todas, pero ahora que veo las nubes de tormenta acercándose el recuerdo vino claro a mi mente. El segundo día que pasamos en los Alpes nos alcanzó una gran tormenta nevada que duró todo el día. A la mañana siguiente había amanecido como si nada, pero ese día no pudimos salir a ninguna parte.Sin embargo el escenario no es exactamente igual, porque aquella vez estaba en la comodidad del hotel, en cambio ahora me encuentro demasiado lejos de la cima de la montaña y estoy con Alexander. Intento acelerar el paso de subida, pero la montaña es bastante empinada y la nieve profunda no me ayuda en lo absoluto. Las distancias parecen engañosas desde aquí abajo y lo que parece que no serán mucho más que unos pocos pasos, se están convirtiendo en largos metros. —Sophia, relájate —me dice Alexander, que camina detrás de mí.—No lo entiendes, si no llegamos a la cima ahora no
CAPÍTULO 19: PROTEGIDA POR ÉLEl teleférico está suspendido en medio de la tormenta, se balancea ligeramente, pero sin avanzar. El tiempo parece detenerse junto con la cabina, y el frío se cuela por cada rincón, aumentando la sensación de peligro.Alexander mira hacia arriba, como si estuviera evaluando la situación, pero no parece nervioso. ¿Cómo puede estar tan tranquilo? A mí, en cambio, la desesperación comienza a invadirme.—¿Y ahora qué? —pregunto, tratando de no sonar completamente aterrada, aunque es exactamente como me siento.—Es solo un fallo temporal —responde casi con indiferencia—. Volverá a moverse en cualquier momento.Pero su confianza no me calma. El viento golpea la cabina con fuerza, haciendo que se tambalee. La sensación de vulnerabilidad es asfixiante, como si estuviéramos atrapados en una trampa mortal, colgando sobre un abismo helado.—No deberíamos estar aquí —murmuro de nuevo, más para mí misma que para él. Miro a través de la ventana, pero todo lo que veo es
CAPÍTULO 20: NO SALIÓ COMO QUERÍANunca pensé que el frío podía ser tan implacable. Lograr que mi cuerpo se calentase no fue tan sencillo, pero luego de algunas horas tiritando en la habitación con Alexander en la cama de al lado, por fin puedo sentarme y dejar de sentir los espasmos en mi cuerpo.—Señora Blackwood lamentamos mucho los inconvenientes ocurridos por la tormenta —me dice el gerente del hotel—, no se preocupe por nada más, nosotros correremos con los gastos de su estadía. —Se ven realmente apenados por la situación, pero yo sé que no fue su culpa, la tormenta no es algo que puedan controlar.—Está bien, no se preocupe, yo entiendo que esto no es culpa del hotel.Él suspira aliviado, quizá pensó que lo demandaríamos. —Aun así, la falla eléctrica no debió ocurrir. Por eso queremos descontarles los días que se van a quedar y… tienen barra libre en el bar —ofrece.—Yo acepto esa ofrenda —contesta Alexander desde el otro lado de la habitación con una sonrisa. —Muchas gracias