—Vendí todo lo que tenía para mandarla a estudiar, gasté hasta mi último centavo para que pudiera ir a la ciudad. Y ahora me rechaza, dice que soy una vergüenza y que me vaya de vuelta al campo... —Gonzalo lloraba tan convincentemente que hasta él mismo empezaba a creerse su actuación. Sin duda merecía un premio por su interpretación.Los reporteros disparaban sus cámaras sin cesar. Una hija adoptiva abandonando a su padre adoptivo del campo era una noticia explosiva, y todos querían la exclusiva.Los periodistas, conmovidos por Gonzalo, comenzaron a atacar a Valentina:—¿Cómo puede ser tan malvada?—Nunca creí que existiera gente naturalmente malvada hasta que apareció Valentina.Joaquín le pasó un pañuelo a Gonzalo y exclamó furioso —Hemos convocado esta conferencia para exponer la verdadera cara de Valentina. Mucha gente aún no sabe cómo es realmente. ¡No permitiremos que abandone a su padre adoptivo, debe hacerse responsable!Mientras se secaba las lágrimas, Gonzalo dejó escapar un
Todo el recinto de la conferencia hervía de indignación, con todos arremetiendo contra Valentina.Mateo la observaba con mirada penetrante. Se lo merecía por imprudente. ¿Acaso no sabía que se estaba metiendo en la boca del lobo al venir sola?—¡Mierda! —masculló Luis, dispuesto a proteger a Valentina.Pero alguien se le adelantó: Mateo ya se había movido.Luis suspiró frustrado. Mateo, ¿dónde estaba tu consideración? ¿Por qué eras tan inoportuno?Sin embargo, el caos repentinamente dio paso al silencio cuando Valentina levantó sus ojos cristalinos. Recorrió la sala con calma, emanando un aura poderosa que acallaba a todos a su paso.Mateo se detuvo. Nunca había visto este lado de Valentina.Todos observaban asombrados. ¿De dónde emanaba esta presencia imponente que inspiraba temor?Valentina terminó su recorrido visual y fijó su mirada en Gonzalo —¿Creíste que vine sola?Gonzalo se sobresaltó —¿Qué quieres decir?La voz de Camila resonó —¡Ahí está Gonzalo! ¡Es él!Al voltear, todos vi
Gonzalo abrió los ojos con comprensión tardía.Valentina había sido la primera en saber de su liberación. Lo había estado esperando.Todos pensaron que ella nunca revelaría ese oscuro pasado, pues la reputación de una señorita de alta sociedad lo era todo. Y ciertamente, no se lo había contado a Dolores ni a Mateo. Le dio el dinero que pedía, se dejó secuestrar... parecía realmente a su merced.Pero todo había sido una actuación.Llevaba un dispositivo de grabación todo el tiempo. El millón de dólares, el intento de violación en la cueva... todo había sido previsto.Había alimentado su codicia con "obediencia", guiándolo hacia el abismo del crimen con su aparente "resignación".Se había sacrificado para tenderle una trampa, enviándolo de vuelta a prisión diez años después.Con tantos cargos, enfrentaría cadena perpetua o pena de muerte.Todo había sido su plan.Lo que Gonzalo comprendió, Catalina también lo entendió. Valentina había estado observando el día que Juan trajo a Gonzalo a l
La derrota en esta conferencia de prensa fue total y absoluta para ellas.—Valentina, perdóname —se apresuró a decir Catalina— Tu madre te malinterpretó. Déjame explicarte, yo no sabía nada...Valentina la miró fijamente —¿De verdad no sabías nada?En ese momento, los policías se acercaron a Catalina —Señora Catalina, usted ocultó y protegió a un fugitivo. Tenemos motivos para sospechar que es cómplice de Gonzalo. Deberá acompañarnos para ser interrogada.Dos oficiales la sujetaron mientras Catalina sentía que su cabeza daba vueltas, recordando que efectivamente había dado refugio a Gonzalo cuando escapó.Miró a Valentina atónita —¿Fuiste tú?Valentina había hecho que Fernando liberara a Gonzalo, sabiendo que iría directamente a los Méndez.—No entiendo de qué hablas —respondió Valentina con expresión inocente y una leve sonrisa— No necesitas explicarme nada a mí, mamá. Explícaselo a la justicia.—¡Tú...!En ese momento, Gonzalo gritó desesperado mientras lo arrastraban —¡No quiero vol
Joaquín seguía apoyando a Luciana, lo que la tranquilizó un poco.*De vuelta en su Rolls-Royce ejecutivo, Mateo le ordenó a Fernando con voz profunda:—Dile a los medios que no quiero que se filtre ninguna información sobre Valentina.—No se preocupe, presidente —respondió Fernando en voz baja— Las periodistas ya eliminaron todas las fotos y videos de la señora. No publicarán nada sobre ella.Mateo sonrió levemente —Sabe cómo encantar a la gente.—La señora es verdaderamente valiente —dijo Fernando con sinceridad.Mateo arqueó una ceja. Sí, era muy valiente.Sacó su teléfono y marcó un número.—Hola, tío.El tío de Mateo era el rector de la prestigiosa Universidad Nacional, un apasionado de la medicina conocido respetuosamente como doctor Cruz.—Mateo, qué sorpresa. ¿A qué debo tu llamada?—Tío, necesito pedirte un favor.—Dime, me intriga que me lo pidas personalmente.—Quiero enviar a una chica a estudiar allí.—¿Qué chica?—Se llama Valentina Méndez. Quiero que la pongas en medicina
Mientras bebían, una noticia apareció en la televisión del salón. La presentadora anunció —Hoy hemos arrestado a un criminal por abuso infantil e intento de violación, junto con una presunta cómplice.Las imágenes mostraban a Gonzalo siendo llevado al coche policial con la cabeza cubierta, seguido por Catalina.Los ejecutivos no reconocieron a Gonzalo, pero sí a Catalina —Señor Méndez, ¿esa sospechosa no es la señora Méndez?¿Qué?Ángel detuvo su mano mientras servía vino y miró la televisión.Efectivamente, era Catalina.Su rostro palideció, quedándose paralizado.La presentadora continuó —Hablando de lambiscones, esta sospechosa se lleva el premio. A su edad, vendiendo a su hija por ser una lamebotas, realmente se entregó a ello con pasión...Ángel estaba mortificado.Los tres ejecutivos, visiblemente incómodos, se levantaron para irse.Ángel intentó detenerlos —Señores...Don Emanuel, don Jorge y don Álvaro le dirigieron una mirada significativa —Vaya encanto tiene usted, señor Ménd
¿Luciana invitándola a tomar café?Ante el silencio de Valentina, Luciana sonrió con sarcasmo —¿Qué pasa, Valentina? ¿Tienes miedo? Has ganado algunas batallas últimamente, estás en tu momento de gloria. ¿Me temes?Valentina curvó sus labios rojos en una sonrisa —Bien, nos vemos entonces.Al colgar, Valentina se preparó para salir.Ding.Su WhatsApp sonó. Era Esteban enviando un plan quirúrgico.Esteban: "Maestra, esta es una cirugía complicada que tuve la semana pasada. ¿Podría orientarme cuando tenga tiempo?"Esteban era el rector de la Universidad Nacional y su discípulo. Dana, también de la Universidad Nacional, era la discípula favorita de Esteban.De hecho, Dana se había convertido en su asistente gracias a la recomendación de Esteban.Así que todos eran sus discípulos, directa o indirectamente.Valentina respondió con un simple "Bien".Media hora después, Valentina llegó al café y vio a Luciana.En lugar de estar sentada, Luciana la esperaba en las escaleras.—Luciana, no creo q
Valentina curvó sus labios en una sonrisa amarga y autoburlona.En la habitación VIP del hospital, el médico ya había atendido la pierna de Luciana.—¿Hay daño en tendones o huesos? ¿Podrá seguir bailando? —preguntó Mateo con preocupación.—Señor Figueroa, no se preocupe. Las radiografías muestran que tuvo suerte, solo son heridas superficiales. Con reposo adecuado podrá volver a bailar —respondió el médico antes de retirarse.Mateo sintió algo suave en su palma: la pequeña mano de Luciana se había deslizado dentro de la suya.Bajó la mirada para encontrarse con su rostro pálido —Mateo, estoy bien. No te preocupes tanto.La preocupación de Mateo, aunque esperada, le causaba una dulce sensación.—¿Por qué te tiraste por las escaleras?La pregunta la sobresaltó, pero se recuperó rápidamente. Sabía que no podía engañarlo.Tampoco quería hacerlo.—Mateo, ¿no crees que me has estado ignorando? Ya no siento tu amor, me siento insegura.Mateo admitió que se había distanciado de Luciana desde