«Woo, woo…» Emily, que creía haberse encontrado con un gángster, abrió ampliamente los ojos, y comenzó a forcejear de inmediato.

Pero los brazos del hombre eran tan fuertes como el hierro, que sujetaban su cintura con fuerza.

Al mismo tiempo, su gran palma le tapaba los labios, sin darle ninguna oportunidad de pedir ayuda.

Emily sólo sintió que había perdido por completo la capacidad de resistirse. El hombre era tan fuerte y la encerraba sin ningún punto débil.

«Woo…» Su cuerpo fue presionado contra la pared de repente.

En la escalera de incendios sin ninguna luz, no se podía ver nada. El hombre estaba de pie frente a ella, pero ni siquiera podía ver claramente sus rasgos faciales.

Finalmente, la gran palma del hombre se apartó de sus labios. Emily respiró hondo y se dispuso a pedir ayuda.

Pero al segundo siguiente, sus labios volvieron a estar amordazados por los finos labios de él.

«¿Woo?» Estaba tan sorprendida que abrió mucho los ojos. Ella empujó con fuerza contra su pecho con la