Rafael baja el vidrio de la ventana lo suficiente para que el guardia de la caseta lo reconozca y le permita la entrada, mira a Luz que duerme en el asiento de al lado, ha sido un sueño intranquilo, pero al menos duerme.
Al llegar a la entrada de la casa, de estilo colonial, una de las criadas de su madre y el mayordomo se acercan al auto, él se baja en cuanto detiene el auto para acortar la distancia entre ellos.
-Scott, buenas noches – le extiende la mano al hombre que mantiene el mismo rostro de siempre, como si llevara un palo en el… -. Perdón por llegar a esta hora y sin avisar, pero fue una emergencia. Necesito dos habitaciones.
-Puedo prepararle una por el momento – le dice en el mismo tono altanero -.
-Como siempre, siguiendo las órdenes del heredero – le dice Rafael con molestia -. Pero con una por ahora me sirve.
-¿Necesita ayuda con el equipaje?
-No traigo equipaje, solo
La luz de la mañana se cuela tenue a la habitación, Luz se sienta en aquella cama que no reconoce de nada. Un fuerte dolor de cabeza la hace arrugar la nariz, pero la imagen al lado de la cama la hace llevarse las manos a la boca. Rafael está tirado en el suelo, boca abajo y a medio tapar, ronca bajito por la mala posición y ella no puede evitar sentir se triste por lo que le ha provocado a su amigo. Se baja con cuidado y se arrodilla a su lado, lo mueve un poco para despertarlo y no puede evitar sonreír al verlo mover la cabeza. La alfombra está pegada en su mejilla, pero el chico sonríe mientras se sienta. -¿Cómo dormiste? -Solo sé que dormí – le dice ella, rodeando su vientre con sus brazos -. -Más tarde, si quieres, iremos de paseo a algún lugar – ella asiente -. Necesito que me cuentes lo que pasó anoche, de otra manera no te puedo ayudar. Luz se limpia esas lágrimas que se le escapan, ella sabe que sí, así debe ser, pero solo rec
En la ciudad de Nueva York las personas caminan rápido, la mañana ha comenzado con una fina llovizna que moja todo en pocos minutos.Evangeline se encarga de ir a la habitación de la pequeña Charlize, sin embargo, no es sencillo ver la mirada de la pequeña, desconcertada al verse con el vestido de la fiesta y que no sea Luz quien va por ella.-¿Y Lucecita? ¿Sigue dormida, Evangeline?-Eh, eso creo – la chica no sabe qué decir o que no decir -. Pero ahora vamos a levantarnos y luego vamos por un desayuno delicioso, el que quieras.-Panqueques con dulce de leche, por favor – le dice ella sonriendo -.-Por supuesto, mi princesa.Mientras, en la habitación de Gerard, en una silla frente a la ventana, está sentado un hombre ojeroso, dolido, lleno de remordimientos y arrepentimientos. El hombre que alguna vez se plantó en los juzgados de manera implacable, don
Luego de una ducha y de ponerse la ropa que no tiene idea de dónde sacó Rafael, Luz sale de la habitación, encontrándose a su amigo con una sonrisa, esperando por ella apoyado en la pared.-¿Mejor? – ella asiente con una sonrisa débil y él la abraza -. Para todos los efectos, eres mi prometida y ese hijo es mío.-Pero…-No conoces a la señora Williams, es mejor así. Si por alguna razón tuviera que salir o ir a Nueva York, ella te cuidará con su propia vida si es necesario, se muere por un nieto y tú eres, desde ahora, su persona favorita.-Le romperás el corazón cuando sepa la verdad – le dice ella con tristeza, pensando el dolor que una mentira puede causar. Rafael comienza a caminar hacia las escaleras con ella sin soltarla -.-No te preocupes, en cuanto me asegure que estás bien, solucionaré eso. Ya tengo una
La puerta de la habitación de Gerard se abre despacio, en cuanto él se gira para decirle al intruso que salga de allí, se sienta en la cama y extiende sus brazos para recibir a Charlize que corre hacia él.-Mi niña – le dice dejando salir un par de lágrimas, mientras la estrecha contra su cuerpo y huele su cabello -.-Papi… mi tío Dan me dijo – un sollozo se le escapa y mira a Gerard, terminando de romper el corazón del hombre -. ¿No va a volver?-No lo sé, mi princesa, espero que sí – “al menos por ti”, porque Gerard ruega con todo su corazón que ella regrese por Charlize, sabe que Dan puede ser un gran tutor para su pequeña, pero prefiere que sea Luz quien la cuide mientras se ausenta -.-¿Puedo quedarme contigo?-Hija, yo…-¡Claro que sí, princesa! – dice Dan entrando a la habitac
Los días han ido pasando y Luz se ha sentido a gusto con la madre de Rafael.Aunque la relación de ellos no es muy buena, la mujer se ha esmerado en atender a Luz con todo el cariño que se merece.Tras ese paseo por la bahía, Rafael no tomó partido por su amiga o por Gerard, porque entiende que la situación es más compleja de lo que parece. Simplemente no basta con querer alejarse y ya.Luz está esperando un hijo de él, además está la pequeña Charlize, que estaba viendo en Luz un madre, al fin una imagen materna que le estaba dando el amor que se merece.Pero también está el hecho de que ella está enamorada de Gerard y, a pesar de que él cometió un error terrible, la ama con locura.Para Rafael, hay piezas que faltan. No conocía a Gerard de manera personal, pero lo que siempre escuchó de él en el círculo
Han pasado un par de días desde que Rafael se fue y no la ha llamado.A pesar de eso, entiende que debió encontrarse con demasiados pendientes, todo por estar cuidando de ella.Está sentada en el jardín, acariciando su vientre de casi diecinueve semanas y mirando el teléfono. Por toda la prisa de si partida, Rafael no logró preguntarle a Gerard si podía hablar con Charlize y la extraña demasiado.De pronto, se le ocurre una idea, busca un número por internet y lo marca de inmediato. La voz de un chico le responde amable y se acuerda de Johny.-Finnick & Abbot, buenos días.-Buenos días, estoy buscando al señor Abbot, si fuera tan amable de comunicarme con él.-¿De parte de quién?-Él no me conoce, pero dígale que soy la hija de Miguel Méndez.-Deme un momento, puede estar en una reunión &ndash
Tras el cuarto repique, Matías contesta con la voz cansada y adormecida, estuvo de guardia toda la noche frente al antro de Bowman, en una habitación que rentaron para esos fines, para afinar detalles de los movimientos del hombre y asegurarse que esté allí cuando vayan por él, en dos días se hará un despliegue importante.-¿Sí?-Mati… soy yo.-Ampolletita, al fin das señales de vida. ¿Dónde estás? ¿Cómo estás?-Tranquilo, estoy bien, solo tenía que irme, porque supe algo terrible…-Ya lo sé – la interrumpe y Luz siente miedo, porque sabe que Matías pudo causarle daño a Gerard, luego recuerda lo que le dijo Evangeline sobre su salud -.-Mati, ¿no lo habrás…?-Claro que no, me lo dijo un rato después que te fueras. Ahora a quien quiero darle su mereci
Dos días después, un hombre de traje, en un Audi negro, entra sin prisa a la mansión Williams. Al llegar a la puerta, se le hace pasar al despacho de Kiki, donde la mujer lo recibe con una sonrisa.-Pediré que traigan a Luz, aquí podrán hablar sin que nadie los moleste.-No quiero molestarla, sé que es una mujer ocupada.-No se preocupe, puedo manejar mis negocios desde cualquier lugar de mi mansión. Enviaré algo para ustedes y luego de eso, nadie más los interrumpirá, hasta que terminen.La mujer sale con elegancia, mientras Luz camina por su habitación, mirando el teléfono, desde donde ha enviado varios mensajes a Rafael, pero él no los responde.Cloe llama a su puerta, anunciándole una visita y que la espera en el despacho de la señora Williams, Luz siente que le va a dar algo, porque solo una persona podría querer buscarla. Con