Tras casi una hora de trayecto, incluido el cambio de vehículo, Gerard siente que el auto se detiene y que le abren la puerta. Desde que se subieron al auto, afuera de Finnick y Abbot, les cubrieron las cabezas con un saco de tela.
Lo ayudan a bajar y le advierten que tenga cuidado con un escalón, unos cuantos pasos más y le quitan el saco.
Se da cuenta que la sala donde lo han dejado es muy parecida a una de interrogaciones de la policía. Mira la habitación y se encuentra a una mujer no más adulta que Luz, pero su expresión lo llama a tener cautela.
-Buen día, señor Finnick – le dice ella subiendo los pies a la mesa que está en el lugar -. Soy Alfa, debe saber de mí por Dan Abbot, su socio y amigo.
-Mucho gusto, señorita…
-Alfa, solo Alfa – le dice con cuidada educación, algo que no corresponde para alguien que se dedica a eso -. Tome asie
Dan y Gerard entran a la oficina de este último, toman asiento y se quedan mirando a la nada un minuto. Quien rompe el silencio es Dan, ya que Gerard no le ha dicho nada acerca de lo que sucedió con el hijo de Bowman.-Y… este, ¿qué pasó?-Lo molí a golpes – le responde Gerard con una tranquilidad impropia de él -.Se pone de pie y sirve dos vasos de agua fría, le entrega uno a su amigo y vuelve a sentarse. Se queda mirando sus manos, no tienen ni una marca de lo que le hizo al chico. Solo le quedó el dolor.-Pero… ¿está, ya sabes, vivo?-Sí. No puedo matarlo, primero tiene que vivir un infierno aquí en la tierra.-¡Uf! – Dan se echa hacia atrás en la silla y respira -. Me asustaste, como dijiste que te ibas a vengar…-Dan, los dos sabemos que matar a alguien no es venganza. Ahora bien, concentr&eacu
Con la ayuda de Matías, Gerard consiguió reunirse con sus futuros suegros, aunque no le dijo nada a Luz para no alterarla. Si salía bien todo, podría conseguir que ellos hablaran, si las cosas no resultaban bien, pues seguirían adelante sin ellos, solitos se perderían la bendición de tener al menos unos cinco nietos.Llega a la casa de ellos, a pesar de los nervios, se baja con el porte de abogado entrando a la corte. El condenado se ve tan guapo, que la vecina de los Méndez se queda con la boca abierta mientras se lleva con la tijera de podar cinco rosas, en lugar de la maleza.Llama a la puerta y quien abre es la madre de Luz.-Señora Méndez – le dice extendiendo la mano con seriedad -. Gerard Finnick.-Sí, lo conozco de la prensa. No se olvida a quién despide a uno de sus mejores trabajadores sin motivos – se hace a un lado y Gerard entra sin temor, porque y
Luz y Gerard están sentados en el césped de la casa mirando cómo Charlize trata de alcanzar mariposas y aves. Él no deja de acariciar el vientre de Luz, con su mano cálida bajo la blusa.-Creo que está un poco más grande.-Está igual, la ropa no miente – le dice ella riendo -. Pero pronto se verá más grande.-¿Cuándo iremos a control?-Ya tengo cita para la próxima semana – le dice ella cruzando las piernas -.-¿Por qué yo no sabía? – le dice Gerard sentándose frente a ella con el ceño fruncido -.-Pues… porque la cita es en la mañana y tú… tú estás ocupado por las mañanas.-Amor, nunca estaré ocupado si se trata de ustedes – le acaricia el rostro -. Cuando saques cita con el doctor, solo llama a Dorothy y dile que lo agregue a mi a
Todo iba marchando bien, lejos las brujas, solo había amor en aquella mansión.Las semanas habían pasado lentas, pero felices. La pancita de Luz ya era un pequeño bultito y Gerard andaba más que emocionado porque aquella noche era la fiesta de compromiso, luego de eso habían acordado tres semanas más para la boda.Matías le había confirmado que llegaría con sus padres, porque no querían perderse ese acontecimiento, iban dispuestos a hablar con Luz para pedirle perdón y ponerse a su disposición para lo que hiciera falta, incluido cuidar de sus nietos para que ella estudiara.Y con nietos hablaban del bebé en camino y de Charlize.Al parecer Matías les había hablado maravillas de la pequeña princesa, aunque solo la había visto un par de veces.-¿Nervioso? – le pregunta Dan entrando al despacho de Gerard cuando est
Ya están en la casa los Knox y Abraham Collins, se acercan a saludar a Gerard con alegría. El más contento es James, que le dice los beneficios de estar casado y en especial con una chica tan inteligente como Luz.-El beneficio más grande para ti es que ya no tendrás a los fanáticos de The Walking Dead tras de ti.-No seas idiota, Knox – le dice divertido -. Lo dice el que deja un reguero de baba tras su mujer, sin ofender, Elizabeth.-¿Y eso qué tiene de malo? – le dice él acercando a Elizabeth y dejando un beso en su mejilla -. Puedo dejar lo que sea que demuestre cuánto amo a mi mujer, y tú no estás muy lejos de eso, mi amigo.Todos se ríen, pero sacan los mejores “aawww” cuando Gerard besa a Luz. En eso llega corriendo Charlize riendo, Gerard la toma en brazos y todos se quedan emocionado con la escena de la nueva familia.-¿
-¿Qué haces aquí? – la pregunta de Gerard sale entre dientes y en un tono gélido, que le hace temblar hasta la faja a Georgia -.-Vengo a la fiesta de compromiso…-Tú no recibiste invitación.-Pero yo sí y Darcy es mi acompañante – dice Georgia -.-Entonces se van las dos, ahora.-No querrás un escándalo en tu fiesta de compromiso – le dice Darcy, apuntando con la boca los pocos invitados que se están asomando -.Gerard va a decir algo, pero Luz le toca el brazo y él se retracta, ella niega, le toma la mano y tira de él.-Déjalas, que vea que estamos enamorados y que ni ellas pueden hacer nada para amargarnos.Le da un suave beso en los labios a su prometido y vuelven a la fiesta, pero a ellas ni las miran. Luz tiene la precaución de no dejar sola a Charlize en ningún momento, porque lo cierto
-Luz… - la voz de Gerard es apenas audible, mientras se pone de pie -. Lucecita.-Esa máscara… Fuiste tú – le dice ella caminando hacia la máscara, pero se detiene a mitad de camino -. Tú… ¡Fuiste tú!-Amor, siéntate, tenemos que hablar…-¡¿Hablar?! ¡¿Ahora que te descubrí?! – se lleva las manos a la cabeza, siente que le falta el aire y se tambalea, pero Dan la sostiene -. No lo puedo creer, estuve todo este tiempo viviendo, durmiendo… ¡Maldición! ¡¡Te dejé hacerme el amor cada noche!!-Mi amor, por favor – le dice juntando sus manos temblorosas, con el miedo retratado en el rostro y en la voz -, esa noche pasaron muchas cosas, necesito que te sientes, tengo que explicarte muchas cosas.-Luz, escucha a Gerard, esto es muy serio – ella mira a Dan con el ceño fruncido y lo
Mientras, en la mansión, George se encarga de sacar a los invitados, luego de que entre James y Dan consiguieran llevarse a Gerard a su habitación.Una vez en la cama, mirando al techo, Gerard pregunta con la voz quebrada.-Mi… mi hija – dice demasiado aturdido por el dolor -.-Estaba en el jardín, con Matías y Evangeline, no escuchó ni vio nada – responde Dan -.-Pero va a preguntar por su Lucecita.-Yo me encargaré de ella, no te preocupes – le dice Dan -.-James, seguridad para ella.-Está bien, lo pediré de inmediato para que la localicen – dice mientras textea a la velocidad de la luz -, y le pondré dos…-Seis, esa mujer lleva en su vientre a mi hijo – James se queda con esos ojitos bellos muy abiertos -. Sí, Luz está embarazada y ese bebé es mío.-Ok, no se diga más. Ya est&a