He vuelto, ahora terminemos con lo que empezamos...
Narra Vivian.Me miro al espejo con el vestido de mangas largas y falda corta que me compre para la boda civil, mi cabello largo en una coleta con ondas y el fleco le daba forma alguna a mi rostro con un sencillo maquillaje y una corona de margaritas.Me volteo a mirar a mi bebé que se encuentra con un trajecito beige al igual que mi vestido, la puerta se abre mostrando a Fransheca y a Margot con vestidos que almadeaban sus figuras, eran sencillos, pero por alguna razón, podrían ser caros. Me siento en la cama para poner los tazones de punta fina algo bajos para no cansarme del mismo color que el vestido.— Te ves… preciosa — sonríe la rubia de Margot sosteniendo un ramo de rosas blancas con margaritas.— Si, te ves muy hermosa, no me imagino el verte en vestido de novia, creo que a Kilian le dé algo — se ríe la pelirroja para después quejarse por el codazo que le da la rubia al mirar a Eliezer mirarlas a ambas — Ay, Eliezer es un bonito caballero, no puedo creer que sea mi sobrino —
Narra Vivian.Me acomodo cómodamente en la almohada a mi lado que para ser almohada es algo dura y respira, abro mis ojos notando que es Kilian a quien estoy abrazando, trago saliva cuando se mueve y me abraza.— Buenos días, esposa mía, veo que nuestros cuerpos se buscaron en la noche — me sonrojo por completo al escucharlo, su voz ronca de las mañanas no la había escuchado.— Cállate… — siento su pecho moverse por su risa, lo miro a los ojos y me mira, se acerca besando mi frente.— ¿Te traigo el desayuno? — pregunta sacándome de onda de pronto — O solo quieres café, ¿Eh? — asiento y se levanta yendo por el café, me siento en la cama mirando y analizando lo que está pasando, toco mi cuerpo y era obvio que no pasó nada anoche, pero no creí que fuera a despertar entre sus brazos de esta manera.Maldigo sin creer que se sintió bien despertar de esta manera, hacia años que no me sentía de esta manera, aunque todo este bien entre nosotros, aun hay cosas por resolver, pero veo que él no q
Narra Kilian.6 días después.El día de la boda llegó, no podía creer que Adolf pudiera programar todo en pocas semanas, para algunos podía parecerle la boda muy apresurada, a pocas semanas de nuestro compromiso, las parejas normalmente esperan meses o años para casarse después del compromiso, pero ahí estaba yo esperando en el altar de una gran iglesia con más de 400 invitados y con mis hermanos a mis lados mirando a las personas que se van sentados en las bancas.— Vaya, va a llover dinero del cielo y el sol será azul — bromea Káiser, mi hermano menor — O sea, es un milagro que te hayas enamorado después de lo que sucedió hace 10 años con… — levanto mi mano para que se calle. Kaspar nos mira y suspira.— Káiser tiene razón, pero al parecer, nuestra cuñada latina hizo despertar el frío corazón de nuestro querido Kilian, ¿No, Káiser? — sonríe Kaspar al hablar.— Cállense ambos — suspiro mirando a otro lado, veo a mi papá mirando su teléfono, como si estuviera revisando algo del trabaj
Narra Vivian.Me separo para mirarlo mejor algo sonrojada, a pesar de que todos se habían ido, seguíamos nosotros 3 ahí.— Respondiendo a tu pregunta, espero que sigas tu promesa, la que hiciste ante el altar — sonríe y miro a otro lado riéndome — Hablo en serio, y pues, solo pido fidelidad y sinceridad con honestidad, sobre todo, confianza… a pesar de que solo serán dos años, quiero que sea un matrimonio pacífico y bonito — mira a otro lado sin querer mirarme.Sonrío un poco pensativa por sus palabras, dándome a entender que comenzaba a sentir algo extraño en mi pecho.Algo llamado…¿Sentimientos?Lo dudo viniendo de mí que tuve que sufrir por un hombre que, pensándolo ahora, nunca valió la pena de verdad.— Bien, es hora de irnos, tenemos un viaje que hacer de luna de miel — frunzo el ceño.No creí que terminaría en una luna de miel y vaya a saber cuántos días iba a durar esa luna de miel, encima, no pensaba en dejar a mi bebé solo en Alemania mientras voy a quien sabe dónde.— Les
Narra Kilian.Observo a Eliezer viendo como come su pollo frito y luego a Vivian que también come pollo frito y me río, ambos me miran.— Estamos en París… pueden comer lo que sea… — ambos se miran y ríen.— El pollo es caro, Fritzenwalden — dice el pequeño Eliezer y me río al igual que Vivian.— Eliezer tiene razón, el pollo es caro, Fritzenwalden — dice ella igual que si hijo, no teníamos ni 40 horas de casados y todo iba de maravilla, por primera vez comenzaba a sentir lo que es ser parte de una familia, realmente no me arrepiento de no estar a solas como una luna de miel normal.Luego de terminar la comida, Eliezer termina dormido en mis brazos mientras Vivian mira las grandes ventanas que tiene el restaurante de la torre Eiffel, la ciudad del amor que nunca duerme porque la noche es joven siempre y los enamorados pueden salir a susurrarse cuanto se aman.Podía comenzar a agradecer que me dejaran plantado en el altar hace 10 años, porque si no fuera así, no hubiera conocido a Vivi
Narra Vivian.— Kilian… — gimo sin darme cuenta de su cercanía, no esperaba que entrara a la habitación justo cuando yo estaba saliendo del baño, había pensado mucho en todo lo sucedido en el puente que ahora que me encuentro frente a este hombre en solo bóxer, todo comienza a nublarse en mi cabeza.Kilian simplemente me besa y siento una electricidad cuando comienza a acariciarme la espalda con lentitud haciéndome erizar por completo la piel.— Vivian… — sus labios buscan los míos y nos encontramos, dejo caer mi toalla y lo abrazo del cuello profundizando el beso, no iba a desaprovechar el momento de volver a sentirlo bajo mi piel.Con torpeza nos guio a la cama, accede a seguirme sin romper el beso y con sus manos acariciando mi espalda desnuda haciéndome sentir cosquilleos, el beso se profundiza volviéndose más intenso de lo que ya estaba.Una vez en la cama sigue besándome y acariciando mi piel, sin dejar rastro sin tocar, sus manos pasan por mi pecho, deslizándose por mi vientre
Narra Kilian.La veo tomar de su café y sonrío.— Yo no tengo problemas con tener hijos… si algo me gusta lo tengo… cueste lo que cueste — parece sonrojarse — Pero es tu decisión, nos cuidaremos y buscaremos un método para que te sientas tranquila — asiente relajada.— Nos estamos entendiendo — asiento tomando de mi café también.— Ya vámonos — dice Eliezer sacando a rastra a Adolf de la habitación ya cambiado, al parecer va ser un largo día en Disney, nos levantamos y me pongo los lentes tomando las llaves del carro.— Bien, nos vamos, ¿Tienen todo? — pregunto, Vivian corre al cuarto y sale con un bolso también, salimos todos de la suite.(…)Vivian y Eliezer no dejaban de cantar canciones en español que desconozco por completo, pero me hacen reír por sus ánimos, Adolf solo estaba concentrado en su tablet a pesar de que estábamos de vacaciones se preocupa por el trabajo y yo también lo ando haciendo mi parte sin que Vivian me vea.— Hay una canción que me gusta en español — digo camb
Narra Kilian. Mi padre me mira con los brazos cruzados, me encontraba sentado frente a él en su casa mientras Vivian y mis cuñadas estaban en la cocina preparando el almuerzo, algo que se ha hecho todos los domingos desde hace 10 años, una tradición que ha hecho mi padre después de que todos sus hijos comenzaran a vivir solos o en matrimonio. — ¿Y bien? — pregunta mi padre, Kaiser y Kaspar se encuentran sentados a sus lados como si fueran sus sombras. — ¿Bien de qué? — pregunto en respuesta sin saber, aunque ya me estaba haciendo la idea de lo que quiere. — Dos semanas en parís, cuéntame, ¿Tendré un nieto? — mis hermanos ruedan los ojos como si esta escena ya la hubieran vivido, y claro que la han vivido ya. — Confórmate con Eliezer — me levanto listo para ir a la cocina a ver a las mujeres, evitando así más preguntas y presiones de mi padre. Una vez en la cocina veo a Eliezer sentado en la isla viendo como ellas hablan y preparan todo para el almuerzo, claro, Vivian es el centro