Capítulo 1: El inicio del viajeFernando estaba agotado, pero no podía rendirse. Llevaba semanas recorriendo hospitales en la capital, buscando a Naty sin éxito. Aquel último hospital había sido su mayor esperanza, pero una vez más, la respuesta fue la misma: "No tenemos a ninguna doctora Gómez en nuestro personal." Lo que no sabía era que Naty sí había estado allí, pero como paciente, no como doctora. Había cruzado los mismos pasillos, pero el destino, cruel e irónico, los había mantenido separados.Esa tarde, mientras se sentaba en un parque cercano al hospital, un pensamiento lo atormentaba: ¿Cómo llegamos a esto?. Recordó los días en que su relación con Naty era su secreto más preciado, una conexión tan íntima que ni siquiera compartían con los demás. Pero también recordó cómo él mismo había relegado esa relación a un rincón de su vida, sin darle el lugar que merecía.Cuando regresó al pueblo, una conversación inesperada con un compañero de la clínica lo llevó a su siguiente decis
Capítulo Caminos paralelos Fernando continuó su viaje por las ciudades costeras, siguiendo el rastro que nadie parecía tener claro. Cada respuesta negativa lo hería, pero al mismo tiempo, reforzaba su determinación. Ahora tenía un nuevo plan: se tomaría un mes, recorrería cada ciudad posible y preguntaría hasta en los lugares más insospechados. En su siguiente destino, una pequeña ciudad pesquera, Fernando encontró un pequeño hospital al borde de la carretera. Aunque no esperaba mucho, decidió intentarlo. Entró, se presentó y explicó su búsqueda. —¿La doctora Gómez? —preguntó una recepcionista con aire distraído. —Sí, Natalia Gómez. La mujer revisó un registro mientras Fernando contenía el aliento. —Aquí no figura ninguna doctora con ese nombre —dijo finalmente, sin levantar la mirada. Fernando asintió con resignación, agradeció y salió del hospital. El calor del día lo abrumaba, pero lo que realmente lo sofocaba era el peso de la incertidumbre. No podía dejar de pensar en l
Capítulo Nando en el Corazón La noticia del casamiento de Ana y Pedro se esparció rápidamente por el pueblo. La invitación llegó a manos de Naty a través de Flor, quien, con una mezcla de esperanza y nostalgia, le hizo llegar también la invitación para su propio casamiento con Gabo. —Naty, sabes que estás invitada la boda de Ana y Pedro . Me encantaría que vinieras —dijo Flor con una voz llena de emoción, aunque sabiendo que la respuesta probablemente sería negativa. Naty sonrió levemente, agradeciendo el gesto, pero negó suavemente con la cabeza. —Flor, estoy agradecida, pero no creo que pueda. Estoy cuidándome y... no quiero encontrarme con Fernando. No estoy preparada para eso. Flor suspiró, intentando no dejar caer su desilusión. —Entiendo, Naty. Solo quería que lo supieras. Si decides cambiar de opinión, siempre habrá un lugar para ti. Naty agradeció una vez más antes de despedirse. Aunque las palabras de Flor la hicieron reflexionar, sabía que no estaba lista para enfre
Capítulo Sombras del PasadoLas luces brillaban intensamente en la sala de urgencias de la clínica. Había sido un día agitado, con pacientes entrando y saliendo, cada uno con su propia urgencia. Naty, aunque agotada, seguía trabajando con la misma dedicación de siempre, moviéndose de un paciente a otro con eficiencia y una sonrisa tranquila. Sin embargo, no estaba preparada para lo que le esperaba esa tarde.—Doctora Gómez, necesitamos su ayuda en emergencias —anunció una enfermera, su voz urgente.Naty asintió, dejando lo que estaba haciendo para dirigirse a la sala de urgencias. Al entrar, el rostro de la paciente la dejó helada. Allí, en la camilla, estaba Melissa, su rostro pálido y contorsionado por el dolor.—¿Melissa? —preguntó Naty, incapaz de ocultar su sorpresa.Melissa levantó la vista, sus ojos encontrando los de Naty. Había un destello de reconocimiento, pero el dolor la mantenía ocupada.—Naty, por favor... duele mucho —jadeó Melissa.Naty respiró hondo, apartando cualq
Capítulo Las Sutilezas del Silencio Naty se movía por los pasillos de la clínica con la seguridad y la calma que siempre había caracterizado su trabajo. Sin embargo, ese día, cada paso le pesaba más de lo habitual. Tenía una cita programada para revisar a Melissa, y aunque su profesionalismo no le permitía desviar su atención de lo que debía hacer, su mente estaba inundada de pensamientos y dudas. Al llegar a la habitación de Melissa, respiró hondo antes de entrar. La mujer estaba recostada en la cama, su rostro más relajado después de los eventos de la urgencia. Su vientre, redondeado por el embarazo, se movía suavemente bajo las sábanas. —Hola, Melissa —saludó Naty con una sonrisa profesional, aunque sus manos temblaban ligeramente. Melissa le devolvió la sonrisa, pero había algo en su mirada que hizo que Naty sintiera una punzada de nerviosismo. —Doctora Gómez, gracias por venir —dijo Melissa, sentándose un poco en la cama. Su voz era amable, pero su tono despertaba una inqu
Reencuentro Pendiente Flor se había quedado helada el recuerdo de cuando escucho a Naty contarle por teléfono que Thiago le pidió perdón. Esa revelación de que Javier era el padre del bebé y no Fer, la dejó aturdida a su amiga que había pasado tanto tiempo creyendo en una mentira, en una traición que nunca ocurrió. Ahora, todo ese peso caía sobre ella, llenándola de remordimientos por no haber hecho que Natalia la escuchará desde antes ,confiando que Naty en su terquedad la iba a escuchar cuando la viera personalmente . Naty con el corazón cargado de remordimiento tenía que contarle lo que había descubierto a alguien y Flor fue su escape al dolor que sentia , sobre todo, debía saber cómo estaba Fer. —Flor , soy yo, Naty Necesito hablar contigo, es urgente —dijo Naty , con un nudo en la garganta. —Claro, Naty dime —respondió , preocupada por el tono de su amiga. —Estuve hablando con Thiago... me pidió perdón. Me contó que Javier es el padre del bebé, no Fernando . Todo lo que cr
Capítulo Amor en Pausa La boda de Flor y Gabo transcurría como un sueño hecho realidad. El lugar estaba decorado con detalles simples pero elegantes, reflejando el amor y la complicidad que los unía. Los mellizos, Manuela y Andrés, corrían entre las mesas, arrancando sonrisas a todos con su energía contagiosa. Dylan y Florcita, los hermanos mayores, observaban a los más pequeños con cariño, mientras participaban activamente en la celebración. La felicidad flotaba en el aire, cada risa, cada abrazo, era un testimonio de la alegría que compartían. Sin embargo, Flor no podía evitar sentir una punzada de tristeza. Su mejor amiga, Naty, la madrina de su boda, no había llegado. Había llamado a Naty más temprano, preocupada por su ausencia. Naty, con voz cansada, le explicó que una emergencia en el hospital la había retenido, prometiendo que la llamaría más tarde cuando pudiera. Flor aceptó la excusa, aunque en el fondo, algo no le cuadraba. Naty jamás faltaría a un momento tan importante
Fernando caminaba lentamente por las calles adoquinadas del pueblo, con la mirada perdida en el horizonte. El sol de la tarde comenzaba a descender, bañando todo con una luz dorada, pero él apenas lo notaba. Su mente estaba atrapada en un torbellino de recuerdos, especialmente aquellos que compartió con Naty. Habían pasado pocos meses desde su separación, pero para Fernando, cada día sin ella se sentía como una eternidad. El tiempo que habían estado separados había sido un sube y baja emocional. Cada momento de alegría parecía arrastrarlo de vuelta al abismo de la tristeza cuando pensaba en lo que fue y lo que pudo haber sido. "¿Por qué tenía que ser yo ,tan complicado?" se preguntaba una y otra vez. Recordaba cada pequeño detalle de su relación, desde las risas hasta las discusiones, y no podía evitar culparse por la distancia que ahora los separaba. Naty había sido todo lo que un hombre podría desear: amorosa, comprensiva, con un espíritu fuerte y una sonrisa que podía iluminar c