38. Y, ¿ahora qué?

Catalina:

Pasaron varias semanas después de haberme casado fugazmente con el hombre de mis sueños. Y si, aunque debía lidiar con muchísimas cosas, le deje en claro a Cayetano que yo no iba a reemplazar el lugar de Pilar, no sería como Carmen lo hizo con su madre y provocándole una infancia traumática a mi bodoque hermosa que, cada día crecía más, ya le había salido definitivamente el par de colmillos y eso era gracioso, aunque en el proceso estuve muy atenta porque estuvo con fiebres constantes, acudiendo al pediatra de madrugada y siendo una madre completa para esa bebé que había pasado por tanto y que también era amada por todos nosotros.

Cuando mi suegro se enteró de que nos habíamos casado en un parque de diversiones, no le extraño que su hijo se haya sentido cómodo y a gusto con esa decisión ya que lo que menos quería eran formalidades, y en eso si tenía un problema, aunque mi anillo de dulce se lo terminara de saborear María E, y fuese reemplazado por un enorme zafiro azul y u
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