Durante el viaje al aeropuerto nadie dijo absolutamente nada. Mi humor estaba terrible y parecía que sabían que si decían algo, probablemente terminaría desquitándome con ellas.Llegamos a una pista privada solo para mí y nos bajamos.—Ellos se encargaran de las maletas —dije, señalando a mis hombres—. También les enseñaran su lugar en el avión. No quiero que me jodan con su presencia.Caminé rápidamente a mi avión y fui hasta el fondo, donde tenía un gran espacio privado que utilizaba para reuniones de últimamente cuando tenía que viajar. Reuniones como esta.—Resumen —exigí minutos después de despegar. Fui a sentarme detrás de la pequeña mesa que tenía instalada, esperando a que Franco hablara.—El cargamento dirigido a El Cairo fue…robado, mataron a nuestros hombres.—Era mucho dinero, Franco —dije, pasando mis manos por mi cabello—. Era nuestro primer cargamento en ese país y lo roban —asentí, apretando mi mandíbula—. Que empiecen de nuevo, te doy tres días para que averigües qué
— ¡Aléjate de mi hija! —dijeron. Me sorprendí y volteé levantándome aun con la niña aferrada a mi cuello. —Lo siento —dije, bajándola de mis brazos—. Buscaba algo y ella me ayudó, no le iba hacer absolutamente nada a su hija. Lo menos que quería en este momento eran problemas.Solo quería entrar al cuarto de Zeynep, ¿era mucho problema? —No es mi mamá —agarró mi mano y sonrió—. Mi mamá se fue con papá, pronto vendrán por mí. Explicó y asentí. La chica sonrió incómodamente y suspiró.—Soy quien la cuida y está prohibido que alguien que no sea su familia este con ella —explicó, terminando de acercarse a nosotros—. Vamos, tengo que prepararte, pronto vendrán tus padres. —Soy familia —dije rápidamente—. La hija menor de los Aslanbey, Zeynep, ella es mi esposa. Su ceño inmediatamente se frunció, al igual que el de la niña. Estaba por hablar, pero se calló cuando la madre de Zeynep hizo acto de presencia. —Al parecer te perdiste, por favor baja —señaló las escaleras—. Te estamos es
FLASHBACK— ¿Sucede algo? —cuestioné. Mamá nunca llamaba cuando ella estaba en el trabajo—. ¿Mi hermana está bien?, ¿ya despertó? —Todo está bien con ella y no, aun no despierta —se lamentó—. Pero lo hará cariño, no tienes porqué preocuparte, ¿está bien? Suspiré profundo y asentí. Si ella lo decía lo creía, creería todo lo que su hermosa voz me dijera, siempre, sin dudar, como siempre había sido. —Está bien, si no es por Rose… ¿Por qué llamas? Estoy algo —miré al traidor que tenía amarrado en la silla y dije—. Tuve problemas con algunas cosas y las estoy resolviendo. Me rasqué con el ….. del arma incómodo. Odiaba mentirle. — ¿Quién es ese niño Noah?, ¿Quiénes son sus padres? Pensé que tenías un hospital especializado para cualquier caso que se pueda presentar con los niños que ayudas. ¿De qué hablaba? —Hasta donde sé no hay ningún niño hospitalizado, ¿de qué hablas? —apunté a su pierna achicando mis ojos y solté el gatillo.Benditas silenciadoras. Les hice señas a mis hombres
POV ZEYNEP Cuatro años antesAbrí lentamente mis ojos mientras los adaptaba a la luz de aquella lámpara, cuando pude abrirlos por completo, miré y pude encontrar a mi madre durmiendo y al lado de ella dos cunas.Intenté llamarla, pero solo salían raros sonidos de mi boca, sentía mi lengua adormecida como el resto de mi cuerpo, no podía mover absolutamente nada. Miré mí alrededor, dándome cuenta que estaba en un cuarto…en mi cuarto.—M…Ma…Mam —intenté pronunciar, las palabras no salían, pero había sido lo suficiente para que despertara. — ¡OH ALÁ! —gritó bastante conmocionada, mientras se levantaba y venia hasta mi—. Despertaste mi niña, sabía que lo harías. Serias fuerte por tu familia.Rápidamente sacó su teléfono y empezó avisar que había despertado. Mi garganta picó, notando que estaba demasiado seca pedí agua.—Ag…Agua —susurré.Fue hasta la mesa de al lado y sirvió en un vaso un poco de agua. Cerré los ojos cuando pasaba por mi garganta, era la mejor sensación. — ¿Te acuerdas
—Ten —me entregó un sobre—. Felicidades, serás papá.Retrocedí un par de pasos estupefacto.¿Qué acababa de decir? ¿Acaso había escuchado mal?Abrí el sobre que tenía en mis manos rápidamente para darme de cara con un positivo en letras grandes y negrillas.Mis manos empezaron a temblar de la impresión.—Imposible —dije, viendo el sobre y a ella una y otra vez. Sentí como un golpe seco aterrizaba nuevamente en mi vida—. Basta ¡Basta! ¡No lo soporto! ¡Es suficiente! —me agarré el cabello desesperado.Mi mundo había dado un giro de 180 grados de un momento a otro, todo se había venido abajo, no sabía qué hacer, estaba en un punto ciego y empezaba a tener muchísima ansiedad, me aterraba de mí mismo en este punto.—No tienes que decir nada —aclaró, desviando su mirada a un punto ciego—. Tal vez no lo tenga…no es mi sueño ser mamá, además recién empiezo en el modelaje y…Un flashback me llegó al oír esas palabras y mi corazón se encogió, inundándome de tristeza.“Perdí todos mis contratos
—Eres tú —dijo.Quedé pasmado ante lo que mis ojos veían, era…era ella, Zeynep. Mi amor.Abrí lentamente mi boca queriendo decir algo, lo que sea, pero no había palabras y justo en ese momento, no podía pensar absolutamente nada sino en aquel día donde murió en mis brazos, donde se había llevado todo de mí, desde mis sueños, anhelos hasta la capacidad para mostrar amor…ella se había llevado todo.La había visto dar su último aliento. Lo había dado mientras nuestros labios permanecían en lo que pensaba seria nuestro último beso.Mi pecho dolió, dolió aún más que cuando lo hizo en aquella tarde donde perdía a mi todo. Sin poder contenerme mi vista se nublo por las lágrimas, quería morir justo en ese momento mientras sus ojos me veían.No me miraban con amor, no había ni un rastro de amor en ellos y me quemaba por dentro.“Cuando nuestras miradas conectaron, me sentí morir, sentía como mi alma se iba, como mi corazón se detenía y como un río de lágrimas brotaban de mí al ver como esos oj
[…]Un día después. En cuanto el auto se detuvo salí corriendo hacia la entrada, habíamos tenido problemas en el vuelo y recién ahora llegaba a casa. Estaba tan cansado mentalmente pensando en las posibles personas que podrían tener a mi hermana, eran más de 50 y la lista seguía subiendo.Sofia era mi niña, ella había hecho de mi proceso algo más llevadero, estuvo conmigo en todo, fue y es mi felicidad, era un nervio que si tocaban explotaba. Todos mis demás problemas estaban en pausa, excepto la enfermedad de mi hijo quien era vigilado las 24 horas.Abrí la puerta y fui rápidamente donde escuchaba los gritos de mi madre, cuando entré toda la familia se encontraba reunida…incluida ella.—Mamá —la llamé, sintiendo mi alma rota al verla en ese estado—. No llores por favor.Se acercó hasta mi desesperada y me agarró fuertemente de los hombros.— ¿Dónde estabas? Tu hermana te necesitabas y no estabas —me recriminó entre dientes—. Eres el rey de esta mafia, nada puede pasar sin que tú lo
—De que Elena Lambert no es su verdadera madre biológica, en realidad solo era una joven pobre quien mi abuelo secuestró y convirtió en su mujer, no sin antes matar a sus dos únicos hijos…Esteban y Marco —confesé lo que sería el principio de la destrucción de mi abuela.Gabriel y Adam quedaron atónitos, sus ojos me demostraban cuan sorprendidos estaban, ambos voltearon a ver a Elena con sus ojos empañándose de lágrimas.—Mama —dijeron al unísono.Ella se levantó con esfuerzo negando levemente mientras se acercaba a los dos y agarraba sus manos.—Ustedes estuvieron aquí —señaló su vientre—. Soy su madre, la que estuvo siempre a su lado, estuve cuando ambos tuvieron miedo y acabé con todo lo que les pudiera causar molestias. No soportaré mas esas miradas de confusión. Tienes que detener a tu hijo Gabriel, no soportaré calumnias de este tipo. No quedó bien mentalmente desde la muerte de su esposa, ¡QUE LO ENCIERREN!Adam me miró y supe que quería matarme en ese momento.—Sabias que diría