No podía dejar de pensar en que posiblemente estuviera sufriendo, teniendo frio o pasando hambre, la mente me torturaba con los peores escenarios de mi hermana siendo golpeada o en el mayor de los casos brutalmente violada.Suspiré profundo y negué, a ella no la podrían tocar, las personas no serían tan suicidas como para hacerle eso a la hermana de alguien como yo. Ni una piedra se salvaría de yo revisar debajo de ella; la encontraría sana y salva.Sofia había sido entrenada, tal vez no como Emma y Mia, pero sabía qué hacer en posibles situaciones donde su vida peligrara, sabia encontrar la manera de comunicarse, ella era inteligente, tendría que tener mis ojos puestos en todo el mundo para alcanzar a ver su señal, ella me daría una señal para rescatarla.—Claro que lo hará —abrí la puerta de casa, encontrándola sutilmente en silencio.Había pensado que al Zeynep estar con sus hijos, habría algún ruido, pero no, estaba como siempre…fría y helada estas cuatro paredes.Subí rápidamente
Parpadeé varias veces atónito, ¿ella lo había dicho?— ¿Nuestro hijo? —pregunté sorprendido. ¿había recordado?, ¿me recordaba? —. Nuestro hijo.Reafirmé.—Oh Alá, tantas veces escuchándolo que ya hasta estoy alucinando como tu —negó suspirando—. Quiero ver a mi hijo.Fruncí mi ceñó y ladeé un poco mi rostro para observarla. Sonreí cuando supe lo que había pasado, mi amada esposa tenía celos.—Hablaremos después, Aysel —anuncié y fui hasta Zeynep, quien no dejaba de mirarla.Pasé por su lado sin decir nada, era su decisión si se quedaba a observarla.—Deja de caminar tan rápido —escuché que decían por atrás. No pude quitar la sonrisa en mi rostro aun cuando ya nos encontrábamos en el automóvil, saber que sentía celos era algo, era una afirmación a ese sentir tan grande que tenía en mi corazón.— ¿Quién es ella? —preguntó de repente. Alce una ceja sorprendido, juraría que la Zeynep de antes no sería capaz de hacer una pregunta como esa. Volteé a mirarla—. Tal vez se enoje porque te fui
Caminaba de un lado a otro nervioso, no podía quitarme esa imagen tan aterradora de Camila en el baño…estaba llena de sangre y lloraba desconsoladamente, era algo que tardaría en procesar. Verla en ese estado me había dado un miedo terrible, no quería que le pasara nada malo a ese bebé y menos a ella.La había envuelto en unas sabanas y cargado para traerla con tía Olivia, quien se encontraba justo en este momento atendiéndola.¿Y si había perdido al bebé?—No pienses en eso —susurré.La puerta fue abierta y sentí como mi corazón se detenía de a poco. Su rostro estaba neutro y ya empezaba a imaginarme lo peor.—Tía —susurré—. ¿El bebé…está bien?Se cruzó de brazos y dio un largo suspiro.—Está bien, ambos están bien, pero tendrá que estar monitoreada las veinticuatro horas del día hasta que cumpla los siete meses, su útero es muy débil y con el menor golpe o fuerza podría tener un aborto.— ¿Qué quieres decir con todo esto? —pregunté asustado.—Va a estar en cama y en silla de ruedas
—Eso es todo por ahora, cuando salgan los exámenes los abriremos juntas, ¿está bien?Asentí a lo que dijo, aunque no quería dejar solo a mi bebé, era necesario si quería realizarme los exámenes. Me levanté de la silla al mismo tiempo que la puerta se abría y por ella entraba Noah.Mi corazón saltó al verlo, bajé mi mirada y respiré profundo.—Gracias, iré a ver a Eidan —pasé por su lado dispuesta a irme cuanto antes de aquel lugar, estar cerca de él me afectaba, no podía controlar mi cuerpo.Me agarró suavemente del brazo, deteniéndome.—Yo los dejaré un momento —dijo rápidamente Ana, quise oponerme, pero simplemente no podía hablar al ver cómo me miraba, su mirada me atraía mucho más de lo que me gustaría admitir.¿Qué me pasaba con este hombre, Alá?—Te-Tengo que…que ir a… —cerré mis ojos, sintiendo como mi rostro se calentaba, no podía hablar correctamente—. Eidan.—Eleonor y Zaid te necesitan —abrí mis ojos, viéndolo nuevamente. Tenía una sonrisa en su rostro—. Alguien de confianz
Mi corazón se detuvo y me sentí desfallecer al escucharla decir aquella frase que me había roto por completo, pero que esta vez había reconstruido lo que años atrás había dado por perdido.Quería hacer tantas cosas, que solo me quede estático en mi lugar. Mi ser gritaba eufórico, pero yo solo estaba ahí, quieto como una estatua, pero llorando como nunca antes.—Dime que recuerdas, que me recuerdas o juro que moriré —susurré.Su mirada cambió completamente y fue mucho para mí, cerré mis ojos y un tembloroso suspiro salió, cuando los abrí de nuevo, seguía ahí, no se había ido y por un momento pensé que estaba imaginándolo.Su mirada había vuelto, podía ver nuevamente el amor en ellos.—No recuerdo todo, tengo lagunas, pero —se detuvo, acercándose con nerviosísimo—. Te recuerdo…a ti, amándome y haciéndome sentir la mujer más feliz del mundo, espero sea suficiente hasta ahora.No respondí, no pude, mis ganas por besarla eran mayores.Agarré delicadamente su rostro entre mis manos y junté
Ömer había sido llevado al quirófano hace más de dos horas, y yo había aprovechado el tiempo para estar con Eidan, por suerte estaba despierto y habíamos estado jugando con los juguetes que había mandado a traer para él.Quería que mi hijo se sintiera lo más cómodo posible.—¿De quién es esa guitarra? —fruncí mi ceño al verla, no me había percatado de ella. Estaba en la esquina de la habitación.Era la guitarra que Ethan me regaló en uno de mis cumpleaños pasados, tal vez Ana la había traído.—Es mía, es un regalo de cumpleaños —fui hasta ella y la agarré, llevaba semanas sin tocar.—Tengo sueño, ¿puedes tocar para mí? —volteé a verlo, siendo imposible negarme a tal petición y sonreí al recordar aquella canción, era perfecta.—Te voy a dedicar una canción —me senté en la orilla de la cama, quedando frente a él. Contemplar cada facción suya era algo que empezaba amar—. Es una canción que amo y es para ti y tus hermanos.Este sonrió, verdaderamente estaba emocionado por ello e hizo que
POV ZEYNEP.Una semana después. —¿Es normal que no quiera estar alejada de ti? —preguntó, mientras acariciaba su cabello.Ahora no solo tenía tres hijos, Rose se había sumado y era la numero cuatro. El reencuentro fue algo hermoso, ambas lloramos y hasta el día de hoy, aun se le hacía irreal que estuviera viva.Cada mañana cuando se despierta viene a mi cuarto asegurarse de que aun siga con ellos.Intentaba adaptarme nuevamente a mi vieja vida, pero era un poco complicado, mis recuerdos llegaban poco a poco, haciéndome entender algunas cosas de las que estaba confundida.—Claro que sí, pasamos mucho tiempo alejadas —respondí sonriente.—No sabes cuánto te extrañé, Sofia me ayudó muchísimo a sobrellevar tu partida y ahora tú me ayudas a sobrellevar su ausencia, que irónico —empezó a llorar, levantándose y abrazándome fuertemente—. Gracias.—No tienes que agradecer cariño, te amo mucho y sé que Sofia muy pronto estará con nosotras, Noah la encontrará…él siempre cumple sus promesas.Se
Toqué la puerta y esperé a que respondiera. Estaba un poco estresado y cada vez me sentía peor al tener que esconderle esto a Zeynep.Se lo diría pronto.—¿Camila? —pregunté, tocando de nuevo, pero no recibía respuesta por parte de ella—. Camila voy a entrar.Abrí la puerta, pero no había nadie en la cama, lo que me empezó a preocupar. Según la enfermera tenía que estar aquí acostada. ¿A dónde podría…Caminé hasta el baño y abrí la puerta sin tocar.—C-Camila, ¿estás bien? —pregunté atónito, al verla sentada en la tasa del inodoro.—Me…Me duele al levantarme, pero por favor no me mires —se tapó el rostro, sus orejas estaban rojas—. Por favor llama Andrea, necesito levantarme.—Camila, estoy aquí…yo puedo ayudarte, no te tiene que dar vergüenza, ¿está bien? —iba a negarse, pero me adelante—. Cerraré mis ojos y tu solo agarra la pretina del pantalón, así podrás colocártelo cuando estés de pie.—No es nada que no hayas visto antes —susurró, pero hice caso omiso a su comentario y aun as