~ Leo ~Todo había estado muy mal durante mucho tiempo. Me había negado a rechazar a Amanda, hasta que me tocó vivir con ella y tocarla incluso durante el embarazo, me sentía tan mal que, muchas veces, me pregunté qué estaba haciendo con mi vida. Y todo se puso peor cuando Tamia me dejó, creí que nunca volvería a encontrar el amor, pensé que ese era mi final y que nunca sería feliz, ya que había desperdiciado mi oportunidad con ella por culpa del destino.Cuando pensé que seguiría adelante sin sentir amor, el destino me sorprendió con una mujer llamada Amelia. Recordé cuando la vi de pie junto a la mesa de tocador en mi habitación, cubierta de hollín y con las joyas de Tamia en sus manos, recordé todo lo que pasó esa noche.Luché contra mí mismo para no dejar que el vínculo del destino me controlara y gané. Aunque rechazarla fue una estupidez, debí haberme dado el tiempo de conocerla para decidir qué hacer, fui muy impulsivo. Ahora, estaba agradecido de que el destino me hubiese atado
Sabía que a Amelia no le gustaba ser el centro atención y eso la haría sentir rara."Y.... será que eso puede esperar?" Me preguntó suavemente, pero le dije que no."Si no te importa me gustaría que la boda sea lo antes posible, mientras tanto, quiero que la gente entienda que no estoy soltero y que también empieces a asumir tus responsabilidades como Luna." Le dije con dulzura, pero vi que empezaba a preocuparse."¿Y si no puedo hacerlo?" Preguntó, por lo que suspiré."Claro que puedes, lo hiciste cuando estábamos en el Norte. Te llevaste bien con todos, manejaste la situación con inteligencia y te mantuviste fuerte en todo momento. Tienes un corazón bondadoso, eres paciente, además eres como una luz, que ilumina cualquier lugar al que llega. Ese es el trabajo de una Luna, es lo que ya hiciste y sigues haciendo sin ningún esfuerzo, eres todo el apoyo que necesito como Alfa." Le dije, poniendo mi mano sobre la suya."No tienes que hacer las cosas exactamente como las hacía Tamia, crea
En realidad, ,e sorprendió verlos a todos allí, ya que ese no era un comportamiento habitual en mí. Rara vez convocaba reuniones y acababa de regresar del Norte después de quedarme allá más tiempo de lo normal. Era lógico que estuvieran ansiosos y tal vez, un poco preocupados porque podían pensar que algo grave estaba pasando.La gente me saludaba con mucho aprecio mientras caminaba de la mano con Amelia entre la multitud. Subimos al escenario y Casper les indicó que guardaran silencio porque les iba a hablar."Manada de la Montaña." Comencé, la gente me gritó, “Alfa”, con emoción."Quiero agradecerles a todos por haberme apoyado durante los momentos más oscuros de mi vida, han sido muy amables y maravillosos conmigo." Les agradecí, ellos aplaudieron, felices."Esta manada ha estado incompleta durante dos años. La reina Tamia cuidó de ustedes y se aseguró de que todo funcionara, apoyándolos a todos cuando era nuestra Luna. Todos saben lo que pasó, y de repente, esta manada quedó incomp
~ Leo ~La noticia de que tomaron el territorio de Kyle me dejó sin palabras. Amelia y yo regresamos a casa, mientras ella iba a la habitación, le conté a Max, quien se quedó igual de sorprendido que yo. "¿Quién se atrevería a desobedecer las órdenes del Rey?" Preguntó Max, sabiendo que Sylvester le había prohibido temporalmente a todos los Alfas adueñarse de otros territorios. Se suponía que sería así hasta que pudiéramos demostrar que los dos Alfas en cuestión habían ganado sin hacer trampa, ya que sus oponentes los habían acusado de haber sentido un efecto parecido al de la plata cuando pelearon en el duelo de Alfas. "Alguien o algunos que se sienten más poderosos y que no deben obedecerle a Sylvester." Respondí, Max se quedó pensativo. Si eran unos rebeldes que no respetaban las leyes, estábamos en un problema aún más grave, porque cualquiera podía ser el siguiente. "También podría ser que Kyle se haya puesto a pelear con alguien y haya terminado mal, tú sabes cómo es él.
"Búscalo tú mismo, Kyle, no voy a permitir que le hables así a mi Luna." Le advertí. Él se quedó atónito, miró a Amelia, luego volteo a verme."Está bien, Leo. Le traeré un whisky, se nota que lo necesita." Intervino Amelia sonriendo. Pude ver que le preocupaba la situación y no se dejó afectar por el comentario de Kyle. Ella era todo un tesoro, pero que a Amelia no le afectaran las cosas no significaba que yo permitiría que alguien le faltara el respeto, cualquiera que tratara de meterse con ella tendría que enfrentarse a mí primero. Amelia le trajo el whisky e hizo que se sentara en el sofá, luego fue a su antigua habitación y trajo una toalla húmeda que colocó sobre sus hombros, tras eso, vi cómo Kyle se relajaba, la miró y sonrió."Gracias, Luna." Le agradeció, me pregunté cómo supo que eso lo calmaría."¿Cómo lo supiste?" Le pregunté por el vínculo."Casi siempre viajaba en forma de lobo y llevaba mi ropa en la boca. Pero cuando veía un lago o un rio me metía, porque cuando corr
"Sí, Kyle. Primero tengo que investigar." Le dije, pero él no estaba de acuerdo."Tienes que recuperar esas tierras, Leo." Me exigió Kyle, así que le fruncí el ceño."Linda se va a enojar mucho, Leo. No quiero que se ponga brava conmigo." Dijo y casi me reí, se notaba que le tenía miedo a su exesposa."Una cosa es mantener sus tierras porque algunos miembros de mi manada vivían ahí, pero perderlas ante unos extraños es otra cosa, Leo. Theodore me va a matar. Por favor, aunque sea la parte de Linda, mientras que el resto de mi manada se quedan aquí en la Montaña, lo consideraría un gran favor." Pidió con vehemencia, pero abrí los ojos y negué antes de que pudiera continuar."¡¿Qué?!" Exclamé.Kyle tembló un poco antes de calmarse."No puedes traer a tu gente aquí." Dije, sabiendo que ya estábamos muy apretados."Por favor, Leo, no tienen a dónde ir, son un poco más de cien. Les he dicho a los demás que busquen asilo con el Alfa Corrigan porque no me respondió cuando lo llame y supongo
~ Leo ~Cuando llamé a Theodore, timbró una y otra vez, pero no contestó, así que volví a marcar su número. Me pare del sofá y fui a mi habitación para poder hablar a solas con él. Le hice una seña a Amelia para que viniera conmigo, no quería dejarla sola allá con ellos. Kyle y Max no serían una buena compañía, porque simplemente la ignorarían mientras ellos hablaban de todo lo que les había pasado y la verdad es que necesitaban ese espacio, yo tampoco quería que Amelia se sintiera excluida.Ella vino conmigo al cuarto. Tenía el celular en la oreja con una mano y con la otra la acerqué a mí para besarle el cuello. Sí, estaban pasando muchas cosas malas, pero no iba a perder ni un segundo al lado de Amelia.Theodore finalmente respondió la llamada y preguntó, "Oye, Leo. ¿No pudiste alejarte mucho del Norte, eh?"Me reí un poco."No mucho, Theo. La verdad, te estoy llamando para informarte que la manada de Kyle fue invadida por unos tipos que los atacaron con polvo de plata, a algunos d
"Linda está muy emocionada de que vayamos al Este. Creo que en esa semana se hizo muy amiga de Amelia, tanto que ahora se la pasa hablando de ella y la verdad es que cuando ustedes se fueron ayer, ella se quedó llorando. Además, yo también quiero ir al Este, necesito un cambio de aires y un buen misterio por resolver. Esas reuniones del consejo ya me tienen fastidiado." Dijo riendo. Me alegró ver cómo se tomaba el asunto tan a la ligera. Ojalá el problema fuera tan pequeño como lo hacía parecer porque, yo no necesitaba ningún misterio que resolver en ese momento, solo quería tener una boda, hijos y un final feliz, no ese asunto del polvo de plata.Poco después nos despedimos y colgué."¿Cómo te fue?" Preguntó Amelia. Estaba sentada al pie de la cama, esperando que colgara.Ella tampoco parecía preocupada, solo tenía la cara seria y una mirada de lástima, pero era por Kyle. Me acerqué a ella y le toqué suavemente la nariz y sonrió."Lunita linda, ya eres toda una Luna del Este. Cuidast