~ Tamia ~Me desperté bien temprano a las cinco de la mañana, pero era lógico, ya que me había acostado temprano. También, tenía un hambre de lobo feroz porque no había cenado. A través del enlace mental, le dije a alguien del personal que me trajera un sándwich para poder comer algo antes del desayuno.A decir verdad, me aterraba el desayuno.Saber que Leo y Devin estaban en la hacienda me ponía nerviosa, ¿cómo iba a verlos de frente? Con Devin la situación era algo incomoda, pero era el menor de mis problemas, con Leo era completamente diferente; no podía soportar ver el dolor en sus ojos, podía notar que estaba sufriendo y aunque, ya no estaba enamorada de él, aún había algo que nos unía. Fue mi mejor amigo y pasamos por muchas cosas juntos, además, cumplió todas las promesas que me hizo, excepto una. Así que no sabía qué hacer."¿Qué te sucede?" Escuché la voz adormilada de Sylvester.No me había dado cuenta que estaba caminando de un lado para otro en la habitación hasta que me h
"Mi Reina..." Me llamó Sylvester y me sacó una risita. Me emocionaba el camino que habíamos decidido tomar.Se inclinó para besar mi vientre y sentí mariposas en el estómago. Su marca en mi muslo me provocó un cosquilleo y Kaira llamó a Knight. Cuando Sylvester me miró, sus ojos estaban llenos de hambre y deseo, esa hambre y deseo era por mi ser, por mi cuerpo y por mi alma.Siguió bajando, se detuvo en mis muslos, me lamio cada centímetro de estos hasta que ya no me contuve, luego separó mis piernas para darme el placer que yo tanto anhelaba, yo lo quería sentir dentro de mí."Métemelo por favor." Gimió Kaira, impaciente e indecente, él gruñó antes de meter su verga dentro de mí y comenzar a moverse como solo él lo sabía hacer.Nos lamimos, chupamos, lo cabalgué, me montó e hicimos de todas las maneras posibles, durante dos horas hasta que ya las fuerzas no nos dieron para más y el cansancio de nuestros mutuos jugos ya nos había alcanzado. Supuse que el sándwich que pedí había llegado
Después de que Leo dijera que yo era su esposa, todos se quedaron en silencio.Miré a Sylvester para asegurarme que no estuviera bravo, y sentí que Knight estaba intentando liberarse. La alianza era importante, así que coloqué mi mano sobre su pierna, no quería que esto la arruinara."Me equivoqué." le dijo Leo a Sylvester, disculpándose."Ya no lleva mi marca. Perdón. Por favor, ignóralo." suplicó. Acaricié suavemente el muslo de Sylvester para que Knight se calmara.Leo miró a Jake con enojo."Ayudé a tu pueblo, ¿Cómo pudieron envenenar a Tamia? ¿por qué?" preguntó, obviamente molesto."Iris actuó por su cuenta, Leo. Eso ya pasó." le dije, y lo escuché decirse a sí mismo que se calmara."¿Cómo así? ¿Tu hija envenenó a Tamia cuando estaba en Brighton?" preguntó Devin, dirigiéndose a Jake. A Devin no le causó gracia, y el pobre Alfa parecía estar en problemas."Por favor, ya pasó, olvídenlo. Jake nos ha ayudado mucho. Como dije, Iris fue la que lo hizo sola, y creo que fue porque esta
~Tamia~Suspiré, me giré, y ahí estaba Leo acercándose con determinación a mí.Avery sonrió, sabía que yo deseaba a toda costa evitar a Leo."Nosotras ya tuvimos este incomodo momento con nuestros ex, ahora te toca a ti..." dijo Linda, riéndose de mí, y antes de que pudiera responderle, ella y Avery se alejaron riéndose. Así son ellas."Hey..." dijo Leo suavemente cuando por fin estuvo frente a mí."Hola." respondí, y él suspiró."¿Podemos hablar a solas en la sala? Prometo que no te voy a quitar mucho tiempo." Dijo con expresión sincera, y yo asentí.Todo había cambiado, mi corazón lo había dejado atrás."Por supuesto" le dije, y lo guie a la sala de Sylvester."Sylvester dijo que podíamos ser amigos..." comentó mientras caminábamos. Lo miré, con duda."¿Lo dices en serio?" le pregunté, y él asintió."Sí. Dijo que tenemos un pasado juntos, y que no quería borrar eso. Además, dijo que confía plenamente en ti." dijo, y sonreí, sabiendo para mis adentros que era cierto.Entramos a la sal
"Tamia, por favor, no me niegues la oportunidad de al menos ser tu amigo. Nunca jamas en la vida volveré cometer el absurdo error de traicionarte y siempre estaré ahí para apoyarte.Anhelo y deseo con mi corazón que sepas que bendigo de verdad tu matrimonio, y les deseo a Sylvester y a ti lo mejor." Exclamó Leo, suplicándome con sus ojos, y lo abracé, mientras los dos llorábamos.Mi corazón estaba alegre y roto al mismo tiempo, eran sentimientos indescifrables en mí. Leo lentamente envolvió sus brazos alrededor de mi cintura, y sentí cómo inhalaba lentamente mi aroma. Ese sería el último momento juntos, antes de que por fin cerráramos ese capítulo de nuestras vidas.El abrazo duró unos instantes más, y luego me aparté. Sentí que era momento de hablarle sobre Amanda. No iba a forzarlo, pero necesitaba decirle lo que pensaba."Leo" dije cautelosamente. Mientras el me miraba fijamente con los ojos ya hinchados."Amanda" mencioné. De inmediato se puso tenso, y quiso interrumpirme."Por fa
~Tamia~Entré en la habitación de Lily y la encontré acostada en la cama. Se sentó inmediatamente, y su compañera de cuarto salió rápidamente, para dejarnos a solas."¿Cómo te encuentras Lilly?" le pregunté, fingiendo que no me había enterado que era una traidora de mierda."Luna." respondió. Acerqué una silla y me senté justo frente a ella."¿Qué haces allí acostada?" le pregunté, y se encogió de hombros con fingida inocencia."No hay mucho que hacer hoy." respondió, y levanté una ceja."¿No deberías estar en el estadio en Lucland? ¿No se supone que deberías ayudarme a obtener información sobre Gezel y los demás?" le pregunté, y asintió."Hoy Gezel no irá al estadio, así que me quedé en casa." Explicó fingiendo tranquilidad, y sonreí."¿Sabes para qué usaron los sellos que les diste?" le pregunté, y negó saberlo."¿Tienes algo importante que decirme?" Le pregunté, pero volvió a negarlo. Suspiré, dejándole claro que estaba molesta."Hicimos un trato, Lily. Para conservar tu vida y libe
"Creo que no estamos hablando del mismo hombre, Lily, pero quiero que sepas que no me importa lo que pienses de él." Le dije con sinceridad, sabiendo que era la mejor forma de callarla."Tamia, por lo que más quieras por favor" suplicó retorciéndose, mientras Wilson la llevaba al cuarto preparado."Cuélguenla." le ordené a Wilson, y este me miró asustado. "¿Te lo tengo que repetir, Kappa?" le dije con firmeza, y él rápidamente dijo que no. Supongo que cuando Theodore le dio unos golpes de mi parte, el tipo aprendió y quedó manso conmigo.Se movió con rapidez y agilidad, y lo observé atar sus manos a la barra colgante del techo."Pongan un banco debajo de sus pies para que se sostenga." ordené con furia en los ojos, y Lily comenzó a llorar desconsoladamente otra vez."No hiciste esto con Sofía. Por favor te lo pido, solo enciérrame." suplicó, y yo me reí. "¿Sabes cómo se ve un traidor?" le pregunté, y siguió llorando."Me arrepentí de lo que hice, y los delaté. ¿Por qué me haces esto
~ Tamia ~Nunca olvidaré la noche en la que mi maravillosa vida se convirtió en un completo desastre. No puedo sacar de mi mente el momento en que todo cambió.Mi esposo y yo fuimos a una fiesta a la que no quería asistir, pero Casper, un beta amigo de Leo, era el anfitrión y él estaba decidido a honrar su invitación a toda costa. Debí haberle suplicado un poco más que nos quedáramos en casa, pero quería ser una esposa comprensiva, así que decidí seguirlo y ese fue mi peor error.Leonardo Albert era mi esposo y el alfa de la Manada de la Montaña, lo que me hacía ser conocida como Tamia Albert, la Luna de la manada. Leonardo me eligió para ser su Luna cuando tenía diecinueve años. En realidad, empezamos a salir cuando yo tenía diecisiete y él veintiuno, aunque no llegamos a la intimidad física, ya que, aún no tenía la edad para eso, nos enamoramos de todos modos y juramos permanecer juntos.Muchas de las mujeres de la manada me odiaban porque él solo tenía ojos para mí y no es que yo