~ Sylvester ~ Me sentí más tranquilo después de que hice el amor con Tamia, pero no podía quitarme la sensación de que todo se me estaba saliendo de las manos. No quería ser un hombre cruel como mi padre, pero parecía que la gente quería que sacara lo peor de mí.Me pregunté por qué no podía tener una vida tranquila, una vida en la que pudiera gobernar en paz y criar a una familia. Mi mujer estaba esperando un bebé, y se acercaba nuestra boda. ¿Por qué ahora? ¿Por qué mi vida no podía ser normal?Miré a Tamia sin saber qué decirle, ella se merecía algo mejor. Se merecía paz y yo solo tenía una montaña de problemas sin resolver. ¿Cuándo iba a parar esto? Solo necesitaba saber quién estaba detrás de todo esto y así volvería a tener paz, pero las personas que me estaban jodiendo la vida y la de mi pueblo eran astutas y estaban bien ocultas.Miré a Tamia, aunque lo que decía tenía sentido, dudaba que funcionara. Esas personas necesitaban una mano más firme que la de la ley para rendirse.
Había sido amable porque no quería que Tamia me viera como un monstruo, pero ellos ya se habían pasado de la raya. Ya no iba a ser tan amable con ellos, especialmente con el consejo, que eran de mente cerrada, además, tenían opiniones obsoletas y sesgadas sobre cómo debían hacerse las cosas.Tamia se levantó."Necesito limpiarme y cambiarme la ropa interior para que podamos salir." Aclaró y mientras se levantaba paso con sus nalgas descubiertas, así que aproveche para darle una palmada en esas nalgas que tan loco me volvían.Enlacé mentalmente a mis amigos para que nos viéramos y respondieron que en unos diez minutos. No tuve que preguntarme por qué tardaron tanto, estaban tan preocupados como yo, nadie quería guerra. Antes, cuando no teníamos relaciones sentimentales, era más fácil, pero ahora teníamos compañeras, además, Theo y yo seríamos padres pronto. Queríamos estar presentes para nuestras parejas y nuestros hijos, por lo que ir a la guerra ya no sonaba tan fácil como antes.The
"Leo, me sorprende que llegues hasta este punto por tus Alfas." Expresé, sintiendo un poco de enojo."Me hace preguntarme cuáles son los valores que defiende el este. Me habría impresionado sí hubieras hecho algo para rescatar a Avery de Max, quien golpeaba a su loba sin piedad y la trató como una mierda." Añadí, él bajó la mirada, avergonzado."¿Dónde estaba tu espíritu de liderazgo en ese entonces, Leo? ¿Estabas demasiado ciego para notar que esos hombres maltrataban a sus esposas? ¿Sabes lo que Kyle le hizo a Linda?" Le pregunté, pero siguió mirando el suelo."Le quitó su dinero, también sus tierras, y como si eso fuera poco, permitió que sus hombres la usaran y abusaran de ella porque él había conseguido un nuevo juguete. ¿No sabías o no querías hacer algo para defenderlas? ¿Dónde estaba tu valentía en ese momento? ¿Por qué no hiciste que el este fuera un lugar seguro para estas mujeres? ¿Por qué no las rescataste de esos monstruos? Ahora que están felices y seguras, ¿quieres devol
~ Sylvester ~Leo y yo nos sentamos en el palco vacío y pasamos al menos una hora discutiendo sobre Max y Kyle.Me sorprendió descubrir que no sabía de cómo maltrataban los alfas a sus lunas y también me impactó saber lo extremadamente democrático que era el sistema de justicia en el este.Debido a la naturaleza de lobos, necesitan un líder, uno al que escuchen y sigan sus órdenes, en realidad, no pueden lograr mucho cuando se les da demasiada libertad de elección. En un sistema así, personas como Kyle y Max podían salir impunes de muchas crueldades, como ya lo habían hecho. Los lobos necesitan mano firme y un camino para seguir. Aunque Leo no era débil, como había pensado al principio, su entorno lo hacía parecerlo. Su sistema democrático tenía muchas fallas, lo que permitía que la gente se involucrara en los asuntos de otros sin ser castigada. Si Kyle y Max tenían poder para decidir si Amanda debía estar o no en casa de Leo, era obvio que votarían a favor, porque ellos querían tene
"Y para mi mala suerte, ella le dijo a su padre que yo la había aceptado y tomado como mi compañera, así que me obligaron a meterla en mi casa. Ramsey me pidió varias veces que lo hiciera, al no ceder hasta me amenazó. Cuando eso no funcionó, empezó a buscar el apoyo de otros alfas para declararme la guerra. Alegó que yo atenté contra el honor de su hija y que me había aprovechado de ella, así que se convocó una reunión y me dieron una semana para aceptarla en mi casa, de lo contrario vendrían por mí. Para ese entonces, mi matrimonio con Tamia ya estaba empezando a desmoronarse, ella había perdido la esperanza en nosotros. Mi lobo ya no la quería y ella lo sabía, así que dejé que Amanda se quedara en mi casa. La ignoré por un tiempo, pero una noche, mi lobo, abrumado por el vínculo y el aroma de mi compañera, tomó el control mientras yo dormía y me llevó a la habitación de Amanda para reclamarla. No supe lo que había pasado hasta que ya nos habíamos reclamado mutuamente y era demasiado
Leo sonrío y me miró."Soy un completo idiota." Exclamó y me puse de malhumor al escuchar cómo se trataba a sí mismo."En una de nuestras discusiones, le dije a Tamia que no era mi culpa haber encontrado a mi compañera destinada, pero ella, con toda la razón, me dijo que no me comprendía. Honestamente yo creía que había hecho lo correcto, que por lo menos había intentado alejarla. Ahora me doy cuenta de que solo fui muy débil. Después de verte a ti renunciar a tu compañera destinada por ella sin pensarlo dos veces y ahora escuchar que ella hizo lo mismo, sé que fui un estúpido." Decretó."Está bien, después de todo, las cosas pasa por algo y estamos donde se supone que debemos estar." Le dije de forma tranquilizadora, él asintió, aunque sus ojos decían otra cosa."¿Puedes contarme algo sobre Ramsey? Me parece que fue demasiado lejos al amenazarte para que vivieras con su hija." Indagué, tratando de hacer que mis preguntas encajaran en el flujo de la conversación.Quería que me respondi
~ Sylvester ~Leo y yo habíamos estado un buen rato en el palco hasta que llegó el momento de reunirnos con nuestras familias, así que nos marchamos.Mientras Leo me acompañaba al palco de mi familia para saludar a Tamia, aparecieron Max y Kyle. Era obvio que habían estado caminando por ahí y esperando el momento adecuado, pero Leo les hizo un gesto para indicarles que yo no estaba de acuerdo."Su eminencia, creo que una compañera destinada es más valiosa que una elegida. Pensamos que sería más..." comenzó Max, pero lo interrumpí solo con mirarlo."Tienes bastante suerte de que estoy de buen humor, Alfa Blanch. Recuerda que aún no se ha borrado de mi memoria el hecho que atacaste mi hacienda con tus hombres." Le recordé, haciéndolo guardar silencio."Además, el tributo no funciona de esa manera, no puede haber un intercambio y como puedes ver, las mujeres han seguido adelante. Avery está feliz y se casará con Marcel Sidorov cuando llegue la luna azul. Linda, por su parte, tiene cuatro
"Y Wilson también." Dijo Tamia, pero no supe cómo responder. Porque Wilson fue el que le dio una cachetada cuando llegaron al Norte. A pesar de que lo regañe por eso, me preguntaba si Tamia lo habría perdonado."Está bien, amor. Me acuerdo de aquel golpe rompe-mandíbulas que le dio Theodore el día que llegamos, me alegro ver eso." Dijo riendo, así que me sentí aliviado."Él también, confío en él." Confesé y me besó la frente como diciendo que eso era tierno.En ese momento, Marcel entró a mi oficina, seguido de Theo. Sabía que estaban ansiosos por saber sobre la conversación con Leo.Avery y Linda también entraron, claramente buscabas a Tamia. A pesar de eso, ella permaneció sobre mi pierna y no quería que se moviera porque lo tenía tan duro como una piedra y estaba intentando mantener la calma, para no hacerle el amor. Su aroma cítrico era abrumador y por ahora estábamos tratando de esconder el hecho de que éramos compañeros destinados."¿Qué pasa con Gezel?" Preguntó Marcel."Primero