~ Leo ~ Max, Kyle y yo, llegamos al Norte junto a nuestros compañeros del equipo de polo, algo nerviosos para decir la verdad. No teníamos idea de cómo jugar, pero sabíamos que Sylvester jugaría polo y Kyle quería discutir el intercambio de Linda por Rebecca. Max pensaba hacer lo mismo, milagrosamente concluyó que necesitaba a Avery y no a Michelle. Intenté hacerlos cambiar de opinión, pero se negaron a escuchar, y como líder del este, era mi deber apoyarlos, aunque sería una tortura porque no podía soportar ver a Tamia con el Lord de los Lobos. Sabía que le había enviado una carta de despedida, pero mi corazón culpable no podía decir adiós, ella lo era todo para mí y no había forma de que la superara. Quise venir con Amanda para que no estuviera sola, pero tenía cosas que hacer y prometió venir luego. Habíamos estado intentándolo, consideraba que estábamos progresando. Cuando supe que Devin estaba cerca, me preocupé por Tamia, porque si lo que decía era cierto, él podría capt
Tuve que controlarme bastante para evitar reírme de mis amigos. Se sirvieron champaña, se veían algo enojados, porque se habían dado cuenta de que la estúpida razón por la que se habían inscrito y venido al torneo de polo, se iba a quedar solo en una ilusión para ellos, estaba claro que ninguna de sus exesposas estaría dispuesta a volver al lado de esos imbéciles cretinos. Poco después, presentaron a una mujer como la Dama del Norte, un lugar que pronto Tamia ocuparía. Supuse que era la esposa del antiguo Lord y la madre de Sylvester. Se veía hermosísima, bastante radiante y joven, pero sus ojos comenzaban a reflejar su edad. La gente presente la aplaudió y la saludó con respeto, era evidente que todos la querían. Sonrió y saludó de vuelta mientras se dirigía a la mesa.Entonces, supe que Tamia y Sylvester llegarían pronto. No sabía cómo me sentiría al verla de nuevo, la maltraté cuando rompí mi promesa y la obligué a compartir. Por más que intentara arreglarlo, el daño ya estaba h
Sentí cómo todos me miraban y algunos se reían de mí. Yo era el líder del Este, así que sabía que mi comportamiento iba a ser toda una noticia del mundo del chisme, pero era solo un insignificante precio a pagar por proteger a Tamia de la humillación que se le venía encima. ¡Valía la pena, mientras no presenciaran la humillación de Tamia, valía la pena! Continué con mi espectáculo hasta que pareció que el Lord de los Lobos le gritó a la mujer y todos desviaron su atención nuevamente hacia ellos. Lo vi sosteniendo la muñeca de Tamia y me preocupé. Esperaba que no estuviera planeando quedarse con ambas mujeres, así como lo hice yo, Tamia merecía algo mejor que eso. Los observé, luego lo vi hacer lo que yo no pude hacer. La rechazó. No lo pensó, ni habló con ella en privado como yo lo hice, simplemente lo hizo, la rechazó. Vi cómo la mujer caía al suelo y Tamia llevó a Sylvester fuera del salón, ella había encontrado a su príncipe azul y no era yo. En esos momentos sentí un gr
~ Tamia ~Sylvester me abrazó toda la mañana. En ese momento sentí una conexión muy fuerte, pero también extraña, algo totalmente nuevo entre nosotros. Era todo mío y esta vez estaba confirmado, ya no habría miedo ni incertidumbre entre nosotros. ¡Era solo mío y de nadie más! Todavía no podía creer que cumplió su promesa y me hizo sentir orgullosa. Pensé que saldría del salón sola y humillada, pero en lugar de eso, me fui con un hombre valiente, que rechazó públicamente a su compañera destinada por mí. Honestamente, me sentí mal por Susan, pero no parecía ser una buena persona. ¿Cómo podía esperar que me levantara y me alejara de mi hombre simplemente porque a ella se le dio la gana de aparecer? Supongo que ahora aprendió la lección. Desperté por la mañana sintiéndome ligera, el vacío que sentí cuando rechacé a Devin había desaparecido. Ahora estaba llena de amor y esperanza. Miré a mi lado y ahí estaba, tan guapo como siempre, con su cabello despeinado sobre la almohada, as
Tenía mucha hambre, así que comí todo lo que veía, en especial porque Sylvester no dejaba de poner cosas en mi plato. Siempre me recordaba que estaba comiendo por dos y que no quería que a nuestro bebe le faltase nada. Era adorable la manera tan esmerada en la que me cuidaba, de verdad. "Se espera que cortemos el listón para la inauguración." Anunció Marcel y Sylvester le sonrió. "Creo que Dominic debería cortar el listón este año, él siempre ha querido hacerlo." Respondió Sylvester y sus amigos se rieron. "¿Es en serio? Él es un obstáculo, un estorbo para nosotros" Dijo Theo gruñendo y todos rieron. "Tamia." Me llamó Avery y me giré para mirarla a los ojos. "¡Adivina quién va a jugar polo!" Dijo con una sonrisa traviesa, yo pensé que no sería algo bueno. "Leo, Max y Kyle, junto con otros idiotas del Este." Continuó y quedé en shock porque sabía que Leo no jugaba polo. "¿Desde cuándo empezaron a jugar polo?" Pregunté, mirando a Linda, quien se encogió de hombros. "No lo
Dominic llevaba puesto algo que yo asumía era el escudo de armas los Volkov, el perfil de un lobo mostrando los dientes. Era hermoso a la vista. "Escuché que este año me toca cortar el listón." Comentó, Sylvester le sonrió mientras asentía. "Sí, hermano mayor. También le darás la bienvenida a los invitados en mi lugar. Eres un Volkov, después de todo." Añadió Sylvester y me acercó a él. Era obvio que estábamos muy felices. Una gran carga había desaparecido de nuestros hombros, y las nubes oscuras del destino se habían desvanecido, ahora solo quedábamos nosotros bajo el brillante sol del amor. Dominic sonrió ampliamente a su hermano, en ese momento parecía un niño. Luego, sus ojos se dirigieron hacia mí. "Puedo ver que ella es una buena mujer para ti." Declaró mirándome y no supe cómo responderle. Luego, se acercó a Sylvester y le estrechó la mano. "Glenda no debe saber que te dije esto, pero estoy orgulloso de ti. Pensé que harías lo mismo que nuestro padre." Confesó. Eso
~ Tamia ~No podía creer la cantidad de información que Dominic había estado guardado durante tanto tiempo. Pude ver la incredulidad en Sylvester también.El comportamiento inestable de Dominic tenía mucho más sentido ahora, era como un escape para sus traumas."¿Por qué fuiste a la guerra por él?" Pregunté porque no podía quedarme callada."Porque Devin reclamó el lugar que por derecho era de mi hermano y no podía permitirlo. No intenté matar a Devin por vengar a nuestro padre, en realidad, estaba tratando de protegerte, Sylvester, todo lo que he hecho ha sido para protegerte.Creí todo lo que Larry me dijo sobre que no podrías liderar y que pronto te atacarían porque serías un blanco fácil. Pensé que, si renunciabas y yo tomaba el señorío, ellos se enfocarían en mí, pero cuando me tendieron la trampa, me di cuenta de que estaba equivocado y que Larry era un maldito mentiroso, por eso ya no hablo con él." Explicó, luego me miró. "No confiaba en tus intenciones, Tamia. Odiaba que hubie
"No llegaremos a tiempo." Dije, restándole importancia a nuestro descubrimiento. Cuando salimos, la limusina ya estaba esperándonos, pero noté que Avery estaba algo molesta. "Hemos estado esperando por treinta minutos." Se quejó y le sonreí. "Tienes suerte de que no te hicimos esperar más." Bromeé. Todos se rieron porque sonaba como si Sylvester y yo estábamos haciendo el amor mientras que ellos nos esperaban. Partimos hacia Luciland. No podía esperar a ver lo que le pasaría a Kyle y a Max en su intento de jugar polo, sería bastante épico. Llegamos al lugar, como los juegos aún no habían comenzado, todos estaban formados afuera de la entrada que daba a los terrenos. Una alfombra roja estaba desplegada para nosotros al salir de la limusina. Dominic y Glenda ya habían llegado, noté que ella me miraba con ganas de matarme, pero la ignoré. Los miembros del consejo también estaban presentes, Vino Lawrence me sonrió y me saludó con la mano, así que le devolví el gesto. Domin