~Tamia~

Estaba bastante emocionada por estar con Sylvester en el dúplex, pero a la vez preocupada por su estado de ánimo decaído.

Era evidente que lo que habíamos abierto, había sido una caja de Pandora, y liberado innumerables demonios trayendo consigo todos sus secretos, pero dudaba que obtuviéramos todas las respuestas que tanto ansiábamos encontrar.

Llegamos al edificio y el personal nos recibió con una sonrisa. Mostraban mucho respeto y admiración por su Lord, también me trataron con el mismo respeto, haciéndome notar quién era ahora.

Ya no era una Luna del Este, pero pronto sería la Dama del Norte, algo con lo que la mayoría de las mujeres tan solo podían llegar a soñar.

Me alegraba que Sylvester no fuera un hombre despreciable como su padre. Stephanie había hecho un excelente trabajo criándolo y tenía que reconocerlo. Me pregunté qué habría pasado con Dominic, ¿por qué no era igual de caballeroso y buena persona que Sylvester? Supuse que con el tiempo me daría cuenta.

"¿Quieres