Una cosa por la que estaba bastante agradecido era que el ejecutor Bryce Golubev no decidió atacarme o habría sido una masacre. El hombre parecía comer plata en el desayuno, almuerzo y cena. Me preguntaba qué les daban a los guerreros del Norte.

Regresé a casa y encontré a Amanda limpiando la habitación de Tamia, por lo que me enfurecí bastante.

"¿Qué diablos estás haciendo ahí?" Grité. Estaba enojado y corrí hacia la habitación, luego entré al clóset para asegurarme de que el aroma de Tamia siguiera ahí.

Salí de la habitación y la vi llorando, con la mano temblando.

"Solo quería limpiar la habitación y ventilar el espacio." Explicó, pero no me importó.

"¿Acaso no te advertí que no entraras ahí? ¿Por qué lo hiciste?" Pregunté cerrando la puerta y echándole seguro. "Esa siempre será la habitación de Tamia y no tienes permitido entrar allí". Dije.

Amanda comenzó a llorar. "¡Ella no va a regresar, Leo! Estoy segura de que ha seguido con su vida, entonces ¿por qué no podemos seguir nosotr