Dato curioso #️⃣1️⃣2️⃣ El médico Real Alejandro Wextell, es uno de los responsables de que Gorian tenga tanto poder actualmente. Sobre todo por su influencia en la medicina y ciencias biológicas que aprendió viajando por el continente 💊🗺️🧐
—Él es como su abuelo en algunas cosas. Pero… Es un chico muy inteligente, sus acciones no son por diversión o asesinar sin más. ¿Ve el caso de Firgin? Él buscó un método diferente para no destruir tanto a ese Reino. Me alegra servirle, darle mi lealtad fue la mejor decisión —decía el hombre, contemplando el té en su taza que mostraba su propio reflejo. —¿Quiere decir que está de acuerdo en que Jhonn vaya a la guerra contra Maita? —Lady Caroline. Soy un Gorianito… Crié a Yurina (Reina de Maita)… Ella ha sido como una sobrina, nieta e hija para mí. Esa grandiosa médico que ahora es una Reina digna. Y aún así… Por mi lealtad Gorianita, hubo y hay demasiadas cosas que jamás le revelé sobre la medicina Gorianita. —Los Gorianitos me sorprenden, yo… No nací siendo una, pero amo perdidamente a uno. Diría al Gorianito más perfeccionista que puede existir~ —sonrió Caroline, pensando en Jhonn Cuarto Wiztan—. Así que… Él me pidió que me quede a su lado. Él quiere que lo apoye en todos sus p
—¡No puedo hacer algo así! —exclamó Caroline, secando torpemente las lágrimas que se deslizaban por sus mejillas—. Simplemente no puedo hacerle eso a Jhonn. El médico Real Alejandro Wextell suspiró, y tras una sonrisa amistosa, se levantó de su silla. —Ven. Te daré los medicamentos que podrías ocupar en caso de emergencia. También un mapa efectivo de rutas para salir en ingresar a Gorian. ¡Caroline abrió sus ojos de parte en par, sorprendida! —¡¿Por qué?! ¡Le dije que no haría algo como dejar a Jhonn! —Lo sé~ —sonrió el señor mayor comenzando a subir lentamente los escalones. Caroline continuó subiéndolos tras él. —¿Entonces por qué dice que me dará ese mapa?, solo quiero ir con Jhonn y evitar que cruce la frontera o ataque Maita… —explicó ella con una expresión cabizbaja. —Sí. Él probablemente no le hará caso y la deje prisionera mientras se ocupa de sus objetivos~ —le contaba en tono animado, el médico Real a esa belleza Maitana—. Después de todo su majestad no camb
Dentro de la tienda principal, el comandante general, Lord Garlem, estaba terminando de explicar la estrategia a sus principales caballeros. —Será por la mañana, a las 6am en punto, que irá el primer grupo de expedición al límite fronterizo. Los otros tres se quedarán aquí. Es todo por ahora, pueden regresar a sus puestos —tras las firmes y serias palabras del Lord Garlem, todos los hombres acataron. Los caballeros asintieron en señal de comprensión, fue así como uno a uno, comenzaron a salir de la tienda, listos para transmitir las órdenes a sus respectivas unidades. Sin embargo, uno de los caballeros se quedó atrás. Tras un suspiro, se dejó caer en una silla cercana, en el interior de la tienda principal. —Estoy agotado, y hace un calor insoportable… —murmuró él, mientras se quitaba la capucha y la peluca que ocultaban su identidad. Al él hacerlo, reveló su verdadero rostro: el del Rey Gorianito, Jhonn Cuarto Wiztan, quien había estado de incógnito entre sus propias tropas.
……. Unos minutos después, Caroline se encontró en el edificio de la caballería dentro del territorio Real Wiztan. Patricia había sido ubicada en una planta distante, donde únicamente estaría ella en una de las habitaciones. Ya que no podían mezclarla con los varones y en Gorian… ¡Absolutamente todos los caballeros eran hombres! —Pensé que podía ser un lugar más… Horrible, pero me ha sorprendido bastante ver lo elegante que son los interiores del edificio de la caballería… —comentó Caroline que curioseaba en la habitación de Patricia. Fuera de la habitación, las esperaba la madame. Caroline en el interior, se sentó sobre la cómoda cama de Patricia. —Lady. Gracias a usted he logrado desligarme de mi familia, y obtener el favor de su majestad el Rey. Así que… A partir de ahora. Serviré fielmente a Lady Caroline~ —sonrió Patricia haciendo una reverencia—. Aunque dijeron que podía servir de inmediato y cuando regrese el Rey tendré mi ceremonia oficial de caballero especial. Tam
•••••••••• Esa madrugada, pasadas las dos de la mañana, Caroline terminaba de arreglarse para salir del territorio Real Wiztan. La mujer de origen Maitano, se vistió como caballero varón, alistó sus cosas en una mochila de cuero y salió de la habitación Real. La seguridad en el exterior… ¡ERA NULA! Algo que sorprendió a Caroline, el ver que no había nadie en los alrededores del elegante pasillo vigilando. Ella continuó su camino hasta que vio a Patricia. La mujer Gorianita se acercó y la guío hasta un pasadizo de acceso rápido del que tenía conocimiento. Dicho pasadizo, era utilizado cuando ocurría una emergencia en la planta del palacio donde se ubicaba la habitación del gobernante. El cual consistía en únicamente escaleras que iban desde la primera planta, hasta la planta donde estaba esa habitación Real. Bajando las escaleras de concreto que eran de estilo caracol, Caroline y Patricia lograron llegar a la primera plata del palacio Real. Los sonidos de sus bota
Efectivamente, encontró una nota. Una carta… En un sobre oscuro. Tan oscuro como la noche. Una carta que estaba debidamente cerrada con cera, pero sin ningún sello que dé a conocer a su emisor. Con curiosidad, el Rey Maitano extendió su mano enguantada de oscuro. Ese gobernante que tenía por costumbre y gusto, vestirse siempre de colores opacos y oscuros, pidió que se le entregue la caja. Cuando el caballero la dejó sobre el escritorio, Landel la abrió. De inmediato una expresión de confusión se mostró en su rostro… En el interior, habían tres dagas en sus respectivos estuches. Landel tomó una de ellas, sacándola de su protector, al hacerlo notó la inscripción en la hoja… Un código y el nombre del herrero de la casa de marqueses Maitanos, los Forsten. Todas eran dagas que pertenecían a caballeros del marquesado Forsten. Como una costumbre, emblema y obsequio, cada vez que la cabeza del marquesado Forsten realizaba la ceremonia para nombrar a sus caballeros servid
Clop~ clop~ El caballo galopaba con fuerza mientras la concubina Real Gorianita se adentraba cada vez más en el bosque del sector montañoso. El aire fresco de la mañana acariciaba su pálido rostro, llenándola de energía a pesar de su cansancio y sueño. El cielo se aclaraba lentamente, ocultando las estrellas y anunciando un nuevo día lleno de incertidumbre. Tras ella, a distancia casi ya invisible, la ciudad que dejó horas atrás escapando de la guardiana, Patricia. A medida que avanzaba, Lady Caroline podía escuchar los sonidos de la naturaleza a su alrededor: El suave murmullo del viento entre los árboles frondosos, el canto de las aves, el crujir de las hojas bajo las pezuñas de su caballo. ¡Aunque estaba agotada, sabía que no podía detenerse! Tenía un objetivo. No quería involucrar a Patricia en sus problemas, por lo que había decidido viajar sola hacia la frontera con el Reino de Maita. Justo en ese momento, cuando el sol comenzaba a iluminar el horizonte, uno
CRANK~ Los grandes portones fueron abiertos, unos sirvientes llegaron de inmediato a atender a los hombres, junto a un mayordomo. —¿No es una mujer? — preguntó uno de los hombres al ver al "supuesto joven" que secuestraron. —No. Pero parece un joven aceptable para trabajos de campo, no trae ningún emblema noble así que debe ser alguien pobre o visitante que iba a la ciudad de Gilyan~ —rió el líder del grupo de bandidos, mientras se bajaba del caballo y comenzaba a desatar a Caroline. Los hermosos ojos verdes limón de esa belleza Maitana, se posaron con curiosidad en los hombres y la propiedad. Entre grandes árboles, se encontraba ubicada la mansión de tres plantas, angosta, pero llamativa, decoración fría y sombría. Las ráfagas del viento mecían los árboles esa tarde, causando que las hojas dañadas caigan sobre el jardín amplio, el cual mostraba una fuente de buen tamaño con unas estatuas de unos caballos y unos símbolos nobles grabados en ellos. De inmediato Carolin