Caroline se aferró a la esperanza de que Jhonn reconsiderara su peligroso camino de venganza y poder. Sin embargo, el brillo decidido en los ojos del Rey Gorianito le indicaba que su determinación era inquebrantable. Ella entendió que no podría cambiar su mente con meras palabras. Jhonn, con su gesto severo, parecía distante y abstraído en sus pensamientos. La hermosa concubina Real, comprendió que debía adoptar una estrategia diferente para tocar el corazón del Rey Gorianito. Con determinación, ella se levantó del césped y seguidamente se sentó sobre las piernas de Jhonn, quedando ella con una pierna a cada lado, viéndolo de frente y posando sus manos en los hombros de ese Rey. —Jhonn, entiendo tu sed de justicia, pero, ¿realmente crees que es el único camino? ¿No hay espacio para la compasión y la misericordia en tu corazón? ¿Y si solo nos olvidamos de Maita y nos concentramos en Gorian y nosotros, nuestro amor…? —susurró la bella Maitana, con voz entrecortada por l
Ella tenía un mal presentimiento de todo eso. La bella mujer Maitana, jamás se había involucrado en temas serios de política, conflictos, Reinos… Básicamente era criada como la mujer Maitana perfecta para ser vendida a un buen Reino como un orgullo. Jhonn se sumergió en los informes, buscando los documentos correctos. Caroline, sin embargo, sentía el peso de la incertidumbre y la angustia en su pecho. Ella observó a Jhonn con una mezcla de desesperación y determinación en sus ojos verdes. El Rey levantó la mirada, con una expresión dura en su rostro. —Caroline. No entiendes el mundo en el que siempre ha vivido tu padre. Maita y el marquesado Forsten son una amenaza para la estabilidad de Gorian al Sur. No es simplemente "querer matar porque sí", si hago algo de ese modo, no tendría el apoyo absoluto de mi gente, y sí lo tengo. TODAS mis acciones son justificadas. Caroline se acercó a él, con la determinación de hacerse escuchar: —Pero Jhonn, ¿has considerado las consecuenci
*************••••••••••************* >>> Jhonn Cuarto Wiztan: En el momento que sus lágrimas cesaron, mis labios se encontraron con los suyos. Besándola con la pasión que solo ella me provocaba. ¿Estaba haciendo lo correcto? Esa pregunta cruzó por mi mente. No era que dudara de mis planes. Pero… ¿Hacía lo correcto en cuanto a meter a Caroline en mi infierno? Era prácticamente imposible que no se dieran cuenta, tarde o temprano el mundo sabría que encontré a la mujer que por años busqué. Bajé de sus labios besando su cálida piel, hasta su cuello… Ahora que ella era mía, no podía dejarla ir, no me iba a arriesgar a perderla. Seguiría mía, únicamente mía… Mis manos que se encontraban en su cintura, subieron a su espalda, bajé el cierre de su elegante vestido color menta. "Al menos ella se mantendrá ocupada mientras yo no esté, diseñando sus atuendos…" Pensé alejando mis labios de su cuello, nuestras miradas se encontraron en ese momento. Sus hermosos ojos verdes limón v
*************••••••••••************* >>> Caroline: Lo disfruto. Realmente nunca puedo decirle "no", porque mi amor es tal que siempre quiero tenerlo entre mis brazos, porque quiero ser la única a la que ama, la única por la cual se excite, con la cual desee y goce estar. Sí… Me duele un poco recordar su pasado, pero en el presente es todo mío, mi amado, mi esposo, mi Rey y próximamente querido Emperador. ¿Estoy tomando demasiados riegos por él? Puede que sea el caso, pero lo elegí desde niña, para que sea el único dueño de mi cuerpo y todo mi amor. La pasión que desborda de mis labios cuando los uno a los suyos y saboreo lentamente, sintiendo la calidez de su lengua en un travieso baile placentero con la mía. Sus grandes manos recorriendo mi piel… Su dura masculinidad que ingresa lentamente a mi interior, haciendo un desastre de mi húmeda intimidad, esa sensación ardiente que recorre todo mi cuerpo y me estremece. Siento como él apoya sus manos en mis caderas y en un m
Esa hermosa tarde en el territorio Real Wiztan, del Reino de Gorian. El sol brillaba con fuerza, iluminando los jardines del palacio principal con un cálido resplandor dorado. En el interior, el Rey Jhonn Cuarto Wiztan, se preparaba para partir hacia el Sur, junto a Lord Garlem, en una "expedición para proteger la frontera y resolver los problemas de infiltrados". Dentro del palacio en un salón, la concubina Real, Lady Caroline, se encontraba un poco deprimida. Sus ojos, normalmente llenos de vida, ahora reflejaban una profunda melancolía. Ella se encontraba en la sala principal, esperando la llegada del Rey. Cuando Jhonn Cuarto entró, su presencia imponente llenó la habitación. Caroline orrió hacia él, abrazándolo con fuerza. —¡¡Jhonn!! ¡Oh Jhonn! —¿Estás bien, Cari? —le preguntó él con un tono dulce en su voz. —¡No quiero que te vayas! —dijo Caroline con voz temblorosa—. Te extrañaré demasiado… Jhonn acarició suavemente el largo cabello rubio de esa hermosa Maitana, t
Caroline abrió lentamente sus ojos y se sentó sobre la cama viendo a madame Susan y las doncellas que llegaron a prepararla para cumplir su agenda del día. Más tarde esa mañana: —Es todo por hoy, Lady Caroline —le dijo madame Susan, después de sus clases sobre el Reino de Gorian—. Tiene el día libre. Su majestad el Rey me dejó dicho que usted iría al taller de confección con las costureras y el sastre Real, para el diseño de sus nuevos atuendos. Es libre de dedicarle toda la tarde a su… Bueno, pasatiempo. Caroline se quedó pensativa por un momento. Una sonrisa iluminó su rostro y se marchó de inmediato a esa área dentro del territorio Real. De donde pensaba llevarse algunas prendas para pasar desapercibida en su escape hacia el Sur. •••••••••• Dos días más tarde. "Ya han pasado dos días… ¡NO LOGRO SALIR DE AQUÍ! ¡Los vigilantes NUNCA bajan la guardia! ¿Será que Jhonn ya sospechaba de mi escape?" Pensó Caroline, un poco desesperada. Ella comenzó a caminar por los j
—Él es como su abuelo en algunas cosas. Pero… Es un chico muy inteligente, sus acciones no son por diversión o asesinar sin más. ¿Ve el caso de Firgin? Él buscó un método diferente para no destruir tanto a ese Reino. Me alegra servirle, darle mi lealtad fue la mejor decisión —decía el hombre, contemplando el té en su taza que mostraba su propio reflejo. —¿Quiere decir que está de acuerdo en que Jhonn vaya a la guerra contra Maita? —Lady Caroline. Soy un Gorianito… Crié a Yurina (Reina de Maita)… Ella ha sido como una sobrina, nieta e hija para mí. Esa grandiosa médico que ahora es una Reina digna. Y aún así… Por mi lealtad Gorianita, hubo y hay demasiadas cosas que jamás le revelé sobre la medicina Gorianita. —Los Gorianitos me sorprenden, yo… No nací siendo una, pero amo perdidamente a uno. Diría al Gorianito más perfeccionista que puede existir~ —sonrió Caroline, pensando en Jhonn Cuarto Wiztan—. Así que… Él me pidió que me quede a su lado. Él quiere que lo apoye en todos sus p
—¡No puedo hacer algo así! —exclamó Caroline, secando torpemente las lágrimas que se deslizaban por sus mejillas—. Simplemente no puedo hacerle eso a Jhonn. El médico Real Alejandro Wextell suspiró, y tras una sonrisa amistosa, se levantó de su silla. —Ven. Te daré los medicamentos que podrías ocupar en caso de emergencia. También un mapa efectivo de rutas para salir en ingresar a Gorian. ¡Caroline abrió sus ojos de parte en par, sorprendida! —¡¿Por qué?! ¡Le dije que no haría algo como dejar a Jhonn! —Lo sé~ —sonrió el señor mayor comenzando a subir lentamente los escalones. Caroline continuó subiéndolos tras él. —¿Entonces por qué dice que me dará ese mapa?, solo quiero ir con Jhonn y evitar que cruce la frontera o ataque Maita… —explicó ella con una expresión cabizbaja. —Sí. Él probablemente no le hará caso y la deje prisionera mientras se ocupa de sus objetivos~ —le contaba en tono animado, el médico Real a esa belleza Maitana—. Después de todo su majestad no camb