Caroline avanzó por los pasillos del imponente castillo con el corazón latiéndole desbocado en el pecho. Junto a ella la madame Susan, quien después de ayudarla a arreglarse para el encuentro con el Rey de Gorian, la acompañó hasta la habitación Real. Al acercarse a la puerta de la habitación del Rey, su mente se llenó de pensamientos abrumadores y negativos. La idea de enfrentarse a la imponente figura del Rey Jhonn, con su mirada azul penetrante y su temperamento impredecible, la llenaba de temor y ansiedad. "Es Jhonn…" "Sigue siendo Jhonn…" "Será solo Jhonn, todo… Todo estará bien…" Pensaba esa belleza Maitana, nerviosa. Finalmente, llegó frente a la puerta y, con sus manos temblorosas que se aferraban al abrigo largo de un rojo oscuro que llevaba puesto, ella vió al guardián principal frente a la puerta. Toc~toc~ El hombre de inmediato anunció la llegada de la amante, Camil. Un breve instante de silencio se apoderó del pasillo, solo interrumpido por el latido ac
Caroline tenía dificultad para seguir la intensidad del beso de ese Rey, un beso tan feroz como si quisiera grabarse hasta en su alma. Un sentimiento de celos la invadió. ¿Así besaba a todas sus anteriores mujeres? Esa pregunta cruzó fugaz por la mente de esa amante Real. Finalmente, él separó sus labios de los de ella. La belleza Maitana quedó aturdida sin reaccionar hasta unos segundos después, cuando él la jaló de sus piernas acercándola más a su cuerpo y separando más los muslos de Caroline. "Ay no… Tengo miedo…" Pensó ella con su corazón latiendo aceleradamente y su respiración agitada, aún en sus labios la sensación de los de ese Rey que aunque no profundizó el beso, se había dado gusto probando los de esa amante extranjera. Jhon acarició suavemente el rostro de "Camil", sus ojos brillaban con deseo, lujuria y pasión. Ella comenzó a temblar… Sus nerviosismo le estaba ganando el "juego". Se había dicho a sí misma que tenía que cautivar a ese Rey, que ten
Mientras el Rey Jhonn continuaba en la cama con su amante, los recuerdos de Caroline Forsten seguían atormentándolo. A pesar de sus esfuerzos por apartarla de su mente, su presencia seguía siendo palpable en cada rincón de su ser. Recordaba con claridad el brillo en sus ojos verdes limón cuando se miraban, la suavidad de sus delicadas manos cuando la tomaba entrelazando sus dedos a los de ella, y cómo olvidar la dulce melodía de su risa. Su tono mimado y consentido en el que ella le hablaba con voz infantil… Sin embargo, aunque Jhonn tenía esos recuerdos, resultaban confusos por todas las sustitutas que tuvo. « Ella NO es Caroline… » Se tenía que recordar él en más de una ocasión, para no involucrarse más de lo que él mismo se permitía. Justo como en esa ocasión lo hacía con su nueva amante "Camil". Sin permitir que ella lo vea a la cara, sin palabras de afecto o sentimientos involucrados, sin nada más que obtener placer y satisfacción, liberarse un poco del estré
Los hermosos ojos verdes limón de Caroline se posaron en ese Rey Gorianito que llevaba puesta una bata de baño blanca, su cabellera oscura y húmeda delataba que recién había tomado un baño. Jhonn con su mano izquierda alisó hacia atrás los mechones oscuros de su cabellera que caían en su rostro y con la otra mano señaló en dirección a la mesita de cama. Caroline dirigió su mirada hacia donde ese gobernante le indicaba. Una bandeja con una taza de té en ella. "¿Otra vez eso…?" "Me hacen tomarlo todos los días, agregan un extraño polvo y aunque dicen que me impedirá quedarme embarazada…" "¿No me dejará estéril? ¿Qué efectos secundarios tiene?" Pensaba la mujer rubia, sentándose en el borde de la cama, la sábana se le deslizó cayendo a su cintura y dejando al descubierto su cuerpo marcado por ese Rey, Caroline rápidamente se cubrió, avergonzada. Todo el tiempo la penetrante mirada del Rey estuvo clavada en ella, viéndola tan altivo y frío como de costumbre. —¿Qué
—¿Qué te hizo cambiar de opinión? —le preguntó seriamente, Francis Garlem al Rey Jhonn. —Nada en particular. Es un juguete muy terco, me pregunto, ¿cuándo se "romperá"? —dijo Jhonn con una expresión curiosa. —¿Eres consciente de que para volver a esa amante una concubina oficial lo que es básicamente una esposa, ella misma debe aceptarlo por su propia voluntad? —le informó ese consejero Real a su Rey—, ella debe renunciar a absolutamente todo y volverse una Gorianita con todas las responsabilidades que eso- —LO SÉ —alzó la voz Jhonn, interrumpiendo a Francis, mientras fruncía el ceño—. Soy el Rey. —Sí. Entiendo eso, pero parece que no estás midiendo el asunto —comenzó a explicar, Lord Francis—. Camil es… Luxariana de bajo rango. Se volverá Gorianita al ser concubina, será parte oficial del harem y ya no podrás darle "esa sustancia para matarla". Además, ni siquiera lo has hablado con el consejo Real. —¿No? ¿Quién dice que no puedo darle el veneno?, hay más de un método. Ad
Al día siguiente. La noticia del concubinato para la amante del Rey, se extendió rápidamente por todo el Reino de Gorian. La elección de "Camil" una supuesta Luxariana, como concubina oficial del Rey Jhonn Cuarto Wiztan, causó revuelo entre la nobleza y el pueblo. Principalmente porque ese gobernante NUNCA había nombrado a una amante para dicho título. …… Mientras tanto, en el majestuoso salón de audiencias del palacio real, Caroline se preparaba para la ceremonia que cambiaría su vida para siempre. Vestida con un exquisito traje ceremonial de color rojo, bordado con hilos dorados y decorado con piedras preciosas; Caroline esperaba nerviosa en una estancia cercana al salón. "Finalmente llegó…" "Llegó el momento en el que yo seré nombrada concubina Real de Gorian." Pensó Caroline que se sentía extremadamente nerviosa. Finalmente, las grandes puertas del salón se abrieron lentamente, revelando la majestuosidad del lugar. Caroline con elegancia, siguió al cortejo
Tiana Smith, la distinguida "tía" del Rey Gorianito, observó a Caroline con ojos penetrantes, su elegante vestido de seda negra ondeando con gracia a su alrededor. Estudiaba a la joven concubina con una mezcla de curiosidad y escepticismo. —Lady Camil, ¿puedo tener un momento a solas con usted? —preguntó con una voz suave pero firme, indicando con un gesto delicado que la siguiera a un rincón apartado del salón. Caroline asintió con respeto y siguió a Tiana hasta el lugar indicado, donde se detuvieron. Tiana la miró fijamente, sus ojos transmitían una determinación inquebrantable. —Entiendo que todo esto es nuevo para usted, Camil. Pero debe comprender que su papel como concubina Real es de una suma importancia. No solo eres una simple compañía para el Rey, si no que representas la estabilidad en el harem y el honor de Gorian. ¿Comprende la magnitud de sus acciones y decisiones en este lugar? Caroline se mantuvo erguida, enfrentando la mirada de Tiana con dignidad. Sabí
—No puedes simplemente aparecer así Jhonn, y luego esperar que todo esté bien —exclamó Caroline con voz temblorosa y su rostro bañado en lágrimas, mientras ella hacía un puchero y rompía el silencio con sus palabras. Una parte de ella estaba feliz porque ese gobernante llegó, pero otra no pudo evitar reaccionar de manera impulsiva. Claramente se quejaba y le hacía todo un berrinche a ese gobernante. —¿No? ¿Y desde cuándo una miserable concubina tiene "poder" para hablarme de esa manera? —frunció el ceño ese Rey que se acercó hacia la cama a pasos rápidos. —¡Es de madrugada! ¡Te espere y no has- ¡AAH! —gritó Caroline cuando Jhonn quedó frente a ella y la empujó causando que cayera tumbada sobre la cama. Seguidamente él subió una rodilla al borde de la cama, misma que quedó justo en medio de los muslos de Caroline. La belleza Maitana lo veía sorprendida, parpadeaba varias veces. Él la encimó apoyando una de sus manos en la cama cerca del hombro de Caroline, con su otra