Disculpen la tardanza de los capítulos que he estado subiendo últimamente. Mañana trataré de actualizar más temprano 🥰💚 Gracias por todo el cariño a la historia!!! 🌹
Ante la pregunta descarada de "Camil", Jhonn Cuarto Wiztan no pudo evitar sorprenderse por un momento, rápidamente su expresión cambió a una seria y alejó su mano de la pierna de esa concubina. —Olvídalo, no estoy de hu- —¿Puedo intentar ponerlo "de humor" su majestad? —le preguntó "Camil" con su rostro ruborizado, ella seguía viendo a ese atractivo hombre sentado en el borde de la cama. —¿Sabes los que estás insinuando? —preguntó él, que nuevamente sintió que las cosas se volvían "interesantes". —Lo sé perfectamente. Fuí instruida como una "amante" para poder complacerlo a usted~ —sonrió ella intentando ocultar su verdadero nerviosismo, después de todo, Caroline no quería lucir patética delante del hombre que amaba. Jhonn sintió curiosidad por esa mujer. "Tercamente gritaba que era Caroline, después busca huir del territorio Real. Ahora es la concubina ejemplar que quiere complacerme" Pensó él burlista. "Todas sus acciones son bastante sospechosas…" Tras ese pensa
¡¡PLAF!! El fuerte sonido de la bofetada que le dió Caroline al Rey Jhonn resonó en la habitación. ¡Jhonn se quedó perplejo! ¡Esa m*ldita concubina lo abofeteó! ¡Lo golpeó a él que era la máxima autoridad de Gorian! —¡ERES UN IMBÉCIL! —le gritó Caroline con lágrimas en sus ojos, empujando con todas sus fuerzas a ese Rey. Ella buscó levantarse de la cama y fue cuando Jhonn la jaló con fuerza del largo cabello rubio, causando que ella caiga recostada de espaldas sobre él. Lo siguiente que esa mujer Maitana sintió, fue el filo de la daga de ese hombre apuntando en el cuello de ella. ¡Caroline comenzó a temblar! Entre lágrimas, con su corazón herido y sus nervios de punta, ahora el hombre que amaba, que no la reconocía, estaba tan furioso que quería quitarle la vida en ese mismo momento. Ella simplemente comenzó a llorar. —¡¿Por qué eres tan malo conmigo, Jhonn?! —le preguntó desesperada en llanto— Me duele mucho, Jhonn… El Rey exhaló, aún estaban furioso… Si ella
—¿Me creerías si te digo… Que te amo? —Le confesó Caroline viendo a ese Rey Gorianito, con cariño y nerviosismo. Los pasos del Rey se detuvieron en medio del pasillo que era iluminado esa noche por las farolas de pared. —No —respondió él, cortante. —Pero estoy enamorada de usted, su majestad… —susurró Caroline haciendo un puchero— ¿Puedo expresarle mi amor, aunque no me crea? Jhonn volvió a caminar, tomando el siguiente desvío del pasillo y comenzó a subir unos escalones. —Si lo que buscas es que no te quite la vida por tus actos. Te informo que si te quisiera muerta, lo hubiera hecho desde que ingresé a la habitación. Caroline tragó en seco. Sabía que él hablaba en serio y quizá solo su impulso de mantener en orden su imagen ante su gente, era lo que causó que él no le quite la vida esa noche. —En ese caso, le agradezco por perdonarme la vida, mi majestad… —susurró ella avergonzada. Jhonn la ignoró, sin darle respuesta a esa mujer que ahora era una Gorianita
El rey Jhonn llamó a su consejero, Lord Garlem, a una audiencia privada en su oficina Real. Cuando Lord Francis Garlem llegó, notó la expresión seria en el rostro del Rey, lo que indicaba que la conversación sería de gran importancia. Jhonn de pie frente a su escritorio agregaba un polvo de un pequeño frasco de cristal al agua en su copa, revolviendo el líquido con una cuchara. —Francis, he tomado una decisión que deseo compartir contigo —anunció el Rey Jhonn con seriedad. Lord Garlem asintió con respeto, esperando escuchar las palabras del Rey Gorianito, con atención. —He decidido permitir que mi concubina, tenga a mi hijo —declaró el Rey Jhonn Cuarto, observando atentamente la reacción de su consejero. Lord Garlem se sorprendió ante la noticia. Nunca antes el Rey Jhonn había permitido que una concubina tuviera descendencia. Él ni siquiera había tenido una mujer con el título de concubina Real antes. De amante, a concubina oficial y de ello a… ¿Madre de un prínci
Esa misma noche. Caroline, se dirigió al palacio de la Reina siguiendo las estrictas reglas de Gorian que dictaban que las mujeres nuevas y oficiales del Rey, debían presentarse y compartir la primera cena junto con la Reina, como un gesto de respeto y reconocimiento mutuo. Al sentarse a la mesa en el palacio de la Reina, Jazmín Rivertia recibió a Camil con una mirada gélida que no pasó desapercibida por la hermosa concubina de ojos verdes limón. Antes de que pudiera Caroline articular palabra alguna, Jazmín le habló primero: —Escuché que su majestad consumó de inmediato vuestra unión —sonrió falsamente Jazmín, dirigiendo su mirada verde esmeralda como dagas que querían cortar el cuello de "Camil". —Su majestad, mi Rey, fue muy generoso conmigo —le respondió Caroline altiva—. He sido honrada con el privilegio de poder dar a luz a su futuro príncipe o princesa~ —sonrió esa concubina, está vez emocionada con las palabras que salían de su propia boca. —Bueno. Quizá te me h
Al día siguiente, 9am. En las calles empedradas de la capital majestuosa del Reino de Gorian, el Lord Francis Garlem cabalgaba con determinación, con grupos de caballeros Reales. Clop~ clop~ El sonido de las herraduras de los caballos sobre las calles pavimentadas resonaban conforme esos grupos imponentes de hombres del Rey avanzaban. Todos ellos con las miradas fijas en la tarea que les aguardaba. Había caos y problemas misteriosos en una ciudad que era normalmente tranquila y en perfecto orden; el Lord Garlem estaba decidido a encontrar a los responsables, sin importar lo que eso implicara. …… Los minutos se volvieron horas y después de una intensa búsqueda, localizaron a un sospechoso en un sector lejano al centro de la capital. Cuando Lord Garlem y su gente se acercaba… ¡BOOOOM! Un estruendo provocado por una bomba derribó uno de los edificios que servía de bodegas alquilables en ese sector. No habían personas dentro, más que unos guardias que lograron s
La mesa estaba adornada con finos manteles y candelabros que proyectaban una luz suave sobre el rostro serio de Lord Francis Garlem. En el otro extremo de la larga y elegante mesa, el Rey Gorianito Jhonn Cuarto Wiztan observaba seriamente, mientras los sirvientes servían los manjares de la cena. —Mi majestad, lamento informar que nuestra misión de hoy ha sido un fracaso —comenzó a hablar, Lord Garlem en tono grave, con la mirada fija en su copa de vino—. No logramos dar con el culpable, pero durante la investigación, descubrimos que no se trata de un criminal solitario, sino de un grupo organizado. Tenemos indicios de que el líder de este grupo se encuentra en la ciudad, y planeo tenderles una trampa en los próximos días para capturarlo~ —sonrió confiado, Francis. El Rey asintió, sus ojos azules viéndolo con determinación. —Házlo —ordenó con voz firme—. Quiero que lo traigas ante mi presencia. Quiero que ese maldito sepa que nunca debió meterse con mi gente ni con mi capital.
El Rey Jhonn rechazó la invitación de la concubina Real, Camil. Por supuesto, una escritura idéntica no significaba que ella fuera Caroline. Al menos eso se repetía a sí mismo en la mente. Sin embargo, conforme los minutos iban pasando, y la tarde caía más y más tiñendo con sus tonos naranjas el paisaje exterior a esa oficina. El Rey Gorianito decidió dar una caminata por el sector que esa concubina avisó estaría esperando por él aunque la rechace, tal como le decía en la carta. …… El Rey Jhonn se apresuró hacia el sector del lago, al sur del terreno del harem, en esa hermosa tarde de primavera. La luz del atardecer bañaba con colores suaves los árboles y arbustos florales, creando un escenario de ensueño. A lo lejos, observó a la concubina Camil. Quería interrogar nuevamente a esa mujer. De pronto todos los pequeños detalles que había ignorado de ella, pasaban por su mente confundiendo a ese Rey. Jhonn vio en la orilla del lago a "Camil", jugueteando con el ag