Algunos días transcurrieron, Eileen no había recibido ninguna visita inesperada y no sabía si estaba agradecida o decepcionada. ¿Acaso estaba esperando que ese hombre continuara molestándola? Bueno era muy posible que lo hiciera, era más que claro que lo haría. Pero, ¿Por qué no lo había visto en días?
Esa tarde regresaba a casa después de ir al súper a por unas cosas, su coche aun no salía del taller. Por insistencia de Williams le dejo a cargo su coche, ella no tenía como pagar las reparaciones pero el rubio se le dijo que no se preocupara por esas trivialidades. Le dejo en claro que si se iban a casar él la apoyaría en todo.
Estando a una cuadra del edificio donde vivía, al cruzar la calle un Porsche negro se detiene abruptamente ante ella impidiéndole dar un paso más. La mujer se queda estática con las bolas de com
Todo estaba preparado para la ceremonia de Eileen y Williams que se celebraría esa misma tarde en una pequeña capilla. Los invitados eran pocos más que nada, amistades del novio. Tampoco se haría una gran fiesta, solo una pequeña recepción en la mansión de Lumier.Eileen aguardaba en el coche lista para bajarse y casarse con Williams. Estaba nerviosa, tenía miedo. Era un matrimonio para toda la vida, por el maldito testamento no podría separarse de su esposo solo para conservar los bienes. No era algo que se debía tomar a la ligera, la chica suspiro pesadamente cuando la puerta del coche fue abierta.Su boscoso vestido le impedía caminar con facilidad, no había querido elegir uno tan extravagante… pero según el novio y el padre de éste ella se merecía lo mejor. Le hubiera bastado con solo ponerse uno sencillo y más cómodo. Y aquellos maldi
Al fin el coche se detiene, mientras que Eileen tiene un revoltijo en el estómago por tantas vueltas que dio en esa pequeña cajuela, y por no hablar de la fatiga que su cuerpo empezaba a sentir… de la nada la puertezuela se abre, la iluminación artificial de unos faroles dejo ciega de momento a la rubia. Ya había anochecido, ni siquiera supo cuánto tiempo estuvo metida allí para que oscureciera tan rápido.Cuando Eileen abrió los ojos como tal diviso a Lión parado ante ella… la mujer no daba crédito a lo que estaban viendo sus ojos ¿había sido el quien la saco de su boda?—¿Tú? Lo fulmina con la mirada, como había sido tan idiota al no pensar en el en el primer momento se reprendió a si misma.—¿Te alegras de verme? Sonríe con burla.—Eres un idiota… dice saltando de la cajue
Eileen revisaba el closet de aquella habitación, se sorprendió mucho al ver mucha ropa de mujer en este. Ese loco sujeto había pensado en todo. Se despojó del incomodo vestido de novia escogiendo un mono suelto y una blusa de tela suave. Reviso el cuarto de baño quedando más asombrada que nunca, era como ver la habitación de su apartamento junto con el baño.Al final regreso a la cama, no había mucho que hacer estando allí encerrada. El troglodita que la capturo ni una maldita televisión le puso… en eso abrieron la puerta dándole un sobresalto a la rubia quien se puso en pie rápidamente.—No se asuste señorita. Dice una mujer vestida con un uniforme gris—¿Quién es usted?—Me llamo Olga, soy la que se encarga de cocinar y limpiar esta casa. Sonríe amablemente. —El señor Walker
Lión levanto la mirada con una sonrisa poco común en sus labios, no recordaba cuando había hecho llegar a una mujer de esa manera. Por lo general siempre era él quien se satisfacía dejándolas a ellas con ganas. Éste mordió sus labios al verla semi desnuda, con las piernas abiertas y su sexo latente a que fuese invadido por su miembro. Pero, ¿Por qué diablos no lo hacía?—¡Por dios! Exclama ella aun agitada.—¿Aun así no deseas ser mi esposa? Tendrás mucho de esto todo el tiempo.—Tú solo quieres hacerte con los bienes del señor Romel.—¡Si! No hay otra cosa que me interese más, ¡ni tú!—Eres un maldito hijo de perra. Vocifera cubriéndose el cuerpo. —No me casare contigo. Eres un cretino.Lión solo hace un sonido con
Lión descendió una mano por la curvatura de uno de los senos de Eileen apretándolo levemente por encima de la tela de seda del camisón. La rubia rugió sobre sus labios mientras éste masajeaba su pezón con delicadeza… Siguió el camino hasta encontrar el orillo de la diminuta bata, y no basto nada para que terminara por sacárselo por completo.Al quedar ella expuesta, Lión se quitó el saco y segundos más tardes se apodero de uno de los senos de Eileen quien había tomado posesión de su cabello para mantenerlo sujeto donde ella quería… éste lamio, chupo, beso y jugo con aquel pezón rosado y diminuto. Eran tan tersos y suaves que le daba más hambre de ella.—¡Ah! ¡Demonios! Jadea ella mientras él toma posesión del otro seno.Rápidamente Walker se deshizo de su ropa, dejando expuesta su
La luz del día siguiente arraso con toda la habitación de Eileen. Quien se removió en la cama sintiendo el cruel peso de un brazo muy bien acomodado sobre su cintura. En cuanto abrió los ojos despertando por completo se fija que Lión seguía dormido muy pegado a ella. Ambos se encontraban desnudos, ya que el hombre no le permitió vestirse esa madrugada.La rubia revolvió un poco su cuerpo tratando de zafarse del peso de Lión pero éste solo afianzo más el agarre.—¿Por qué demonios te mueves tanto?—Sera porque necesito pararme.—¡Es muy temprano! Gruñe.—¡Oh no, pues! Lo siento, pero yo si necesito pararme.—¿Y si digo que no?—Esto no es uno de tus estúpidos juegos.Lión hizo girar el cuerpo de la rubia dejándola so
—¿Estas molesta? Eileen se detiene a mitad de camino para darse la vuelta.—Si Lión, estoy furiosa. ¿Qué más quieres de mí? Ya tienes todos los bienes que querías en tu poder, lo único que me falta es embarazarme de ti. Y por lo activos que hemos estado seguramente no tardare en estarlo. Para colmo me tienes encerrada en esta maldita casa como una prisionera vigilada por la perra de Kara. Créeme, esta no era mi idea de estar casada.—¿Y cómo era? Dice subiendo los peldaños. —¿Casada con el infeliz de Williams?—Al menos él me hubiera dado libertad, y no siendo una maldita prisionera. Refuta enojada.—¿De verdad? Inquiere capcioso.—Era más amable y cariñoso, no era una persona tan remisa como tú.—¡No me digas! Respon
En cuanto Eileen llego al museo al primero que diviso a lo lejos fue a Lión con un grupo de hombres con cascos amarillos. Su corazón comenzó a latir con fuerza, no había muchas horas de su reciente unión cuando ya estaba planeando derrumbar el museo. La rubia se bajó con prisas del coche corriendo hacia donde su esposo se encontraba.—¿Qué se supone que estás haciendo? Espeta molesta.—Eileen… éste pica el puente de su nariz. —¿Qué demonios haces aquí? Te dije que podías salir, pero no para que el primer lugar que visitaras fuese el maldito museo de porquería. Brama cabreado.—¿Pretendes derrumbarlo? Lo encara.—Si. Responde sincero. —Demoleré todo el maldito museo, no quedara ni una sola roca.Indignada la rubia le da una cachetada a su esposo delante d