Lión descendió una mano por la curvatura de uno de los senos de Eileen apretándolo levemente por encima de la tela de seda del camisón. La rubia rugió sobre sus labios mientras éste masajeaba su pezón con delicadeza… Siguió el camino hasta encontrar el orillo de la diminuta bata, y no basto nada para que terminara por sacárselo por completo.
Al quedar ella expuesta, Lión se quitó el saco y segundos más tardes se apodero de uno de los senos de Eileen quien había tomado posesión de su cabello para mantenerlo sujeto donde ella quería… éste lamio, chupo, beso y jugo con aquel pezón rosado y diminuto. Eran tan tersos y suaves que le daba más hambre de ella.
— ¡Ah! ¡Demonios! Jadea ella mientras él toma posesión del otro seno.
Rápidamente Walker se deshizo de su ropa, dejando expuesta su
La luz del día siguiente arraso con toda la habitación de Eileen. Quien se removió en la cama sintiendo el cruel peso de un brazo muy bien acomodado sobre su cintura. En cuanto abrió los ojos despertando por completo se fija que Lión seguía dormido muy pegado a ella. Ambos se encontraban desnudos, ya que el hombre no le permitió vestirse esa madrugada.La rubia revolvió un poco su cuerpo tratando de zafarse del peso de Lión pero éste solo afianzo más el agarre.—¿Por qué demonios te mueves tanto?—Sera porque necesito pararme.—¡Es muy temprano! Gruñe.—¡Oh no, pues! Lo siento, pero yo si necesito pararme.—¿Y si digo que no?—Esto no es uno de tus estúpidos juegos.Lión hizo girar el cuerpo de la rubia dejándola so
—¿Estas molesta? Eileen se detiene a mitad de camino para darse la vuelta.—Si Lión, estoy furiosa. ¿Qué más quieres de mí? Ya tienes todos los bienes que querías en tu poder, lo único que me falta es embarazarme de ti. Y por lo activos que hemos estado seguramente no tardare en estarlo. Para colmo me tienes encerrada en esta maldita casa como una prisionera vigilada por la perra de Kara. Créeme, esta no era mi idea de estar casada.—¿Y cómo era? Dice subiendo los peldaños. —¿Casada con el infeliz de Williams?—Al menos él me hubiera dado libertad, y no siendo una maldita prisionera. Refuta enojada.—¿De verdad? Inquiere capcioso.—Era más amable y cariñoso, no era una persona tan remisa como tú.—¡No me digas! Respon
En cuanto Eileen llego al museo al primero que diviso a lo lejos fue a Lión con un grupo de hombres con cascos amarillos. Su corazón comenzó a latir con fuerza, no había muchas horas de su reciente unión cuando ya estaba planeando derrumbar el museo. La rubia se bajó con prisas del coche corriendo hacia donde su esposo se encontraba.—¿Qué se supone que estás haciendo? Espeta molesta.—Eileen… éste pica el puente de su nariz. —¿Qué demonios haces aquí? Te dije que podías salir, pero no para que el primer lugar que visitaras fuese el maldito museo de porquería. Brama cabreado.—¿Pretendes derrumbarlo? Lo encara.—Si. Responde sincero. —Demoleré todo el maldito museo, no quedara ni una sola roca.Indignada la rubia le da una cachetada a su esposo delante d
No tenía idea de porque rayos había salido corriendo del casino, lo único que supo fue que al ver a esos dos hombres caerse a golpes no quiso ver los resultados. Nuevamente se vio corriendo por la calle, pero, ¿A dónde demonios pensaba ir? Recordó su apartamento ¿seguiría siendo de ella? tenía que averiguarlo.Encamino sus pasos hacia la primera parada de taxi que diviso, en cuanto se disponía a llamar a uno una enorme van color negro se detuvo ante ella… la puerta se deslizo a un lado dejando ver a dos hombres encapuchados en su interior. Su primera reacción era retroceder y regresar a la seguridad del casino pero fue demasiado tarde, un hombre la tomo de la cintura metiéndola a los golpes en la furgoneta.—Noooo… grito. Pero un golpe seco recibió a cambio justo en la cabeza. El mundo de Eileen se volvió negro…[…]&md
La figura masculina caminaba hacia ambas mujeres, pero éste solo miraba a Eileen quien permanecía tirada en el piso toda lastimada. El sujeto se sitúa al lado de Kara quien lo miraba expectante.—¿Qué carajos crees que estás haciendo? Pregunta éste irritado.—Solo le doy un pequeño recibimiento.—¡Williams! Exclama Eileen tratando de erguirse inútilmente. —Esta mujer trabaja para Lión, tengo cuidado con ella por favor.—¿Cuidado? Mira a Kara de abajo hacia arriba. —Claro que lo tendré. Sonríe tomando a la mujer por la cintura para acercarla a su cuerpo y besarla.La rubia abre los ojos como platos al ver aquella escena… pero, ¿qué era lo que estaba pasando? Porque Williams estaba besando a esa mujer. A la persona que estuvo lastimándola por horas.
—Eres difícil de liquidar Walker. Responde Williams. —¿Cómo diste conmigo? Le dice sin salir de donde se encontraba.—Tengo mis medios, entrégame a mi mujer Williams.Lión lo escucha reírse, entonces localiza con su paradero. Pero no lo podía ver, habían ciertos lugares muy oscuros… aun recordaba lo que había pasado algunas horas atrás, su maldito coche había volado en miles de pedazos.Para cuando salió del casino en busca de Eileen y se subió al auto, noto que algo no andaba bien. Conocía cada uno de sus vehículos y especialmente ese parecía extraño ese día. Al bajar la velocidad del Camaro escucho el habitual sonido de un detonador.—¡Mierda! Dijo abriendo la puerta del coche para saltar de este.Justo en ese momento el Camaro exploto en cuanto bajo la velocidad
Otro par de horas transcurrieron cuando la puerta al fin se abre, Lión abre los ojos ya que se había quedado semi dormido. Éste pillo al doctor que estaba atendiendo a su esposa lo que lo llevo a ponerse en pie cuando el medico se acercó a él.—Señor Walker.—Dígame ¿cómo esta ella? me han hecho esperar demasiado.—Señor Walker, lamento mucho la tardanza. Pero era una cirugía complicada, la bala que se alojó en el cuerpo de su esposa se encontraba muy profunda. La señora perdió mucha sangre, el hígado se vio comprometido con el disparo pero pudimos solucionarlo.—¿Y entonces? ¿Está bien? ¿Puedo verla?—Lión… este se quita los lentes. —La señora Smith ha caído en coma hepático, a raíz de que su hígad
Por la mañana Walker ingresaba a la clínica, después de haber pasado toda la noche en vela pensando qué demonios hacer. Con pesar opto por desconectarla.—Buenos días señor Walker. Lo saluda el médico.—¿Cómo amaneció esta mañana?—Igual que ayer, no hay ningún cambio en su cerebro. ¡Lo siento!—Entonces, yo… lo autorizo.—¿Esta seguro?—Si cree que no hay más que hacer, entonces… guarda silencio.—Sé que es difícil, pero la señorita Smith no ha presentado ningún movimiento cerebral. Y su condición empero al dejar de respirar por su cuenta.—Si. Asiente. —Puedo verla antes de que…—¡Claro! Preparare los documentos.Lión aplana