Por la mañana el teléfono de Eileen no paraba de sonar, la chica no quería saber nada de nadie. Pero no le quedó más remedio que ponerse en pie para contestar, el día anterior no le dedico ni un minuto al museo y quizás pensó que podrían estar llamándola de allá.
Pero al contestar, no era del trabajo. Era Williams informándole que su difunto jefe lo sepultarían esa misma tarde. Después de que practicarle una autopsia los resultados fueron que había muerto la noche anterior. Y como no arrojo más resultados, por ende no era necesario que el viejo permaneciera por más tiempo congelado.
— Comprendo.
— Pasare por ti más tarde.
— Estaré esperándote.
Al colgar la llamada Eileen suspira… eso había sido demasiado rápido, no pensó que esa tarde enterrar&i
Esa noche Lión tomaba un trago en su oficina a medio iluminar, desde su encuentro con Eileen en el cementerio no podía sacársela de la cabeza. Ese beso bajo la lluvia le pareció bastante interesante, y eso que él no le daba importancia a ese tipo cosas. Si besaba a una mujer eso era todo, solo complacer sus necesidades. Pero con ella era un poco distinto, porque al besarla siempre quería más.Bebió otro sorbo de wiski, el líquido quemo su garganta mientras este se deslizaba… inclino la cabeza hacia atrás simultáneamente un suspiro escapa de sus labios. Al cerrar los ojos un par de ojos ámbar inundaron todo su sistema, entonces los abrió frustrado y enojado.—Lo que necesito en meterla en mi cama y terminar con esta pendejada de una vez por todas. Balbucea bebiéndose el final del contenido que quedaba en su copa.Alguien comenzó a toca
Lión fruncía el ceño con cada palabra que le estaba soltando Phil… de verdad eso si no se lo esperaba. Desde luego que esa información arruinaba todo sus planes.—¿Estas completamente seguro de ello?—Tengo informantes confiables, la información es la correcta.—¿Cómo es posible que el maldito viejo le haya dejado todo sus bienes a esa mujer? éste pregunta golpeando la mesa con el puño.[…]Eileen tomaba un poco de té para intentar calmar los nervios que la abrumaban… Williams seguía al lado de ella intentando calmarla con palabras tranquilizadoras, pero su cerebro no paraba de pensar en el problemón en el que se estaba metiendo. Como era posible que su jefe la haya nombrado única heredera de todos sus bienes. Era una completa locura si quiera pensar en una cosa como esa.No hizo nada espe
Williams ayudaba a Eileen bajar de su coche, después de la lectura del testamento ella deseo que la llevara a casa. Era demasiado para un solo día, y lo único que necesitaba era estar sola en su apartamento para pensar bien lo que iba hacer… la pareja ingreso en la residencia totalmente callados.—Supongo que quieres estar sola. Le dice el rubio aun parado en el marco de la puerta.—¿Quieres un café? Le invita ésta.—¡Esta bien! Williams termina por pasar, sentándose en el sofá. —Eileen, ¿te has lastimado? Hay manchas de sangre en este sofá.—¡Eh sí! Nada grave… una tontería. Mintió.—Sé que estas abrumada, pero no debes dejar que todo esto te afecte. No hay tanta presión para que tomes una decisión ahorita.—¡Ya lo s
Algunos días transcurrieron, Eileen no había recibido ninguna visita inesperada y no sabía si estaba agradecida o decepcionada. ¿Acaso estaba esperando que ese hombre continuara molestándola? Bueno era muy posible que lo hiciera, era más que claro que lo haría. Pero, ¿Por qué no lo había visto en días?Esa tarde regresaba a casa después de ir al súper a por unas cosas, su coche aun no salía del taller. Por insistencia de Williams le dejo a cargo su coche, ella no tenía como pagar las reparaciones pero el rubio se le dijo que no se preocupara por esas trivialidades. Le dejo en claro que si se iban a casar él la apoyaría en todo.Estando a una cuadra del edificio donde vivía, al cruzar la calle un Porsche negro se detiene abruptamente ante ella impidiéndole dar un paso más. La mujer se queda estática con las bolas de com
Todo estaba preparado para la ceremonia de Eileen y Williams que se celebraría esa misma tarde en una pequeña capilla. Los invitados eran pocos más que nada, amistades del novio. Tampoco se haría una gran fiesta, solo una pequeña recepción en la mansión de Lumier.Eileen aguardaba en el coche lista para bajarse y casarse con Williams. Estaba nerviosa, tenía miedo. Era un matrimonio para toda la vida, por el maldito testamento no podría separarse de su esposo solo para conservar los bienes. No era algo que se debía tomar a la ligera, la chica suspiro pesadamente cuando la puerta del coche fue abierta.Su boscoso vestido le impedía caminar con facilidad, no había querido elegir uno tan extravagante… pero según el novio y el padre de éste ella se merecía lo mejor. Le hubiera bastado con solo ponerse uno sencillo y más cómodo. Y aquellos maldi
Al fin el coche se detiene, mientras que Eileen tiene un revoltijo en el estómago por tantas vueltas que dio en esa pequeña cajuela, y por no hablar de la fatiga que su cuerpo empezaba a sentir… de la nada la puertezuela se abre, la iluminación artificial de unos faroles dejo ciega de momento a la rubia. Ya había anochecido, ni siquiera supo cuánto tiempo estuvo metida allí para que oscureciera tan rápido.Cuando Eileen abrió los ojos como tal diviso a Lión parado ante ella… la mujer no daba crédito a lo que estaban viendo sus ojos ¿había sido el quien la saco de su boda?—¿Tú? Lo fulmina con la mirada, como había sido tan idiota al no pensar en el en el primer momento se reprendió a si misma.—¿Te alegras de verme? Sonríe con burla.—Eres un idiota… dice saltando de la cajue
Eileen revisaba el closet de aquella habitación, se sorprendió mucho al ver mucha ropa de mujer en este. Ese loco sujeto había pensado en todo. Se despojó del incomodo vestido de novia escogiendo un mono suelto y una blusa de tela suave. Reviso el cuarto de baño quedando más asombrada que nunca, era como ver la habitación de su apartamento junto con el baño.Al final regreso a la cama, no había mucho que hacer estando allí encerrada. El troglodita que la capturo ni una maldita televisión le puso… en eso abrieron la puerta dándole un sobresalto a la rubia quien se puso en pie rápidamente.—No se asuste señorita. Dice una mujer vestida con un uniforme gris—¿Quién es usted?—Me llamo Olga, soy la que se encarga de cocinar y limpiar esta casa. Sonríe amablemente. —El señor Walker
Lión levanto la mirada con una sonrisa poco común en sus labios, no recordaba cuando había hecho llegar a una mujer de esa manera. Por lo general siempre era él quien se satisfacía dejándolas a ellas con ganas. Éste mordió sus labios al verla semi desnuda, con las piernas abiertas y su sexo latente a que fuese invadido por su miembro. Pero, ¿Por qué diablos no lo hacía?—¡Por dios! Exclama ella aun agitada.—¿Aun así no deseas ser mi esposa? Tendrás mucho de esto todo el tiempo.—Tú solo quieres hacerte con los bienes del señor Romel.—¡Si! No hay otra cosa que me interese más, ¡ni tú!—Eres un maldito hijo de perra. Vocifera cubriéndose el cuerpo. —No me casare contigo. Eres un cretino.Lión solo hace un sonido con