— Eileen, pensé que sería yo quien fuera a por ti. ¿Por qué has venido antes? El rubio la recibe en las afueras de su casa.
— Lo siento mucho Williams, es que he venido a por mis cosas para regresar a mi apartamento.
— ¿De qué hablas? Hemos quedado en que te quedarías unos días aquí hasta que tu casa sea más segura.
La pareja entra en la mansión de Williams sentándose en el sofá de la sala… en el camino Eileen había decidido que no podía quedarse en la casa del rubio. Era muy riesgoso, si Lión daba con ella en todos lados estaba segura que ya sabía dónde se encontraba en esos momentos. Lo que la llevo a pensar que lo más probable era que alguno de sus hombres la estuviera siguiendo.
— Yo… estaré bien en mi casa. Termina diciendo al fin.
— Al m
La cena en compañía de Williams le había agradado mucho a Eileen… la rubia se sentía a gusto en compañía de ese hombre. No lo negaba, el haber aceptado la cena le cayó como anillo al dedo ya que Williams no paraba de hacerla reír y eso le gustaba.Pero por desgracia la noche había llegado a su fin, necesitaba descansar así que ambos se encontraban subiendo las escaleras en dirección a su habitación.—La cena estuvo divina Williams, de verdad que muchas gracias por todo.—No hay de que, para mí es un gusto tenerte aquí. Sonríe. Ambos se detienen en la puerta de su recamara. —Hemos llegado, te he traído sana y salva.—Si. Ésta se ríe con gracia, pero algo dudosa de si entrar o quedarse allí parada como idiota.Williams al notar sus dudas, lentamente se acercó
Eileen salió al exterior del museo un poco desorientada y con el miedo a flor de piel. En realidad no estaba prestando atención de lo que pasaba a su alrededor. Solo quería alejarse de Lión lo más que pudiera…Alguien dentro de una enorme camioneta negra encendió el motor en cuanto vio a Eileen abandonar el museo… el coche se puso en marcha a gran velocidad yendo en dirección hacia la rubia que corría sin sentido.Mientras que Lión al salir del museo distinguió la cabellera rubia de la chica y fue detrás de ella, pero en eso percibió que una camioneta que no conocía iba a toda prisa detrás de Eileen.—¡Mierda! Masculla corriendo más rápido hacia la chica ajena al peligro. —¡Eileen! Le grito pero ella solo corrió más rápido al escucharlo. —¡Maldita sea! &Eacut
Ahora estaba más cabreado que antes. Ella no recordaba cuando le había salvado el culo de esos sujetos. Esa rubia no podía ser más cabezotas. Si bueno, quizás al principio dio órdenes de emplear cualquier cosa para obligarla a convencer al viejo. Pero realmente no era el quien había querido secuestrarla, no le hacía falta hacer ese tipo de show, si quisiera llevársela simplemente se la lleva y ya.—Bien, como sea. Lión le restó importancia al asunto, le daba igual que ella pensara lo que le diera la gana. —El medico te dará de alta muy pronto, así que…—Así que nada… yo me puedo ir por mis propios pies.—¿En serio? Pregunta con sarcasmo. —Allá afuera intentan secuestrarte ¿y tú solo quieres irte por tus propios medios?—Hasta donde sé, uste
La carencia de iluminación en la casa era perfecta para quien subía esa noche las enormes escaleras. Siendo sigiloso con sus pisadas, aunque nadie podría escuchar nada en aquella soledad de mansión. El individuo llego al último escalón caminando hacia la primera puerta del corredor, éste saco el arma que llevaba oculta en su cuerpo conjuntamente con un cilindro silenciador el cual adapto al cañón del arma.Con guantes negros en sus manos abrió la puerta de la recamara con mucho cuidado, dentro de esta también reinaba mucha oscuridad. Solo se oía el pitido de una máquina de oxígeno. El invasor se introdujo en el cuarto aproximándose a la cama empuñando el arma la cual levanto en dirección a Romel Vertuchi quien dormía con una máscara de oxígeno en la cara.Sin piedad alguna, éste sujeto descargo el arma sobre el cuerpo de Rom
El día siguiente llego rápidamente, Eileen se disponía abandonar su apartamento cuando al abrir la puerta se topa con una visita que no esperaba.—¡Williams! Abre los ojos como platos ya que se le había olvidado la noche anterior llamarlo.—¡Por el amor de dios, Eileen! ¿Dónde has estado metida? Te he estado llamando muchísimas veces, estaba loco buscándote. Hasta que opte por venir a tu apartamento no pensé que estuvieras aquí.Por la expresión y voz del rubio ella sabía que estaba molesto y preocupado. Lo había dejado plantado y ni siquiera le pudo avisar nada de lo que había pasado. De paso su bolso junto con el móvil y las llaves de la casa estaban en el museo, por fortuna el casero del edificio la ayudo entrar.—Lo siento tanto Williams, es que pasaron algunas cosas. Yo… tuve que salir r&aacut
El ruido incesante de su maldito móvil no paraba de sonar. Lión incorporo su cuerpo desnudo picándose el puente de la nariz. Miro hacia un lado buscando donde carajos estaba su teléfono, al ponerse en pie la sabana blanquecina cayó al suelo dejándolo completamente denudo. Éste busco su saco sacando el aparato que sonaba una y otra vez.—¿Qué carajos pasa? Vocifera cabreado.—Soy Phil… ha pasado algo importante.—Más vale que sea importante.—Estaré en tu oficina en 10 minutos.—¡Esta bien! Éste lanza el teléfono sobre la cama antes de adentrarse en el baño.Lión ingresaba en su oficina, donde había una inexistente secretaria. Mascullo palabras de ira, estaba comenzando hartarle las llegadas tarde esa mujer… antes de entrar en su oficina, las puertas del
Por la mañana el teléfono de Eileen no paraba de sonar, la chica no quería saber nada de nadie. Pero no le quedó más remedio que ponerse en pie para contestar, el día anterior no le dedico ni un minuto al museo y quizás pensó que podrían estar llamándola de allá.Pero al contestar, no era del trabajo. Era Williams informándole que su difunto jefe lo sepultarían esa misma tarde. Después de que practicarle una autopsia los resultados fueron que había muerto la noche anterior. Y como no arrojo más resultados, por ende no era necesario que el viejo permaneciera por más tiempo congelado.—Comprendo.—Pasare por ti más tarde.—Estaré esperándote.Al colgar la llamada Eileen suspira… eso había sido demasiado rápido, no pensó que esa tarde enterrar&i
Esa noche Lión tomaba un trago en su oficina a medio iluminar, desde su encuentro con Eileen en el cementerio no podía sacársela de la cabeza. Ese beso bajo la lluvia le pareció bastante interesante, y eso que él no le daba importancia a ese tipo cosas. Si besaba a una mujer eso era todo, solo complacer sus necesidades. Pero con ella era un poco distinto, porque al besarla siempre quería más.Bebió otro sorbo de wiski, el líquido quemo su garganta mientras este se deslizaba… inclino la cabeza hacia atrás simultáneamente un suspiro escapa de sus labios. Al cerrar los ojos un par de ojos ámbar inundaron todo su sistema, entonces los abrió frustrado y enojado.—Lo que necesito en meterla en mi cama y terminar con esta pendejada de una vez por todas. Balbucea bebiéndose el final del contenido que quedaba en su copa.Alguien comenzó a toca