Llegué a desayunar, a la mañana siguiente, sorprendentemente temprano, considerando lo tardé que estuvimos bebiendo la noche anterior. Me desperté con el peor dolor de cabeza, pero tomé algunos analgésicos, un agradable baño relajante y eso me hizo sentir mejor que nunca.

Como era de esperar, el clima ya estaba hirviendo; así que fui con sandalias, pantalones cortos y una blusa de tiras. Cuando bajé a la mesa, Abby y Lea estaban sentadas esperando a que yo llegara; pero Kayla y Jones no. Sin adivinar dónde estaban o qué estaban haciendo.

Pedimos algo de comida y café, y comimos mientras esperábamos. El buffet era una de esas ofertas de “todo lo que puedas comer”, así que no era como si ellos fueran a perderse de nada; pero bueno, si el sexo era más importante, ¡qué diablos! Si se estaban divirtiendo, que lo hicieran.

“Entonces, lo de anoche está un poco borroso”. Comencé la conversación, las otras dos gimieron como un par de zombies. “Tomen un poco de jugo de naranja, se sentirán me