Mientras pagaba el taxi busqué con la mirada, no fuera a ser que la tal cita fuese un invento de mi mente alterada, Ramiro saludó desde la terraza donde se tomaba un capuccino , se levantó y fue a mi encuentro , tomamos asiento , pedí un té frio grande para hidratarme luego de la resaca, encendí un cigarrillo, para preguntar a boca jarro, ¿Cuál era la razón de su curiosidad si él mismo ya sabía desde antes la razón de las dudas?, ¿si su doctorado en teología no lo había preparado para restañar las dudas teosóficas? , mal va la cosa, pues si yo, un simple mortal que jamás navegó entre las páginas de los santos y demás productos de la imaginación religiosa, me he dado cuenta, aun antes de tomar en serio el asunto este de demostrar su falsedad, ustedes que tienen años en eso han de verse la cara más a menudo con tanta cosa extraña, no sé, quisiera su respuesta antes de darte mis conclusiones preliminares, sin profundizar mucho ya que se me ha ocurrido que usted me haga de guía a ver si refuerzo mis argumentos.
Bueno, dijo Ramiro, mientras tomaba un sorbo de café, el asunto es el siguiente, yo me crie entra las faldas de mi vieja hasta que tuve edad y tamaño para escurrir el bulto, entre mi mamá, mi abuela junto a algunas tías, pasábamos tiempo revisando libros o folletines religiosos, visitando al cura de la parroquia. En los lugares a los que íbamos de viaje en las vacaciones terminábamos haciendo peregrinación, usted profesor, entenderá que para un niño de apenas unos años es la grandilocuencia llena del tono extremadamente serio en que basaban su vida me parecía pavoroso y a la vez atrayente, creía con todo mi ser que ese libro que llamamos biblia encerraba la verdad, además de la clave para la vida eterna, en mi casa no existía la posibilidad de dudar, por lo general cualquier asomo de pregunta era correspondido con una bofetada o en el mejor de los casos con castigos, mi padre nunca estaba cerca, mis hermanos tampoco, así que tocaba creerse el asunto.
Desde pequeño me prepararon para el sacerdocio, mi mamá, aspirante a beata desde muy joven, albergaba el sueño de un hijo con sotana que le allanase el camino al cielo, junto con mi abuela tramaron la cosa, así que desde la escuela, el liceo hasta el seminario solo fueron variaciones de un mismo tema en el asunto de mi crianza, sin embargo creo que tan piadosas señoras olvidaron el detalle de las hormonas, que al final me obligaron a buscar otras preguntas más allá de las respuestas de sueños húmedos, manos sudorosas, pensamientos poco píos ante los senos turgentes de la virgen que miraba con picardía desde la pared de la sala, mi juventud fue una mezcla extraña, donde me sentía un bicho raro, lleno de culpa por mis pensamientos carnales, sintiéndome incómodo con una posición sexual ajena a los devaneos con que mis compañeros de seminario se calentaban mutuamente las camas, me obligué a llevar mi cruz en silencio, esas preguntas sobre celibato bondad y castidad me ponían a pensar en ese dios como un castrador de oficio en vez del padre amoroso que debía ser, la verdad, hasta que me lo encontré a usted, estaba buscando la manera de evitar pensar cómo encarar el abandono de la sotana.
Sin embargo, más allá del tema que nos compete, creo que la iglesia comete muy buenas acciones, regalamos un poco de cariño a los necesitados, muchas familias pobres en el mundo tienen algo de comer gracias a la labor de bastante gente realmente piadosa, apoyamos infinidad de causas, tenemos escuelas, comedores populares, clínicas, hospitales, además claro, de dar un apoyo necesario, así sea de dudosa veracidad, a todos los desesperados y desesperanzados que caminan por las calles del orbe.
También es cierto que entre tanta bondad no es extraño el desvío de muchos de los curas y feligreses, hay sacerdotes que violan niños, niñas y hasta las mulas aplican, otros roban, los menos trafican drogas, amasan fortunas, poder político, todo pleno de la más espantosa hipocresía de una comunidad llena de mojigatos bañados en el aroma de la corrupción decadente, tan propia de las mentes mediocres, perdón, me puse intenso, es que me molesta todo eso, sobre todo que nadie levante la voz , es terrible, algo se hace pero lo siento poco y lento.
Todavía no conozco sus argumentos, pero por su seriedad creo que deben ser bastante contundentes, lo invito a que me cuente algunas cosas para poder comenzar a ver cómo ayudarlo en su cruzada.
Comencemos por lo obvio (acoté) , siempre me ha sorprendido la estampa terrible del cristo en la cruz, esas imágenes que parecen respirar, exudan dolor, muerte y sangre, lo que falta es ver un balde bajo las cruces recibiendo la sangre que mana de las heridas, es un espectáculo terrible, lo peor, es que eso está en todas partes y que muchos la llevan prendida al cuello con una cadena, siempre me da que pensar, alguna vez creo haberlo preguntado en casa y nunca obtuve una respuesta coherente.
Hace unos años, un martes santo, estéril como domingo extendido, veía un documental, en el hablaban unos señores muy serios de la manera en que el imperio Romano absorbió la religión cristiana, abandonó su panteón poli teístico y mutó en otro imperio que ya va para dos mil años , allí hice mi primera teoría que años después vería como cierta, poco original en realidad, pero en mi ignorancia creía haber descubierto el santo grial de verdad, como estaba recién casado fue ese martes en casa de los suegros viendo documentales, perdiendo la paciencia para no dormirme junto al pobre suegro, quien soportaba con el estoicismo de la costumbre el tedio de aquella bochornosa tarde.
Mi idea era que la cruz realmente era una suerte de icono de guerra, una especie de talismán que identificaba a los copartidarios, cuando los Romanos hartos de pelear en los dominios extranjeros, deciden, por motivos políticos, apropiarse los símbolos de la rebelión y modificaron sus tradiciones para terminar adaptando una religión que en principio fue más cercana a la filosofía en un compendio de leyes que regulaban, apresaban, mataban no solo los cuerpos, también los cerebros de sus ciudadanos.
El sueño dorado de todo gobernante, gente dócil a quien dirigir además de complacientes con todas las medidas que exigiera la implantación de una creencia disfrazada de verdad absoluta. Imagino que ese sincretismo judaico, cristiano, musulmán y hasta africano fue una mezcla exitosa en esos tiempos donde el conocimiento era para los elegidos, la gente rara vez leía pues era más importante vivir que ilustrarse, lo que resultó en oficio de ricos, quienes podían darse el lujo de leer, estudiar, viajar, escribir, pensar y hasta matar sin tener que pasar por el incómodo momento de ganarse la vida, como el resto de los mortales sin suerte ni dinero.
Esta idea me tiene atormentado, me sentía burlado, sin embargo, por ser el menor de mis problemas lo dejé de lado, todavía pensaba en el “qué dirán”.
Después de esa tarde, la idea cada día fue tomando más forma, gracias a mi auto exilio a la habitación de abajo, tuve tiempo ocioso en internet, comencé a leer algunas cosas sobre filosofía oriental, armé una carpeta en mi computadora con el fin de recabar material. Luego me interesé en saber algunas cosas sobre demonología, siempre me ha llamado la atención el tratamiento del tema, fíjate, todos niegan su existencia, nadie asume que le atrae el tema del mal, pero cada año hacen cientos de películas malas o buenas sobre posesiones, todas las religiones hablan del mal, sin embargo, la historia que me han contado sobre el origen divino de satanás se contradice.
Dicen que era un Ángel llamado Luzbel, quien un día, harto de dios se alzó y montó negocio aparte, solo le veo un detalle a la cosa, se supone que el dios padre todo lo sabe, todo lo ve, el presente, futuro y pasado son una sola cosa según su gracia divina, ¿Cómo no pudo desarticular a una banda de facinerosos anarquistas? , la respuesta está en la naturaleza humana, el mal y el bien son conceptos puramente humanos, dependen del poder, siempre es el poder el que corrompe al alma o como quiera que se llame esa parte espiritual que pervive cuando el cuerpo deja de hacerlo, al no tener una explicación para ese detalle, a las “autoridades” religiosas se les ocurrió escurrir el bulto e inventarse otro culpable, muy accesible por cierto, según la mitología popular cualquiera puede hacer un pacto con el diablo, cambiar el alma por beneficios en la tierra solo para entregarla al morir y sufrir indecibles tormentos en el infierno. Pero invocar a dios para hacer pactos con él es cosa casi que imposible, simplemente toca rezar mucho, apretar los dientes, aguantar y confiar en que la gracia divina se ocupe por su parte, la contesta vendrá con acciones, nada de esperar respuestas ni compromisos, ese es un muy mal detalle de su parte.
Ajá, dijo Ramiro, ¿Cómo estás seguro de que hay un mundo espiritual como tú mismo lo has llamado?.
Simple amigo, a través de los años he sido testigo de varios eventos sobrenaturales y mi familia en pleno ha tenido experiencias, lo que los hace veraces es que ninguno de los miembros del clan paterno hacen gala de fanatismo alguno, cuentan sus historias con miedo pero sin alarma, mi abuela los enseñó a temer a los vivos que hacen daño, no a los muertos o lo que sea, ya que solamente muestran algo, cuyo propósito es el de asustar nomás, pero nada grave a fin de cuentas.
Mi familia paterna se mudó de la capital a principio de los años cincuenta, terminó en mi ciudad natal casi que por accidente, el abuelo, un calavera a todas luces, no pagaba los alquileres y se desentendía de los caseros, haciendo que un día cualquiera mi abuela se quedara en la calle con siete hijos menores, gracias a los favores de algunos familiares del abuelo localizó una casa que podían pagar, organizó la mudanza y se vinieron cuan gitanos, nadie sabía a ciencia cierta de que vivirían, pero mi abuela, acostumbrada a las penurias organizó la cosa de tal manera que todos estaban seguros que sobrevivirían, claro, por el presupuesto inicial primero estuvieron en una casa terriblemente fea, con techo de zinc y habitaciones colectivas, una para las niñas, otra para los niños y la de la abuela, el abuelo aun no aparecía, allí vivieron por un año, al tiempo ubicaron otra casa, a tres cuadras de distancia, con cuatro habitaciones, dos baños, un patio enorme, por
Mi papá dijo estar cansado, así que bajaron de las bicicletas para ir caminando, cuentan que cuando pasaron junto a la cerca, pero del lado de la calle, escucharon como si alguien pasara un palo por entre los barrotes, pensaron que era algún amigo jugándoles una broma y se acercaron a investigar, no vieron a nadie, pero igual pensaron que se había ido corriendo quien hiciera tal cosa, seguidamente oyeron unos ladridos, levantaron la mirada y se encontraron con unas sombras bajo lo que quedaba de un árbol quemado, eran de un perro muy grande, con las fauces abiertas, como en actitud de espera, a su lado o sobre él, la sombra figuraba a un hombre colgado del cuello que se mecía al viento, ambos corrieron, dejando las bicicletas tiradas en la calle, cuentan quienes los vieron llegar, que los niños llegaron con el miedo dibujado en sus rostros, el más pequeño lloraba abrazando a su mamá y el otro pues se conformaba con su silencio hasta que el susto le permitió hablar, mi ab
La abuela, esa noche me contó que en esa casa antes vivía una señora amiga de ella, era muy viejita, seguro ya ha de estar muerta, me dijo que la señora en cuestión le tenía pánico a la casa y se negaba en redondo a quedarse sola allí, de hecho esa fue la razón de la mudanza de la familia en pleno, el hijo que vivía con su familia y la viejita tuvieron un susto mayúsculo cuando encontraron a la señora desmayada en la puerta de su habitación, decía haber visto una joven rubia de vestido azul paseándose por el pasillo, a las ocho de la mañana, no era ni de madrugada, esa misma semana mandaron a la señora de viaje y gestionaron la mudanza, le alquilaron la casa a la familia que en esos días la habitaba.Ahora entendía que lo visto y oído esa noche no era parte de mi imaginación y me fui a dormir.Ahora que lo pensó, lo más raro de todo es que nadie más oyó ni vio nada esa noche, todavía recuerdo el estruendo como de cien cadenas que se arrastraban, la
Me soñaba con veinte años menos, cabello y apostura típica de veinteañero en forma. Estaba de parranda en Cuyagua, andaba con unos supuestos amigos y amigas, digo supuestos porque a nadie conocía, todos parecían salidos de un comercial de cervezas, claro, la chica que me había tocado en suerte era todo un sueño erótico y la cosa iba bien, como era costumbre en aquellos años me pasé de tragos, me puse a inventar cosas con la hermosísima flaca que me daba besos, nos fuimos a una caleta donde pues describir lo que hicimos no tiene sentido, mejor lo dejo a la imaginación. En ese sueño había quedado rendido entre los brazos de la chica, pero unos ruidos extraños me despertaron de madrugada.A cien metros más o menos de donde estábamos (la chica y yo), había una especie de fiesta, nada raro a decir verdad, lo extraño es que en ese sueño era la madrugada de un lunes, por lo general pocos son los que andan de fiesta en este país esos días, me levan
Lo recuerdo con mucho detalle pues fue el primero de una serie de sueños raros, sobre todo porque a la víspera no había pasado nada diferente, no tenía resaca, no había peleado con mi hoy ex esposa, mi cena era de lo más ligera, total, todo entre los parámetros, claro, ya había comenzado mi trafago de dudas en torno a la cosa esta de la religión, creo que era una suerte de aviso para lo que se me venía encima.Por esos días había entrado a la universidad una mujer, de mediana edad, muy bella, con porte y nombre inglés, se llama Jena Cockhold o algo similar, la verdad no dejaba de verla, su caminar casi felino hacía que, a pesar de su traje sastre, tipo maestra de internado inglés se le viera sexi, junto con su rubia cabellera siempre aprisionada en una larga cola de caballo o un moño muy señorial y apretado, al verla pasar casi que uno pensaba en pedirle que le diera a uno azotes por haber sido un niño malo, en fin, la verdad es que si me diera las nalgadas se las habría devue
Me encontré con mi amigo venezolano, la señora se nos va a unir más tarde pues se ha quedado en el hotel para asistir a una sesión de yoga, una manía que tiene para eso de la vejez y la paz, no la entiendo, pero cada quien se rasca las pulgas como mejor le parece. Veo al amigo, los abrazos, los gritos acallados por lo solemne del espacio, las preguntas de rigor, los comentarios sobre la calva, la panza y las arrugas, las otras menos discretas antes que la mujer del amigo obligue mesura, en fin, el ritual de machos venezolanos que no se pierde ni con el exilio, más bien se resalta pues hay siempre el deseo inconfesado de volver a la adolescencia.Nos fuimos al café venezolano, esta vez no pedí Grappa, pedimos una botella de un Ron Guatemalteco excelente, a falta del criollo bien vale uno de gran precio y excelente sabor, que no da resaca ni afecta el colesterol, como corresponde a los señores cuarentones, la primera hora la dedicamos a hablar mal del gobier
Llega Ramiro del brazo de una argentina despampanante, sin sotana él, ella con un vestido infartante, es rubia como el sol, con ojos cafés que gritan un tinte muy bien puesto, ambos vienen con caras de culpables, pido dos copas más además de otra botella que Ramiro se apresura a decir que paga, nos presentamos con la dama y Ramiro conoce a mis amigos, lo ponemos al día con las noticias, él se preocupa, sin embargo dice que no tiene sentido ponerse tristes a tanta distancia del problema.La chica se llama Serena, es de ancestros italianos, periodista que anda en estas tierras haciendo un reportaje sobre el cristianismo apostólico, así se conocieron, ella intentaba convencer a un bibliotecario sin que este entendiese muy bien su chapucero italiano , Ramiro, como buen caballero la ayudó, hicieron la investigación juntos en la biblioteca, le invitó un trago, se conocieron mejor y terminaron en la cama, estaban en la pausa del amor cuando reci
Llegó la mañana, realmente fue el mediodía, pedí una comida para dos al restaurante del hotel para no tener que salir ni vestirme, hacía meses que no me sentía tan bien, una mujer bella hace maravillas, eso lo sé, pero no había tenido oportunidad hasta esta noche, ella al parecer se sentía igual, la verdad quiero creerle, me quedan días solamente por acá y después de este descubrimiento no quiero romper el encanto con dudas tontas que no ayudan, para dudas está mi locura, como por el momento dejé la investigación, solo me dedicaré a buscarle la vuelta a esta mujer encantadora que se me atravesó a último momento.Comimos en la cama, nos desayunamos entre besos, ella llamó a su trabajo y dijo sentirse muy mal, usó mi computadora para enviar el material pendiente, responder correos, ponerse al día con algunos asuntos mientras yo solo admiraba su cuerpo, me maravillaba de su sonrisa y me encantaba con su voz, hasta en italiano se oía angelical.