Mi papá dijo estar cansado, así que bajaron de las bicicletas para ir caminando, cuentan que cuando pasaron junto a la cerca, pero del lado de la calle, escucharon como si alguien pasara un palo por entre los barrotes, pensaron que era algún amigo jugándoles una broma y se acercaron a investigar, no vieron a nadie, pero igual pensaron que se había ido corriendo quien hiciera tal cosa, seguidamente oyeron unos ladridos, levantaron la mirada y se encontraron con unas sombras bajo lo que quedaba de un árbol quemado, eran de un perro muy grande, con las fauces abiertas, como en actitud de espera, a su lado o sobre él, la sombra figuraba a un hombre colgado del cuello que se mecía al viento, ambos corrieron, dejando las bicicletas tiradas en la calle, cuentan quienes los vieron llegar, que los niños llegaron con el miedo dibujado en sus rostros, el más pequeño lloraba abrazando a su mamá y el otro pues se conformaba con su silencio hasta que el susto le permitió hablar, mi ab
La abuela, esa noche me contó que en esa casa antes vivía una señora amiga de ella, era muy viejita, seguro ya ha de estar muerta, me dijo que la señora en cuestión le tenía pánico a la casa y se negaba en redondo a quedarse sola allí, de hecho esa fue la razón de la mudanza de la familia en pleno, el hijo que vivía con su familia y la viejita tuvieron un susto mayúsculo cuando encontraron a la señora desmayada en la puerta de su habitación, decía haber visto una joven rubia de vestido azul paseándose por el pasillo, a las ocho de la mañana, no era ni de madrugada, esa misma semana mandaron a la señora de viaje y gestionaron la mudanza, le alquilaron la casa a la familia que en esos días la habitaba.Ahora entendía que lo visto y oído esa noche no era parte de mi imaginación y me fui a dormir.Ahora que lo pensó, lo más raro de todo es que nadie más oyó ni vio nada esa noche, todavía recuerdo el estruendo como de cien cadenas que se arrastraban, la
Me soñaba con veinte años menos, cabello y apostura típica de veinteañero en forma. Estaba de parranda en Cuyagua, andaba con unos supuestos amigos y amigas, digo supuestos porque a nadie conocía, todos parecían salidos de un comercial de cervezas, claro, la chica que me había tocado en suerte era todo un sueño erótico y la cosa iba bien, como era costumbre en aquellos años me pasé de tragos, me puse a inventar cosas con la hermosísima flaca que me daba besos, nos fuimos a una caleta donde pues describir lo que hicimos no tiene sentido, mejor lo dejo a la imaginación. En ese sueño había quedado rendido entre los brazos de la chica, pero unos ruidos extraños me despertaron de madrugada.A cien metros más o menos de donde estábamos (la chica y yo), había una especie de fiesta, nada raro a decir verdad, lo extraño es que en ese sueño era la madrugada de un lunes, por lo general pocos son los que andan de fiesta en este país esos días, me levan
Lo recuerdo con mucho detalle pues fue el primero de una serie de sueños raros, sobre todo porque a la víspera no había pasado nada diferente, no tenía resaca, no había peleado con mi hoy ex esposa, mi cena era de lo más ligera, total, todo entre los parámetros, claro, ya había comenzado mi trafago de dudas en torno a la cosa esta de la religión, creo que era una suerte de aviso para lo que se me venía encima.Por esos días había entrado a la universidad una mujer, de mediana edad, muy bella, con porte y nombre inglés, se llama Jena Cockhold o algo similar, la verdad no dejaba de verla, su caminar casi felino hacía que, a pesar de su traje sastre, tipo maestra de internado inglés se le viera sexi, junto con su rubia cabellera siempre aprisionada en una larga cola de caballo o un moño muy señorial y apretado, al verla pasar casi que uno pensaba en pedirle que le diera a uno azotes por haber sido un niño malo, en fin, la verdad es que si me diera las nalgadas se las habría devue
Me encontré con mi amigo venezolano, la señora se nos va a unir más tarde pues se ha quedado en el hotel para asistir a una sesión de yoga, una manía que tiene para eso de la vejez y la paz, no la entiendo, pero cada quien se rasca las pulgas como mejor le parece. Veo al amigo, los abrazos, los gritos acallados por lo solemne del espacio, las preguntas de rigor, los comentarios sobre la calva, la panza y las arrugas, las otras menos discretas antes que la mujer del amigo obligue mesura, en fin, el ritual de machos venezolanos que no se pierde ni con el exilio, más bien se resalta pues hay siempre el deseo inconfesado de volver a la adolescencia.Nos fuimos al café venezolano, esta vez no pedí Grappa, pedimos una botella de un Ron Guatemalteco excelente, a falta del criollo bien vale uno de gran precio y excelente sabor, que no da resaca ni afecta el colesterol, como corresponde a los señores cuarentones, la primera hora la dedicamos a hablar mal del gobier
Llega Ramiro del brazo de una argentina despampanante, sin sotana él, ella con un vestido infartante, es rubia como el sol, con ojos cafés que gritan un tinte muy bien puesto, ambos vienen con caras de culpables, pido dos copas más además de otra botella que Ramiro se apresura a decir que paga, nos presentamos con la dama y Ramiro conoce a mis amigos, lo ponemos al día con las noticias, él se preocupa, sin embargo dice que no tiene sentido ponerse tristes a tanta distancia del problema.La chica se llama Serena, es de ancestros italianos, periodista que anda en estas tierras haciendo un reportaje sobre el cristianismo apostólico, así se conocieron, ella intentaba convencer a un bibliotecario sin que este entendiese muy bien su chapucero italiano , Ramiro, como buen caballero la ayudó, hicieron la investigación juntos en la biblioteca, le invitó un trago, se conocieron mejor y terminaron en la cama, estaban en la pausa del amor cuando reci
Llegó la mañana, realmente fue el mediodía, pedí una comida para dos al restaurante del hotel para no tener que salir ni vestirme, hacía meses que no me sentía tan bien, una mujer bella hace maravillas, eso lo sé, pero no había tenido oportunidad hasta esta noche, ella al parecer se sentía igual, la verdad quiero creerle, me quedan días solamente por acá y después de este descubrimiento no quiero romper el encanto con dudas tontas que no ayudan, para dudas está mi locura, como por el momento dejé la investigación, solo me dedicaré a buscarle la vuelta a esta mujer encantadora que se me atravesó a último momento.Comimos en la cama, nos desayunamos entre besos, ella llamó a su trabajo y dijo sentirse muy mal, usó mi computadora para enviar el material pendiente, responder correos, ponerse al día con algunos asuntos mientras yo solo admiraba su cuerpo, me maravillaba de su sonrisa y me encantaba con su voz, hasta en italiano se oía angelical.
Le cuento que mi historia con el blog es simple, una mañana, al salir de dar clases me encontré a unos estudiantes, eran oficialistas y decían la sarta de bobadas que dicen todos, me metí en la discusión, como ya es costumbre les desbarate el discurso, pues no tenía ni pata ni cabeza, al llegar a la sala de profesores a dejar asistencias de mis alumnos y firmar la propia, la secretaria comenta que me anda buscando un colega, pero de la facultad de “Ciencias Sociales”.El tal fulano es un profesor recién graduado, aproximadamente de mi misma edad, solo que duró quince años para culminar el pregrado, recién estaba culminando un posgrado por correspondencia en una de esas “universidades” inventadas de la nada para apuntalar bodrios políticos, sus copartidarios hicieron maromas burocráticas para poder permitir que este tuviera acceso a un concurso que no le tocaba, por supuesto ganó y ahora lleva una cátedra extraña, algo así como teología del discurso
Salimos hasta un centro comercial cercano, desde una cabina telefónica llamé al pintor y lo puse al día con la situación, me dice que algo sabe pues su hermano, le contó que recientemente hubo patrullas, gritos, golpes de puertas, insultos en casa de mis tíos, de quien es vecino, los habitantes de la cuadra salieron a ver, algunos comenzaron un motín que acabó a golpes, además con saldo de patrullas quemadas, guardias apedreados, más gente presa, intoxicados de lacrimógenas, pero a mi familia, al parecer, no les sucedió nada gracias a la intervención de la gente, me cuenta, además, que eso fue hace tres días, la búsqueda se ha activado con toda clase de rumores, desde que soy un traficante de drogas hasta “magnicida” como si matar cucarachas fuese un crimen, al final, le pido la dirección exacta y le cuento que lo voy a visitar mañana con mi nueva novia, que estoy por acá de vacaciones, lo que ha servido para escapar a toda esa locura de los esbirros, no quiero pensar mucho en