Capítulo 2

Mejor dejo de pensar en tonterías y me dedico a trabajar, siento que tocan la puerta, adelante y entra mi secretaria. Hola, Patricia, buenos días, ¡te estaba esperando!

— buenos días, señor, no quise interrumpir la conversación que tenía con su padre, por eso no entre antes, vengo con su agenda del día. Tiene una Reunión por Zoom con el señor Rocco para discutir los términos del nuevo contrato, ya su hermano me envió los documentos, los revisé y se los envié al correo. Luego el almuerzo con sus hermanos ya los llame y confirmaron su asistencia, ¡eso todo por el día de hoy!

— levanto mi vista y le sonrió tan eficiente como siempre, gracias, patricia, puede retirarse tomate el resto del día libre.

— Gracias, señor Matteo.

— reviso los documentos con el Rocco por Zoom cuando logramos ponernos de acuerdo, firmamos y así cerramos el negocio. Llega la hora del almuerzo, así que apago mi computador tomo mis cosas y salgo de la oficina, manejo hasta el restaurante, al llegar me reúno con mis hermanos, los cuales ya está en la mesa.

— hermano, ¿cómo estás? Mi madre me dijo que papá fue a la oficina hoy ¿algún problema?

— No, Federico, el tema de siempre, sabes lo desesperada que está nuestra madre con el tema del matrimonio y los nietos.

— no quisiera estar en tu lugar.

— no crean que se salvaran ustedes, dos son los siguientes en la lista, pero yo no pienso casarme ahora, así que seguiré disfrutando los placeres de la vida, ¿y ustedes como van alguna novia?

— no, Matteo y ahora menos yo no seré el tonto que lleve una chica a la casa, así que conmigo no cuenten, soy el soltero Luigui Esposito, me siento afortunado de ser el menor de los hermanos, eso me deja mucho tiempo para disfrutar.

— cómo te envidio en este momento, bueno, en realidad los envidio a los dos, ja, ja, ja, comemos, conversamos y me despido, bueno, chicos. Los tengo que dejar, recuerden que mañana me toca viajar a Chicago por negocios, tardaré como unos cuatro días, ahora debo ir a casa a preparar las maletas.

— Hermano, cuídate mucho, yo estaré esperando que me envíes los detalles del negocio para preparar todos los contratos, si me necesitas me llamas y yo viajo de inmediato.

— Tranquilo Federico, que nunca firmo nada sin que tú lo revisas antes, sé que hay muchas personas con ganas de estafarnos, cuídense, salgo del restaurante y conduzco a casa mientras escucho buena música.

Al llegar, me cambio y busco mi maleta, meto algunos trajes, mis cosas personales y cierro la maleta, reviso algunos documentos pendientes y repaso las notas que me dio Luigui sobre los empresarios con los que me reuniré, mi hermano tiene una excelente habilidad para los negocios. Luego me doy una ducha ceno, algo ligero, coloco una película y no en qué momento me quede dormido.

Suena la alarma, así que la apago me levanto, son las tres de la mañana, me doy una ducha y me visto rápido, ya que debo ir al aeropuerto, tomo un Uber llego y espero el llamado pasajeros con destino a Chicago abordar por la puerta dos. Todo el viaje lo pasé descansando, hasta que por fin llegamos bajo, busco mi maleta y tomo un taxi al hotel.

Al llegar me doy una ducha, me rasuro y salgo a la oficina, debo apresurarme porque en media hora tengo una junta. Al llegar a la oficina, tomo los papeles que me entrega, Caro que es la encargada de eso acá y nos dirigimos a la sala de juntas. 

Donde paso las siguientes seis horas en negociaciones, pero valió la pena, ya que logramos dos grandes contratos, los socios me invitan a celebrar término de trabajar y voy al hotel a prepararme para tomar unos tragos, con ellos. Llegamos a la disco, subimos a la zona vip, pedimos unos tragos y conversamos hasta que uno de ellos habla.

— vamos a la pista a buscar algo de diversión.

— bajamos y hay muchas mujeres hermosas bailando, nos acercamos a un grupo de cuatro hermosas mujeres, están bastante tomadas, ya que se ven muy alegres, me acerco a una que baila de espalda, la tomo por la cintura y empiezo a bailar a su ritmo, ella me sigue y guao que movimientos tiene sin contar que su cabello huele divino. Como a rosas tiene pinta de modelo, ese cuerpo delgado, la volteo y es rubia, ojos azules me observa, sonríe y me besa, le respondo el beso con fuerza, la presiono contra mí y me dice algo que me deja sorprendido.

— vamos a otro lado, hermoso.

— la observo fijamente, ¿estás segura? No me da respuesta, sino que me besa de nuevo, yo le respondo de forma apasionada, así que no pierdo más tiempo, la tomo por la mano y salimos tomo un taxi señor me lleva al hotel más cercano, por favor.

Ella me besa en el taxi y muero de ganas por tomarla justo en ese momento, pero decido esperar mientras toco su cuerpo a mi antojo, meto la mano por su vestido y siento que está muy mojada. Al llegar bajamos del taxi y vamos a la recepción donde pido una habitación sencilla al entrar, no perdí tiempo, la empotre contra la puerta y bese su cuello, luego la desnudé y la hice mía. De todas las formas posibles, debo decir que no es tan buena en la cama, pero igual la pase bien. Ella se duerme, veo la hora y son las tres de la mañana, debo irme así que me visto, luego me acerco a su oído y le susurro gracias por la noche hermosa y salgo a mi hotel. Pensando que así es siempre, debo huir antes que les dé por querer algo más, tengo mucho sueño, pero no podía cometer el error de quedarme dormido a su lado.

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