Mundo ficciónIniciar sesión
Capítulos relacionados
El amor es despiadado
Jael y Mariana se habían quedado dormidos unos minutos, hacer el amor había sido un momento mágico, fue como regresar al pasado, como si nadie además de ellos existiera, como si su amor fuese lo único que importara, pero no era así, ahora tenían una hija y Mariela un prometido a quien rendirle cuentasMariela no deseaba salir de los brazos del atractivo hombre pero debía hacerlo, comenzó a vestirse y al mirarse al espejo se cubrió la boca pare evitar que escucharan su grito— ¡¿Pero que carajos me hiciste?! ¡esto no lo cubrí no con maquillaje, es una mordida! ahora sí te pasaste, Jael, ¡¿dime qué voy a decirle a Rogelio?! ¡no puedo llegar a casa así!— ¿Me estás diciendo que quieres esconder lo que pasó entre nosotros? — le preguntó el mafioso cuando la atrapó desde atrás — Yo...— ¿Si estabas pensando en esconderme y seguir tu relación con el abogado como si lo que acaba de pasar no sucedió? déjame decirte que estás soñando, eso no lo voy a permitir, tú eres mi mujer y te quedarás a
Un bebé más llega
Rogelio siempre había sentido que Mariela no lo amaba lo suficiente, siempre le daba largas para poner la fecha de la boda, ahora que el intimidante mafioso que había resultado ser el padre de Jade había vuelto, debía reconocer que está vez había perdido, conocía bien a Mariela, ella amaba a ese hombre, a él le tenía muchísimo agradecimiento, pero a Jael Luna lo amabaEl corazón de Mariela estaba hablando desde lo más profundo, lamentaba romperle el corazón a Rogelio pero sabía que se recuperaría y la olvidaría, ellos nunca estuvieron destinados— ¿Esa es tu decisión, Mariela? sabes que no voy a obligarte a estar a mi lado, me preocupaba que el mafioso te estuviera obligando a quedarte con él, o que te hiciera daño a ti y a la niña— Jamás lastimaría a mi hija ni a mi mujer, Rogelio, eres un buen hombre, un digno rival para mí, pero está vez tienes que entender que ella son mi familia, tu encontraras en un futuro con quién formar una, no soy un hombre de hablar mucho, nadie aquí quiso
Un gemelo pica flor
El gemelo Nathan no quitaba el dedo del renglón con la pequeña Jade, el niño era como su sombra, de vez en cuando que se ponía llorona él de inmediato le decía que no debía de llorar por qué era muy molestaEran platicas interminables que el gemelo gruñón te iba con Jade, pero ella siempre terminaba llorando por cualquier tontería, aunque la mayoría de las veces era por atención, Nathan pensaba que ya no tenía remedioJoana también heredó el mismo color de ojos que Jael, está vez le había tocado conocer a su hija desde que nació, había pasado por la experiencia del embarazo, que fue más bien una tortura, Mariela se puso muy sentimental y lloraba por todo igual que Jade, el mafioso tenía a dos mujeres que tranquilizar, había sido bastante agotador, sobre todo por qué Jade seguía levantándose por la noches a pedir un biberón, siempre le tocaba ir a él por qué Mariela de aquí a que se levantara con la barriga, ya les amanecíaEra tan increíble de ver qué ahora los dos amigos mafiosos, pa
Un primo perdido
En la mansión Castrioli, Nathanael y Jael se encontraban haciendo una estrategia para llevar su merca a otro país al cual no habían entrado pero que debido a las constantes guerrillas estaba el cartel vulnerable y ellos podían aprovechar el momentoEl todavía Boss, había experimentado en carne propia lo que era tener dos hijos tan parecidos a él en el carácter, los dos eran nos demonios, solamente con su madre y su hermana Nathalia era que se suavizaban un poco, pero de ahí en más eran muy reservados, la única diferencia entre ellos era que Nathaniel siempre fue más coqueto con las chicas— Ahh... estos hijos míos, son tan irreverentes, Nathan un malhumorado que no tiene esperanza de conocer una chica y hacerla su novia, en cambio ese Nathaniel la siquiera a todas, lo que me tranquiliza es que solo es un coqueto y no llega a más allá con tanta joven—¿De que te quejas? esos dos son igualitos a ti, si no fuera por qué tu abuela tenía un carácter de los mil diablos, te le hubieras desca
Un Nathan muy incrédulo
Nathanael y jael por supuesto que iban a tomar precauciones, mientras pasaba lo del examen y conversaban con Noah, sus hombres de confianza ya lo estaban investigando, cada detalle, cada paso, trabajos anteriores, domicilio, a su madre enferma, sus relacionesLos mafiosos no podían darse el lujo de ser descuidados, sobre todo por qué les habían llegado a rumores de sus infiltrados en Rusia de que un nuevo líder había tomado el poder, eso significaba una nueva alianza o una nueva guerra — Jael, envía a Noah a trabajar con los chicos en el CEDIS de norte, es el que más nos ha costado organizar últimamente, necesitamos ponerle órden, lo vas a dejar de segundo al mando ahí mientras se fogea, aquí subirás demostrando tus capacidades, espero que te venga bien el trabajo — dijo por último Nathanael Noah estaba a punto de retirarse cuando llegó a casa la hermosa Nathalia, a sus veinte años la frescura, la elegancia y su bella sonrisa, llamaba la atención en donde quiera que se le viera, ell
el ataque de los rusos
Todos en la fiesta comenzaron a correr por todos lados, las copas de cristal caían por doquier, los gritos de las chicas que asustadas trataban de esconderse inundaban el ambienteJhonathan dejó de bailar con la sensual chica que prometida una noche de pasión ardiente para ir a buscar a Nathalia, si algo le sucedía su tío Nathanael le pediría cuentas a él— Ya presentía yo que algo no iba a salir bien, no debí dejarme convencer por ti cara (muchacha) el joven mafioso se escurría por todos lados intentando encontrarla hasta la vió discutiendo con uno de los hombres de negro que — ¿En donde está Gabriel Carvajal? lo quiero en mi presencia ahora — dijo el hombre apuntándoles con sus armas largas— ¡El señor Carvajal no se encuentra aquí, ¿no te parece que eso es demasiado obvio? si él estuviera en la casa no habríamos hecho está fiesta, entiendo que los matones no tienen que ser muy inteligentes pero tampoco te pases ¡eh! — Nathalia, se le ponía brava al jefe de los encapuchados— ¿Me es
Voy a mandarlo al infierno
El padre sabía que algún día su hija tenía que crecer, pero le costaba por qué Nathalia era su tesoro, su princesa consentida desde que nació, Vanessa le había ganado casi todo con ella, tenía sus bellos ojos azules, su piel de nieve, y su figura perfecta, aquel que se le acercaba con malas intenciones era hombre muertoPadre e hija disfrutaron de una amburguesa en el lugar, atraían las mirada pero solo volteaban una sola vez, quizas pensaban que el Boss era el lugar dady de esa joven belleza, terminaron y se fueron directo a casa, apenas entraron a la mansión Nathalia preguntó:— Papá, ¿vas a castigarme por lo que pasó hoy? a mí favor está que yo no tengo la culpa que atacaran la mansión, yo solo salí a divertirme un rato con mis amigas, si no hubiese sido por los malditos rusos, nada de esto hubiera pasado — Por supuesto que te voy a castigar, es mejor que mantengas un bajo perfil, tenemos muchos enemigos y no quiero que te pase nada malo— ¿Pero por qué? no hice nada malo, ¿qué ti
La mujer equivocada
Los infiltrados que el Boss tenía en Rusia y en los estados unidos le hicieron llegar información importante del hijo de Antuan Rossi, él se había infiltrado en su territorio eso solo significaba que venía por venganza— ¿Me da curiosidad por saber cómo lo mataste papá? a pesar de que siempre te he conocido como un mafioso, no te he visto asesinar a nadie últimamente — Nathan preguntó— Fue una pelea cuerpo cuerpo, ese desgraciado me las debía, lo único que llevábamos encima era unos afilados cuchillos, nos medimos a golpes y aunque quedé muy herido y su madre casi me abandona, le corté el cuello hasta que se desangró el infeliz — No entiendo, ¿dices que salvaste a mamá del mafioso ruso y a uno de nosotros, entonces por qué mamá quería abandonarte? Nathaniel preguntó curioso— Por qué yo decidí quedarme a darle muerte con mis propias manos al ruso y a ella la envié a los Estados Unidos, no me perdonaba el que no me regresará con ella y con el gemelo, terminé muy herido y baleado en R
Último capítulo