— Ese maldito CEO tiene razón, él es por el momento el único que puede ayudarme a recuperar a mi hermanito de las garras de mi padre y de Marina, no quiero ni pensar en como pueden estarlo tratando en estos momentos, está tan enfermo y vulnerable, tengo que recuperarlo aunque eso signifique hablar de nuevo con el causante de mi tristezaVanessa, abrió la puerta muy en contra de su voluntad, se hizo fuerte aunque le costaba ver a Nathanael, después de lo de hoy— ¿Por fin lo entendiste? buena chica— Ya abrí la puerta, adelante pasa, puedes tomar asiento si gustas solo se breve en lo que quieras decirme, estoy muy cansada y quiero ir a dormir — la joven enfermera se portó fría y distante— Lo de Selene... ella es una... trabaja localizando personas o información, es muy buena en eso y así fue que encontró mi penthouse— Es tu amante, ¿qué tiene de extraño que te busque? ¿más bien por qué tu tienes más mujeres si ya la tienes a ella? eso me parece muy desleal de un hombre, Selene es muy
Vanessa, después de comprobar que las palabras del abogado eran ciertas y que no tenía otra opción que casarse, se dejó caer en una de las sillas del juzgado por unos minutos, tenía que asimilar que tendría que elegir a un hombre para casarse y recuperar a Adrián, pero.... ¿quién?Michael, antes de que la engañara con la contadora hiciese sido su mejor opción, llevaban algún tiempo de novios, sentía quererlo, deseo formar una familia con él, pero la había decepcionado tanto que su cariño por él ya no existíaPor otro lado estaba el misterioso CEO Nathanael, el hombre que reclaman sus amantes pero que tiene el poder de enfrentar a los Di Monti y ayudarla a recuperar a su hermano— ¡Aaashh... carajo, estoy jodida! esta vez me tienes en tus manos hombre mujeriego — a la joven enfermera no le quedó más remedio que doblar las manos ante el gran CEO, entró a la compañía por laguna razón extraña nadie la detuvo en su camino, tomó el elevador y llegó hasta el piso donde se encontraba el empres
La tarde paso entre trabajo y mal humor para el CEO Castrioli, no era un hombre que estuviera acostumbrado al rechazo, era alguien que lo que quería lo obtenía, y lo que quería era a Vanessa Di Angelo, como si esposa y su reina.La noche había llegado, todos en la compañía se habían marchado, solamente quedaban el mano derecha Jael Luna y Nathanael, quién se disponía a marcharse.— ¿Irás a verla? a Vanessa Di Angelo.— No lo sé, me está desafiando y tú más que nadie sabe que cuando me desafían nada termina bien, está vez a cruzado los límites de mi paciencia — dicho esto el empresario salió de la oficina, subió a su auto y salió sin rumbo a recorrer la ciudad, no era tan tarde así que las personas iban y venían, algunos de apresuraban para regresar a casa des pues del trabajo, otro simplemente paseaban. por ahí.Los pasos del CEO lo llevaron a un exclusivo club donde pidió una mesa apartada, pidió una botella del mejor whisky de la casa y comenzó a beber, estaba tan cabreado que el lí
A Nathanael, le parecían eternos los minutos que pasaba en el tráfico sin poder llegar al ayuntamiento, el que debería estar ahí con Vanessa era él, pero se había puesto en su pedestal y dejó que su orgullo lo dominará en lugar de haberla atrapado como fuera para después no dejarla ir, no paraba de maldecir a cada momento su oscura suerte, si ella se casaba él... no, te iba que llegar a tiempo para impedir esa estúpida y absurda boda.Al llegar al lugar ni siquiera estacionó el auto donde debía, el tránsito de la ciudad se lo llevaría tal vez pero eso poco le importaba, lo que quería era llegar hasta donde ella se encontraba, en el camino había hecho una llamada a jael, solo para que le cuidara las espaldas, era un hombre muy importante, con muchos enemigos siempre debía estar muy bien cuidado.El empresario subió las escaleras que llevaban al gran edificio, hasta el solo hecho de poder llegar a la entrada le parecía eterno, la hermosa fachada del lugar fue completamente ignorada por
Vanessa, permaneció los minutos que tardó la ambulancia en llegar prácticamente abrazada al CEO, ella repetía y repetía, no mueras, no mueras , ya vienen por tiPronto los paramédicos de hicieron presentes, lo primero que hicieron fue tomarle el pulso al hombre ya que si había muerto no había trabajo que hacer para ellos, pero por fortuna ese viejo zorro todavía respirabaApartaron a Vanesa para de inmediato hacerle lo que marcaba el protocolo en estos casos, lo pusieron en una camilla movible para llevarlo dentro del amplio vehículo, las manos del equipo no dejaban de moverse le colocaron una intravenosa y en ella una pequeña bolsa de sangre que traían para este caso en particular ya que se les había avisado que el herido había sido impactado por una arma de fuegoAunque Vanessa mantuvo su distancia, a la hora de que se lo llevaban ella subió con el empresario a la ambulancia, poco le había importado dejar al prometido a punto de firmar, su corazón le pedía estar al lado del hombre qu
NathanaelFLASH BACK — Quiero que esté todo listo para el casamiento mío con Vanessa, Jael, no le agradó mi propuesta por qué piensa que voy a seguir viendo a mis amantes, el que Selene le haya llenado la cabeza con sus cosas hizo que mi mujer se volviera desconfiada hacía mí, ahora piensa que la voy a lastimar y que si se casa conmigo no voy a respetar nuestro matrimonio, estoy jodido y todo por culpa de la obsesiva espía esa — Debes tener cuidado, ya deberías de saber que Selene es de armas tomar, yo sinceramente creo que no se va a quedar cruzada de brazos, ella está enamorada de ti desde hace años, dudo que se resigne tan fácilmente a perderte — Jael, advertía a su jefe— Peor para ella, por qué si se empeña seguir dándome problemas la voy a mandar a quitar de mi camino, no hay nada más importante para mí que Vanessa— Es una de tus empleadas más leales y más eficientes, ¿de verdad lo harías? — Por Vanessa lo haría todo, no dudes nunca de eso, le estoy dando tiempo para que refl
— ¡Sueltenme! !¿cómo se atreven a ponerme las manos encima?! ¿acaso no saben quién soy yo? ¡voy a matarlos apenas tenga oportunidad, y a ti, maldita mosca muerta, a ti voy a torturarte primero, te haré gritar de dolor y sabrás que con una mujer como yo nadie se mete y vive para contarlo!La espía gritaba y amenazaba a todos, pero sobre todo se la había jurado a Vanessa, era ella el blanco personal de su despecho y de su rabia de mujer dolida— Llevénsela, ya saben a donde, manténgala bajo estricta vigilancia mientras que el Boss se recupera y decide que hacer con ella, está vez no se saldrá con la suya ¿se encuentra bien señora Castrioli? — el mano derecha le estaba dando desde ya el lugar que le correspondía a Vanessa — Yo... estoy... bien, ¿pero qué... qué fue eso? esa mujer, la amante del CEO Castrioli, ella iba a matarme, si no fuera por usted habría logrado si objetivo — Vanessa estaba asustada, Selene por poco entierra su afilada navaja en ella— Por favor llámeme Jael, yo soy
Les recomiendo que vayan a sus casas a tomar un baño y comer algo, el paciente está en estos momento en la sala de cuidados intensivos, lo dejaremos algunas horas ahí en observación, él salió de la cirugía, pero todavía tenemos que ver cómo va a reaccionar su cuerpo, o si quedará alguna secuela— Está bien doctor, dejaré mi número en la recepción por si despierta o hay alguna noticia, no vamos a demorarnos mucho de todas formas— Jael aceptó la recomendación del médico más que nada por Vanessa, ella necesitaba descansar y comer algo, debía cuidar de ella mientras fuera el propio Nathanael quién tomara su lugar como si esposo— Jale, no quiero ir a casa, estoy bien así, no necesito comer, ni dormir, quiero quedarme, pueden salir a llamar y no estaremos — la enfermera se rehusaba a irse del hospital— Escuche señora Castrioli, es mi deber cuidar de usted, la llevaré a casa a qué se duche y coma algo, después de eso nos podemos regresar al hospital — como segundo al mando, Jael también te