Nathanael, Nathaniel, Jael y Jhonathan, dejaron lo que estaban haciendo para ir adentro de la mansión, habían escuchado el disparo y estaban seguros que no había sido hecho por uno de sus hombres ya que el Boss les había ordenado no atacar

— ¡Vamos, Nathan está dentro, apresurense! — el Boss estaba preocupado por su gemelo

— Si esos hijos de puta le hicieron algo a mi hermano, juro que de aquí no van a salir vivos — Nathaniel juraba muerte a quién se atreviera a tocar a su hermano

Cuando llegaron a la sala de estar se quedaron

frios al ver la escena, era tan bizarra que sus bocas se abrieron

Nathan estaba en el piso herido y ensangrentado, su rostro estaba de lado esperando el impacto del disparo de su muerte, la sangre se les heló, pero lo más impresionante fue ver cómo la hermosa agente había desenfundado su arma y había disparado a su compañero, le hirió la mano tumbándole así el arma con el que mataría al gemelo mafioso

— ¡Eleanor! ¿entonces es cierto? ¿te convertiste en la per