mientras seguían en la sala de espera, una mujer que estaba a punto de dar s Liz llegó acompañada de su esposo, ella estaba en plena labor de parto y los dolores eran insoportables— ¡Ahhh! ¡me duele mucho Lucien, me voy a morir dando a Liz al bebé, no aguanto más!— No digas eso mi amor, todo va a estar bien, pronto tendremos a nuestro bebé en brazos y esto del dolor solo será un mal recuerdo, aguanta un poco más— ¡No puedo, me duele! — Angélica seguía gritando, Eleanor la escuchó y curiosa dirigió sus pasos a dónde provenían los gritos, la mujer parecía que estaba siendo torturada, cada que gritaba la agente cerraba los ojos sintiendo escalofríosAngélica se encontraba recargada en Lucien tercero, si bebé estaba por nacer, el camillero pronto trajo una silla de ruedas para llevarla al área de maternidad, Lucien tenía que permanecer afuera mientras le daban noticiasEleanor se impresionó de ver cómo esa mujer embarazada parecía no soportar más tiempo con esos fuertes dolores, la jov
La noche pasó lenta, la familia no se movía de la sala de espera, a Nathan lo tenían en terapia intensiva conectado a aparatos, nadie quería irse a casa— Querida tienes que ir a descansar un poco, al bebé no le hará bien que te trasnoches, es nuestro deber cuidarte, se lo prometimos a Nathan— Estoy bien señora Castrioli— Llámame Vanessa, ahora somos familia— Gracias.... estoy bien Vanessa, debo ir al trabajo, presentaré mi renuncia, quiero hacer bien las cosas y salir con la frente en alto, iré allá, tomaré una ducha y volveré— Nathaniel, acompaña a Eleanor, no podemos confiarnos de esa gente— Tí, si Nathaniel va se verá aún más sospechoso, déjame ir yo, yo acompañaré a Eleanor, así estaremos a más bajo perfil, la presencia de un Castrioli siempre levanta especulaciones, un Luna puede ser más discretoNathanael lo pensó un poco, Jhonatan tenía razón— Te confiaré a mi nuera entonces, no pierdas de vista ningún detalle, y cuídate Jhonatan— Lo haré, vamos Eleanor, Jhonatan le dió
Lombardo, no descansaba en su búsqueda con estella, lo que ellos habían vivido no se podía quedar así sin que le diera una explicación, él la amaba, ella lo amaba a él, ¿por qué demonios iba a casarse con el imbécil de Nathaniel Castrioli El CEO por fin dió con la dirección del lugar donde se encontraba su mujer, él estacionó su coche esperando con paciencia, sabía que la vería en algún momento y así fue, un auto llegó con ella, pronto se puso frente al vehículo— ¡Bájate, tenemos que hablar! — la órden del joven CEO fue concisa, Estella se puso pálida, no esperaba verlo ahí, ese hombre le iba a poner las cosas difíciles, la chica bajó y lo siguió a su auto— Lo sé todo, sé que vas a casarte con el mafioso Castrioli, ¿me gustaría saber qué carajos hacías conmigo si al final te ibas a quedar con él? — Lombardo, yo....— Habla, ¿dime por qué jugaste así conmigo? te dinlo mejor de mí, Estella, te amé, te hice mi mujer y ahora resulta que vas a casarte con otro a escondidas mías, ¿qué p
Nathan seguía en coma en aquella cama de hospital, sus padres Nathanael y Vanessa, estaban siempre pendientes de él y de sus pequeños avances, no había regresado aún pero todavía tenían muchas esperanzasA Eleanor le había crecido la barriga, la ex agente visitaba todos los días al mafioso, ella le hablaba de su bebé, de cómo se sentía tenerlo en su barriga, de los muchos antojos que le provocaba y que Nathaniel, se encargaba de cumplir— Nathan, hay veces que verte aquí sin moverte, sin hablarme, sin que me beses, me sobrepasa, a veces he llegado a perder la esperanza por unos momentos pero viene Nathaniel, me abraza y me da los ánimos que necesito, te confieso que muchas de esas veces cierro los ojos y me imagino que eres tú el que me abraza — la bella agente cerró sus azules ojos ya dejó caer que sus lagrimas rodaran por sus mejillasMientras tanto, en la oficina de Alexander Black, Angela había estado ayudando a su hermano en el negocio, ella necesitaba ocuparse en algo para dejar
El mafioso estaba ahí de pie observando a la mujer que amaba y el bebé que llevaba en la barriga, tenía que ser mentira que ese bebé era de era de Lombardo, porque de ser así lo iba a matarAngela trataba de esquivar su mirada gris penetrante, sentía que le quería leer el alma, ver en su interior, ella trataba de ocultar todo lo que sentía por él, en realidad se la estaba poniendo difícil— ¿Entonces esa es tu última respuesta? ¿seguirás afirmando que el bebé es de Lombardo Maldonado? piensa bien lo que vas a decir — el hombre espero la respuesta — ¿Por qué te importa tanto? vas a casarte, ten tus propios hijos, se feliz con esa chica a la que le pusiste el anillo en el restaurante— ¿Cómo sabes que le puse el anillo de compromiso en el restaurante?— Por que yo estaba ahí, fuí yo quien te citó en ese restaurante, solo que le pedí a Alexander que lo hiciera por mí, pero fue un error que ya pasó, no te interrumpí entonces, tampoco te interrumpiré hoy, veré y que seas feliz en tu próxi
— ¡Eres un imbécil, Nathaniel! ¿cómo se te ocurre asustar así a una mujer embarazada? ¡eres una bestia! dame a Angela para llevarla al hospital, espero que el bebé esté bien, no creo que ella pudiera soportar otra pérdida— No se te ocurra querer quitarmela, yo la llevaré a la clínica, Angy, perdóname, no pensé bien las cosas, los celos me cegaron, solo podía pensar en matar a Lombardo por haberte embarazo, no podía haberme quitado lo que yo más deseo en este mundo, a ti y aún hijo nuestro... Maldonado, ¡¿por qué no me dijiste que el hijo de Angela no era tuyo?! — Por que quería verte sufrir, eso es obvio, tú me quitas a la mujer que amo, pues yo te quito a tu bebé, así estamos más parejos, ¿no lo creés? ¿por que sólamente el miserable voy a ser yo? si aquí no es feliz uno que no lo sea nadie— ¡Idiota!! no te doy más por qué me tengo ir con Angela, pero esperate a qué te vuelva a encontrar— Ya sabes cuando quieras, seguiré en el mismo lugar de siempre, romperte la cara definitivame
Nathaniel tenía una sonrisa amplia en el atractivo rostro, un varoncito, uno de sus más grandes deseos se estaba haciendo realidadAngela lloraba emocionada, deseaba a su bebé con todas las fuerzas de su corazón, lo amaba, el ver a Nathaniel tan contento con la noticia la ponía dichosa, aunque no podía olvidar que él estaba ahora comprometido y que pronto se casaría con la chica del restaurante— ¡Es un boy, Angela, un varoncito, más de cuatro meses y nos me habías dicho de su existencia, ¿cómo te justificas por eso? soy su padre, tenía derecho de saber!— Quise decirte, pero estabas ocupado comprometiéndote con una bella chica, monte quise interrumpir, ahora nuestras vidas tomaron caminos diferentes, tu vas a casarte y yo... yo seguiré mi camino — Angela se puso de pie, ella ya quería irse para regresar a la oficina— ¿Qué quieres decir? ¿cuál camino? ¿vas a insistir en casarte con Lombardo Maldonado? ¡responde! — Nathaniel, no hagas las cosas más difíciles, ¿qué pretendes? ¿qué sea
Nathaniel se encontraba frente al imponente CEO Lucien Black, él lo miraba fijamente mientras lo escuchaba— CEO Black, entre Angela y yo ha habido muchos malos entendidos, ella se fue pensando que no podría tener hijos, no quería atarme a una relación donde no pudiera darme herederos, cosa que me enfureció, yo la amo y eso no me habría importado, hubiese seguido a su lado hasta el final de mis días, amándola de la misma forma en la que lo hago ahora— Entiéndeme, no podía atarte a mí, a una vida donde siempre estarías deseando conocer tu sangre, fue por eso que me fuí, pero al poco tiempo descubrí que había quedado embarazada justo cuando iba a comenzar a hacerme estudios de fertilidad, deseaba poder encontrar una posibilidad de poder darte un hijo, mientras no iba a volver— Mujercita tonta, no me habría importado no tener hijos si tu estabas a mi lado, cuando te fuiste... quedé devastado, casi muerto por tu culpa, ¿quisiera saber cómo me vas a compensar ese mal momento?— ¡Yo... le