A la mañana siguiente, Vanessa se levantó temprano, se ducho, se vistió lindo y bajó a la cocina, preguntó a las cocineras que ya se encontraban laborando, que era lo que generalmente llevaba de lonche el pequeño Ethan, quería prepararse lo ella misma

— Señora, el niño por lo general lleva un juguito, también alguna fruta, ya sea uvas, plátano, manzana o pera, galletas y dinero para comprar allá lo que se le antoje

— Vaya, es más sencillo de lo que pensé, desde hoy seré yo quién le prepare su lonchera diariamente — estaba Vanessa justo diciéndoles eso, cuando la niñera de Ethan, entró también a la cocina, había escuchado lo que la recién llegada había dicho y no estaba de acuerdo

— Escuché que quiere preparar la lonchera del niño Ethan, pero le informo que ese es mi trabajo, yo soy la que está encargada de todo lo que se refiere al hijo mayor del señor Castrioli, me parece que usted no debería meterse en nuestras rutinas

La pasada niñera le hablo de esa manera a Vanessa delante de las