Dos días después.

Empezó la cuenta regresiva.

Mikhail.

Estaba seguro de lo que estaba, pero no tenía idea de que tanto podía afrontar. Después de la visita de Noah, estuve pensando muchas cosas y una de ellas fue, matar la culebra por la cabeza. Sé que no debía hacerlo porque necesitaba la autorización de Gianna, pero por ley soy su padre...

Tomé un mechón de cabello de Alek y pedí una prueba de ADN. Hoy me la entregarían y con ella, también mi prueba de fertilidad. Nunca pensé a llegar a esto. ¿Soy o no estéril? La prueba con Alek, era más que todo por reafirmar una verdad y enfrentar a la que un día fue mi amiga.

Natasha... la mujer que, sin darme cuenta, se convirtió en peligrosa.

—¿Estás seguro de esto, cariño? —me preguntaba mi abuela.

—¿Qué más podemos hacer para recuperar la empresa que llevé a la ruina, Nina? —la miro con sinceridad—. No tengo más opciones que convertirme en un mentiroso y confiar en el proceso.

—¿Noah estuvo de acuerdo? —asiento ante su pregunta—. Bueno, ento