Capítulo veinticinco
Aprieto la mandíbula y agarro fuerte la cuchara en mi mano—realmente no quiero hablar de eso, ya te lo he dicho.
—Es realmente importante que te cases con ella, no puedes tener amoríos imposibles ni mucho menos estar arriesgando a la manada—dejo la cuchara en el plato y lo observo directamente.
—Dije que no quería hablar de eso.
—¿Entonces cuando hablarás de eso, cuándo te la folles y luego la dejes por ahí tirada? Porque si es asi la casa es toda tuya por hoy—por mi columna pasa una ráfaga de calor y aprieto mi mandíbula.
Tranquilo, Amir, tranquilo.
No le contesto y me dedico a mirar a la dueña de mi vida a mi lado que juega con lo que tiene en su plato—Amir Dhall, no te lo vuelvo a re...
—¡YA BASTA!—mi madre se levanta y g
Capítulo veintiséisPov IrinaCada beso lo recuerdo en mi mente como si fuera la mejor experiencia de mi vida y es que no me ha dado un beso cualquiera persona, no, me los ha dado Amir Dhall.El chico que cientos de chicas quieren.—¿Por que estás tan feliz mija? —sirvo mi plato de cornflake con efusividad —Y mira que tu solita te levantaste temprano, te bañaste y bajaste a tiempo, ¿te sientes bien? —asiento y busco la cuchara para mi plato.Como no me voy a sentir bien cuando dormí toda la noche pegada a un six pack y unos brazos relamente acogedores. Suspiro y llevo la primera cucharada de cereal a mi boca, debo comer rápido porque él pasará por mí en diez minutos.—Buenos días familia—dice mi papá al entrar por la puerta de la cocin
Capítulo veintisieteAaEl profesor hace una seña y sigue explicando su clase—Bien, decía que...Y así se pasa todo el día, la gente me mira de arriba a abajo a donde quiera que vaya, con Omar o sin Omar y estoy empezando a creer que casi todos son hombres-lobo por la forma en que me ven.Como si supieran lo mío con ojos azules.—¡Oye tú! —eso no es conmigo, Irina sigue—Tú—suspiro y me volteo.La hermana del mastodonte corre hacia mí—¿Si?—se detiene en frente mío —¿En qué puedo ayudarte? —ella me agarra de los hombros y me mete a uno de los salones vacíos del lugar—¿Eh, qué?—Necesito tu ayuda—junto mis cejas—Sí, la tuya—me suelta y da dos pasos hacia atrás.—Eh—miro h
Capítulo veintiocho(si quieres acción vete al capítulo 30 y luego regresa al 28)Pov Sra. SaraEstoy super enojada y no enojada con Wade.De igual forma, ¿qué mierda le pasa?Llevo casi dos días enteros de no hablarle desde que nos peleamos y en la casa ya todo el mundo lo sabe, hasta nana me ha preguntado por qué una pareja tan unida ahora está que ni siquiera se saludan el uno al otro.Pues la respuesta es fácil.Amir.A pesar de todo no entiendo por qué desea seguir casandolo con alguien que él no ama, se que es mi hijo y podría ponernos en riesgo con lo que él me dijo, pero es su vida, no la nuestra.Y aunque creo que me dijo la verdad, también sé que él me oculta algo, ese d&iacu
Capítulo veintinueve—Tienes que comer —asiente, me toma por los hombros y las piernas.—¿Te duele? —niego—Te llevaré a la cama asique debes ser fuerte ahora que te levantaré por si te duele algo— me alza haciendo tronar mis huesos y reprimo un grito de dolor, él aprieta el botón de ascensor y acerca su cara a la mía.Subo mi cabeza y él entiende el mensaje cuando pega sus labios con los míos haciendo una explocion de sabores en mi boca. Se despega de mí para entrar en el elevador y precionar el botón del tercer piso.Su perfil serio y preocupado es imponente y relamente tentador—¿Cómo le haces para verte tan sexy aún cuando apestas a alcohol? —me escanea y sale del ascensor, sonríe y camina hacia nuestro cuarto.—No lo sé, es un misterio, o
Capítulo treintaPov Irina**********************************Cada roce de su piel con mi piel arde y quema, una de mis manos exploran su ancha espalda mientras que la otra sube por su perfecto abdomen esculpido.—No hagas eso si no sabes lo que puedes provocar —Amir se separa un poco de mí y vuelve a su trabajo.Estimularme y besar mi cuello.De mis labios salen pequeños suspiros y cierro mis ojos.No puedo creer que alguien como él sea mi novio y mucho menos que me tome como suya.Por mi cuerpo empieza a pasar una electricidad hasta mi intimidad y cierro las piernas de golpe—¡Oh Dios! —él sigue con su trabajo y doy un fuerte jadeo.No puedo más.—Amir— gimo y tapa mi boca con una de sus manos, siento como sus
Capítulo treinta y unoCaigo rendida sobre él y mi respiración se vuelve anormal, inmediatamente todo a mi al rededor comienza a dar vueltas y entre cierro mis ojos.—¿Irina?—veo a Amir jalarme de un lado a otro—¿bebé? —me suelta sobre la cama y examina mi cuerpo.Todo empieza a tener puntitos y puedo ver como mi mundo comienza a ponerse negro. Cierro los ojos y me entra un dolor de cabeza inmenso, mi cuerpo tan caliente ahora se está volviendo frío y mis manos se tuercen. Mi vida comienza a pasar frente a mis ojos, todos y cada uno de los malos momentos junto con esas personas, mis buenos momentos de gloria y en cuanto mis padres me apoyan en lo que sea.Por mis venas corre un líquido caliente, pasando de mi cuello hasta mis brazos. Mi corazón empieza a acelerarse y trato de concentrarme en lo que pasa a mi alrededor, pero e
Capítulo treinta y dosMi mente aún esta en shock.Lo observo fijamente y recuerdo claramente el lobo que vi frente a mi cuando ellos ni siquiera me veían.Esto no puede estar pasando.Esto no es real.Si me pellizco puede que vuelva a despertar en mi camita toda sudada por tal pésima pesadilla, veo mi piel y sin dudarlo dos veces me muerdo y pego el grito al cielo.Duele, duele.Esto es verdad.Mi corazón repiquetea rápidamente y entro en un colapso de ansiedad.Quiero comer, quiero comer, quiero comer.Quito la sábana de mi cuerpo y me deslizo hacia el borde de la cama, la camisa larga que tengo se alza y deja a la vista toda mi femineidad, levanto la mirada hacia ojos azules y veo que no despega su mirada de mí, a mi cara sube todo mi color rojo y giro
Capítulo treinta y tres¿Estaré aquí para siempre?Sacudo mi cabeza y termino de bajar, mi estómago gruñe y sigo ahora a ojos azules quien abre las gigantescas puertas y sale hacia el exterior donde un cielo totalmente lleno de nubes amarillentas y anaranjadas nos reciben.Respiro profundo cuando siento la brisa pegar con mi cuerpo y cierro los ojos—Todo el tiempo me he perdido de esta sensación tan refrescante, ¿esto es lo que se siente ser diferente?—doy una vuelta de trecientos sesenta grados y abro los ojos.—Tal vez—Amir me tiende su mano. Coloco un mechón de cabello detrás de mi oreja y tomo su mano, un cosquilleo recorre mi espalda y subo la mirada para ver esos ojos que tanto me gustan.Tan arrogantes y prepotentes, lindos y seductores, tantas cosas que me hace ver con solo mirar a sus ojos, m