Sabella iba con su pequeño rumbo a casa de Mateo y todo el camino, ella no pudo evitar sentirse nerviosa, pues tenía demasiado temor a que no salieran bien las cosas o a que Mateo fuera a tomar su visita como una invitación a que se diera algo más entre ellos lo que para nada iba a ser así. Heber los estaba llevando para allá, pues él también quería saludar al señor Mateo.–Mamita bella, estoy feliz que seas tú quién me traiga a ver a mi papito – Dijo el pequeño Matías – Quiero que lo saludes y lo animes. Se ve que está muy triste.Matías, ya había empezado a pensar en su mente prodigiosa, la manera de que sus dos papitos, ya se pudieran contentar, de que mamita bella, le diera a su papito muchos besos y se volvieran a querer, eso era lo que pedía el pequeño, una familia unida, donde se quisieran los tres.–Sí, mi amor, te prometo que le voy a dar muchos ánimos a tu papito – Respondió Sabella – Hasta Heber, viene a darle ánimos.Ella pensaba qué bueno que le había hecho caso a Evan, a
Los días habían pasado con una lentitud para él, como si estuviera viviendo en una burbuja de donde no había podido salir y era cierto, el encierro le venía muy mal a muchas personas y todavía hubiera sido peor si lo hubieran llevado a la cárcel.–Tomen asiento, por favor – Dijo Mateo – ¿Les ofrezco algo de tomar?Como buen anfitrión que era, los atendía desde que habían pasado al interior de su casa, no había perdido los modales de cómo atender a unos invitados, los cuales siempre iban a ser bienvenidos a su hogar, rezaba para que no dejaran de venir a verlo, siempre eran muy bien recibidas unas caras conocidas y más le ayudaban a pasar un trago amargo.–Yo quiero helado, papito – Dijo Matías – A mi mamá y a Heber, les puedes servir un jugo, siempre toman en la casa.Mateo, estaba orgulloso de su pequeño, era demasiado detallista, pues era muy conveniente que se fuera fijando en todo eso, pesto que le iba a servir en el futuro, para que lo pudiera emplear en todos los aspectos cotidi
Mateo se sentía tan vulnerable en ese momento que se atrevió a aproximarse a Sabella buscando darle un beso, pero ella no lo permitió y sutilmente lo apartó. Eso le dio a Mateo un intenso dolor de estómago, pues pensó que ella, a la mejor, ya había conocido o estaba interesado en otra persona y si eso fuera así, él se iba a morir por completo, pues ahora que por fin era libre de la miserable de Leia Makris y que quería recuperar a Sabella, no quería que esa oportunidad se perdiera.Ella por su parte no permitió que ese beso se diera y no porque no quisiera, sino porque no era tiempo para ambos, para esas demostraciones de afecto, tenían que buscar una solución a lo que estaban sintiendo los dos, pero enfilado a algo sano, a no tener ningún resentimiento, a estar convencidos los dos de que esto iba a ser para siempre.–Lo siento Mateo – Se disculpó Sabella – No puedo hacerlo, al menos no por ahora y espero que me entiendas. Hemos pasado por muchas cosas y tengo mucho en mi mente, quier
–Ya que todos hemos resultado conocidos, yo los dejo para que compartan un rato. Estaré en el jardín.Alejandro, aunque no interfería en las visitas, solo cuando había sido presentado con el personal y con los otros dos amigos de Mateo, se daba cuenta de que este momento en familia debía ser íntimo, y no estar presente, por eso se iba a dirigir al jardín para poder hacer su reporte semanal, y todo apuntaba a que la evaluación final iba a ser impecable.–Gracias Alejandro – Dijo Mateo – Llévate un jugo, por favor.Le entregó uno de los jugos que había llevado, para todos los que estaban en la mesa, incluyendo al encargado, Mateo, era un muy buen anfitrión, no solamente en los eventos se tenía que comportar de esa manera, sino con todos los que entraban a su casa. Por eso había sido que Leia se aprovechaba de su bondad.–Muchas gracias.Mateo se sentía muy bien. No podía creer que hoy que vino Heber resultó ser amigo de Alejandro, el hombre que lo acompañaba cada vez que venía Matías y
Capítulo 215. Un día muy productivoLeia y Shane seguían inmersos en su idilio pasional del que nada ni nadie los iba a sacar. Ella estaba feliz, pues Shane era el hombre que la había amado desde hace mucho tiempo y aunque ella en su momento no valoró eso, ahora estaba viviendo con todos los lujos y las comodidades que representaba el estar con un hombre como él, no escatimaba en gastos, con todo lo que ella le pedía o que él le obsequiaba de forma voluntaria.No había lujo o capricho que Shane le negara a Leia y era por eso que ella se dejó al fin después de una vida de idas y venidas, amar por él. Leia amaba las compras y ese día ella y Shane anduvieron recorriendo las tiendas más exclusivas de Los Ángeles, pero no iban solos, los acompañaban Scarlett y Stacy, las hermanas de Shane, pues él quería integrar a sus hermanas con su amada Sarah, para que se fueran conociendo más.–Tus hermanas son tan encantadoras como lo eres tú, mi amor – Le dijo Leia a Shane – Ya me hacen sentir, muy
Capítulo 216. Deducción no tan erróneaMientras que Stacy y Scarlett disfrutaban de una rica hamburguesa con papas y refresco en la zona gastronómica. Stacy estaba muy pensativa y su hermana supo que algo le pasaba, pues tenía la sospecha de que se trataba de lo mismo que ella estaba pensando desde que había visto esa noticia.–Sé qué piensas lo mismo que yo, Stacy – Le dijo Scarlett – Que por más que vemos a Sarah, más se parece a esa mujer que está prófuga en Atenas, no se me ha salido de la cabeza.Las dos habían coincido en eso, ya que los cambios entre Leia y Sarah, no eran muy marcados, se podría decir que podían parecer la misma persona con unos años de diferencia y eso se lograba fácilmente con el maquillaje, que era precisamente lo que habían ideado tanto Shane, como Leia, aunque no fuera muy notorio por las personas que los rodeaban, solo las hermanas de Shane, se habían dado cuenta de eso.–Sí, está idéntica a esa mujer. Excepto porque esa mujer es de pelo negro, pero mira
Capítulo 217. Una nueva integranteLas visitas de Sabella a Mateo, se hicieron más frecuentes y todo eso la hacía pensar en muchas cosas, ella nunca había dudado de amar a Mateo con todas las fuerzas de sus sentimientos, pero lo que la detenía era que muy dentro de ella habitaban aún muchos resentimientos, por lo que decidió hacerle caso a Evan y ver a una psicóloga, más que nada por ella misma y para ya no sentirse mal, llevando tantos malos sentimientos dentro de ella. Tenía que sanar y que liberarse y así tal vez podría en un día no muy lejano tener de nuevo una relación con Mateo. –Mamita bella – Gritaba Matías muy contento – Ven, para que conozcas a alguien que trajo Evan.Matías, estaba muy emocionado con la sorpresa que se iban a llevar sus papitos, una nueva integrante estaba a punto de formar parte de la familia, e iba a encontrar un par de compañeritos de juego.–Vamos mi amor – Dijo Sabella tomando a su hermoso hijo de la mano.Sabella y Matías caminaron por el pasillo de
Capítulo 218. Muy buenas noticiasTeseo, se había presentado sin Atenea, lo cual podría deberse a la niña, tal vez estuviera en otras actividades, pues ella no se separaba tan fácilmente de su padre.–Con tu hijo, nos encontramos con Evan y tu hijo, Oriony y Heber en la veterinaria, estaban comprando accesorios para Princess y nosotros habíamos llevado a King a revisión y ya sabes, entre los dos me convencieron y la dejé ir con ellos y también se llevó a King.Por lo visto, Mateo, iba tener la casa llena, con las tres mascotas corriendo de aquí para allá, pues entre Matías y Atenea, siempre ideaban muchos juegos y ahora con una nueva integrante, estarían más llenos de energía, que de por sí era inagotable, ahora lo iba a ser mucho más.–Estos niños nuestros. Quisiera que estuviéramos de nuevo de su edad – Se confesó Sabella – Al verlos tan inocentes, tan felices y tan llenos de vida. No que nosotros, son problema tras problema.Pues a medida que se iba creciendo parecía que los proble