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Bajo el código: 2110259628684TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ©Todos, absolutamente todos conocieron en engaño que Sara le había hecho a Sira Zas. No sólo la transmisión la habían visto el millón de personas que ahora Sira tenía en su cuenta de Instagram, sino también Can Marín que justo en ese momento se encontraba llegando al hotel para poder descansar un poco después de una larga semana, cuando la notificación salió.
―¿Sira? ― se preguntó en voz alta al ver que era ella la que estaba a cuadro y no grabando. Después, al ver que se encontraba en el piso de Sara Alemán supo que algo pasaba y que debía ver el video hasta el final.
Así Can, como todos los demás seguidores y después el resto del mundo, se enteraron de la traición que Sara le había hecho
Registrada en SAFE CREATIVE Bajo el código: 2110259628684TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ©Can entró con Sira entre sus brazos y con el pie cerró la puerta para quedar solos en la habitación. Después la bajo con cuidado y ambos quedaron de pie frente a frente mientras sus labios seguían besándose. Él en un movimiento se quitó la playera descubriendo su torso y tomándola a ella por sorpresa.―¿Qué haces? ― preguntó ella agitada tratando de recobrar la respiración y pasar la sorpresa.Can no dijo nada, tomó el rostro de Sira y volvió a besarla comunicando sin palabras que este acto significaba, quería estar con ella, la deseaba, ella era la indicada para entregarse por completo y darle lo último que él consideraba preciado.―Soy tuyo Sira― murmuró al fin Can ― soy tuyo y de nadie m&aacut
Registrada en SAFE CREATIVE Bajo el código: 2110259628684TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ©Hicieron el amor hasta que se cansaron, hasta que los labios no pudieron besar mas y las fuerzas llegaron a su límite. Can y Sira se habían entregado sin restricciones e interrupciones, refugiados en aquella habitación donde nadie sabía qué sucedía, solamente ellos dos. Can había imaginado si primera vez cientos de veces pero, esto que había pasado con Sira, superaba todo absolutamente todo. Mientras dormía, aún Can podía sentir sus caricias, sus besos por toda su piel, esa respiración agitada en su oído, las palabras, las miradas, no había espacio de su cuerpo que no hubiese sido recorrido o besado por ella. Lo había tomado de la cabeza a los pies y él se sentía en las nubes.Así, cuando abrió los ojos a la ma&ntil
Registrada en SAFE CREATIVE Bajo el código: 2110259628684TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ©(5 años después)Can Marín abrió los ojos y lo primero que vio fue el cuerpo que estaba a su lado. Se llevó la mano hacia la tupida barba que se había dejado crecer para un papel hace un tiempo y que había conservado porque le gustó, le hacía ver más guapo, maduro y de acorde a su edad y estatus. Se levantó, se sentó sobre la cama y sin prestar atención caminó hacia el baño, completamente desnudo, y se metió inmediatamente a la ducha. Estaba a unos minutos de que Kika llegara y tocara insistentemente la puerta de la habitación y le apurara, hoy era un día importante, porque llevaría a su carrera a otro nivel.El actor había crecido enormemente en todos estos años. La película que hab&iacu
Registrada en SAFE CREATIVE Bajo el código: 2110259628684TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ©Sira Zas llegó a Madrid después de haber dejado a Can Marín. Sus padres, tenían un conocido en esa ciudad que le brindó a su hija las herramientas para poder vérselas en ese lugar, incluyendo un buen abogado que fue el responsable de dejar a Sara Alemán en la ruina, dándole a Sira más dinero del que podía imaginar en su vida. Después de un año en esa gran ciudad, Sira se fue a Cienfuegos, al pequeño pueblo que se encuentra al borde del bosque y donde sólo hay tres mil habitantes; ahí formó su refugio.Alejada de todo, incluso de todo tipo de redes sociales o medios de comunicación, Sira comenzó una nueva vida, reflexionando sobre lo que había sucedido, aceptando que su sueño estaba perdido y encontrando su pr
Registrada en SAFE CREATIVE Bajo el código: 2110259628684TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ©Era evidente que la aparición de Can Marín en la vida de Sira iba a mover sentimientos que ella pensó que, con el paso de los años, ya habían desparecido por completo; ella comprobó que no sería así. El coraje, la tristeza y el cariño que sentía por él, llegaron de golpe junto con la confusión, quitándole el sueño por completo. Por lo que a la mañana siguiente, Sira Zas, se despertó con un único objetivo, resolver todo este lío antes de que complicara la vida que con tanto trabajo había logrado reconstruir.―Te levantaste temprano― escuchó Sira la voz de Julio que yacía recostado sobre la cama. Ella iba saliendo del baño, con la toalla envuelta en el cuerpo y cepillando su cabello largo.
Registrada en SAFE CREATIVE Bajo el código: 2110259628684TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ©La presencia de Can Marín en la casa de Sira fue un gran acontecimiento porque, era evidente que él era el portador de un cambio grande en el ambiente familiar. Así, la pequeña Marina, esa mañana de sábado conoció a su papá sin ni siquiera saberlo y Can conoció a su hija consciente de que tenía el tiempo medido para poder lograr una conexión con ella y sobre todo, tratar de dejar su depresión al lado por ella.Después de saludar a la pequeña Can volteó a ver a Julio y se presentó ― soy Can Marín.Julio en ese momento quería contestarle “lo sé”, pero supo que no era el momento indicado. Así que estiró la mano y dijo con una sonrisa― Soy Julio Fernández, el prometido de Sira― pr
Registrada en SAFE CREATIVEBajo el código: 2110259628684TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ©La cena con Can Marín había sido todo un éxito. No sólo por la interacción que tuvo con la niña, si no por la armonía que había entre los dos. Siguiendo los consejos de Julio, Can llegó completamente renovado, con el cabello peinado en una pequeña coleta, la barba arreglada y con la ropa perfectamente combinada, como si su asistente se la hubiera escogido.Además, Can no sólo trajo el vino y el pan para la comida, sino también varios regalos que hicieron a Marina sonreír. Ella, en cambio, le mostró su habitación, su colección de lunas donde ahora podía agregar la que su padre le había regalado y las estrellas que yacían pegadas en el techo de la habitación. Can aprovechó para preguntarle so
Registrada en SAFE CREATIVEBajo el código: 2110259628684TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ©Sira no sabía si sentirse feliz por haber acertado lo que ella pensaba de Can Marín, o triste por haberlo hecho. Supo que así como ella, Can, había cambiado y que lo que habían vivido en el pasado ahí se había quedado, en el olvido, en la fotografía de un amor que pudo ser pero que no estaba destinado. El único engaño aquí había sido creer que existía algo que los unía a parte de una niña, que antes tenían un lazo, que esa conexión existía entre ellos. Así, Sira, no volvió a mencionar nada sobre el tema, ni quiso saber los motivos del porqué Can Marín se había ido, convenciendo a su prometido de que todo lo que ella le había dicho sobre él, era verdad.[…]<