Maxine estaba sumida en sus pensamientos mientras James cosía su ropa.

En medio de sus pensamientos, no se dio cuenta de que James se dio la vuelta.

James ya la había estado mirando por un tiempo antes de que ella recuperara sus sentidos.

Él tragó saliva antes de decir: “Terminé”.

Maxine inmediatamente tomó la ropa y se dio la vuelta rápidamente, exponiendo su suave espalda a James.

La vista de su trasero inmediatamente llamó la atención de James.

Era increíblemente voluminoso.

Él respiró hondo y reprimió a la fuerza sus deseos lujuriosos.

Maxine se vistió rápidamente.

Después de que James se calmó, recogió su ropa y la inspeccionó. Todavía se podía usar si la remendaba.

Entonces, comenzó a coserla.

En poco tiempo, James también estaba vestido.

Después de vestirse, los dos se sentaron alrededor de la fogata en silencio. Era un ambiente inusual porque ninguno de los dos dijo una palabra.

James asó la liebre que los soldados le habían dado antes.

De vez en cuando miraba de