Tiara finalmente recuperó la conciencia. Había sufrido inimaginables torturas. La azotaron y le quemaron la carne con un hierro de marcar ardiente. Ayer, el doctor la operó y atendió sus heridas. James, al entrar a la habitación, notó que ella miraba al techo con los ojos carentes de toda emoción. Al escuchar pasos, giró inmediatamente la cabeza. Al ver a James, no pudo evitar que las lágrimas corrieran por sus mejillas. James se acercó a ella y se sentó en una silla junto a la cama. Agarrándole la mano, la consoló: “Ya todo está bien”. “J-James, no le dije nada”, balbuceó ella. Se mantuvo firme porque tenía convicción. Nunca traicionaría a James, aunque le costara la vida. “Lo sé”. Al ver el estado en que se encontraba Tiara, James se sintió angustiado. Por sus heridas, James podía deducir que había sufrido una tortura inimaginable. Ni siquiera un guerrero preparado para la batalla podría soportar tal agonía, y mucho menos una frágil doncella. Sin embargo, el hecho
James asintió ligeramente con la cabeza. Pensaba lo mismo. Su conflicto con el Emperador no haría más que empeorar. Sería demasiado peligroso mantener a Tiara cerca. “N-No tengo miedo”. Al escuchar esto, Tiara entró en pánico. Se apresuró a decir: “Por favor, no me eches, James. No le tengo miedo al peligro. Por favor, déjame estar a tu lado. Estoy dispuesta a todo”. “Esto es por tu propio bien, Tiara”. Con una expresión hosca, Quincy la reprendió: “Perderás la vida si continúas a su lado”. Tiara agachó la cabeza y dijo en voz baja: “No tengo miedo”. “Olvídalo. No hablemos de esto por ahora”. James les hizo un gesto para que dejaran el tema. “Dejemos descansar a la paciente”. Quincy se sentó. Cruzando los brazos y las piernas, miró a James y le dijo: “Te apoyaré en todo lo que hagas. Sin embargo, no permitiré que Tiara permanezca a tu lado. Es demasiado peligroso. Ella tiene suerte de haber sobrevivido a esto. ¿Qué hay de la próxima vez? Tiara ha soportado tantas penu
Quincy todavía sentía algo por James. James era diferente a cualquier otro hombre. Era un hombre fiel que dedicaba su vida a la nación. Cualquier otro hombre habría engañado a Thea y Tiara si le hubieran dado la opción. Sin embargo, James era diferente. Solo elegiría a una chica para pasar toda la vida con ella. Por eso estaba en tal dilema. Quincy lo intentó. Sin embargo, James rechazó sus avances. Ya no se arrepentía de nada. “¿Qué pasa con el cuerpo de Thea? Ha pasado tanto tiempo. Sin embargo, ella parece estar completamente bien. ¿Realmente fue envenenada con veneno Gu?”, preguntó Quincy. James sacudió la cabeza. Él mismo no lo sabía, ya que no podía diagnosticar nada. Incluso si Thea estaba realmente envenenada con veneno Gu, solo podía esperar a que los efectos del veneno hicieran efecto. “No importa. Este es tu propio problema. No me voy a involucrar. No importa a quién elijas al final, siempre te apoyaré”, dijo Quincy en voz baja. Le estaba insinuando a Jam
James sonrió y dijo: “Para nada”. “¿Te llamó Thea? No volviste a casa anoche. Debe de estar muy preocupada. Deberías ir a verla”. “Tranquila”, la consoló James. “No pienses demasiado las cosas”. Tiara sabía que James había decidido quedarse con ella por sus heridas. Creía que James debía extrañar mucho a Thea. No quería ponerle las cosas difíciles. “James, escúchame…”, dijo Tiara en voz baja, “No hay necesidad de sentirse culpable. Estoy contenta mientras pueda permanecer a tu lado. Una vez que tu cuerpo mejore por completo y todo haya terminado, me iré por mi cuenta”. Al decir eso, esbozó una sonrisa. “En realidad, planeo estudiar en el extranjero”. Cuanto más decía Tiara, James se mostraba menos dispuesto a irse de su lado. “Todo está bien. Le explicaré las cosas a Thea. Además, ya estamos divorciados. Solo sigo con ella por el veneno Gu que tiene en el cuerpo. Cortaré todos los lazos con ella una vez que mi Energía Verdadera sea lo suficientemente poderosa como par
Aunque Tiniebla había estado en la Capital todo este tiempo, estaba al tanto de todo lo que ocurría en Cansington. Desde luego, se había enterado de los sucesos de ayer y estaba aquí para tener una discusión con James. “Fuiste demasiado imprudente”. El rostro de Tiniebla se ensombreció. “¿Eh?”. James lo miró. Tiniebla continuó: “Te enfrentaste al Emperador de frente. Aunque lo obligaste a volar todos sus laboratorios de investigación, todas las pruebas fueron destruidas en el proceso. Ahora, sería casi imposible encontrar trapos sucios sobre él. Es un hombre precavido que no repite los mismos errores. ¿Cómo se supone que vamos a destituirlo ahora?”. James dijo con frialdad: “¿Y qué si lo destituimos? Él no es el cerebro detrás de esto. Hay alguien más entre bastidores manipulándolo todo. Aunque lo destituyéramos, aparecería un nuevo enemigo para sustituirlo”. Tiniebla no pudo disimular su asombro. Nunca esperó que James supiera tanto en tan poco tiempo, por no hablar de q
James no quería simplemente actuar descuidadamente antes de tener todos los hechos frente a él. Tiniebla miró a James y preguntó: “¿Qué quieres saber?”. “Quiero saber más sobre el plan de hace un siglo y el incidente en el que el Rey eliminó a la Secta Gu. Quiero una explicación detallada de la dinámica de poder actual dentro de la Capital”. Tiniebla permaneció en silencio. Después de un rato, sacudió la cabeza. “Es demasiado complicado. Es demasiado difícil para mí explicarlo solo con palabras. Llegarás a comprender pronto”. James dijo: “Una última pregunta”. Tiniebla lo miró. “Adelante”. “¿Quién es el candidato preferido del actual Rey en la lucha por la sucesión? ¿Cuál es su posición sobre este asunto?”. Tiniebla dijo: “No sé a quién tiene en la mira en este momento. Sin embargo, puedo decir con certeza que el desarrollo de la nación está al frente de cada decisión que toma el Rey. Todo lo que él hace es por el bien de la gente, no para purgar a sus oponentes políticos
Si pudiera elegir, James habría elegido regresar a hace diez años antes de que la residencia Caden fuera arrasada. Su vida habría tomado un rumbo diferente. En esa línea de tiempo alternativa, lo más probable es que terminara con Quincy y pasara el resto de su vida con ella. Sin embargo, el tiempo y la marea no esperan a nadie. Dado que estas fueron las cartas que le repartieron, no le quedaba de otra que jugar el juego lo mejor que podía. “James, deberías regresar a las Llanuras del Sur. No te preocupes por mí. Tengo a las enfermeras del hospital para cuidarme”. Tiara sabía que James había sido reincorporado. Él ya no era el Dragón Negro, el comandante en jefe de las Llanuras del Sur. Ahora era el Rey Dragón. James asintió. Regresar a las Llanuras del Sur y retomar el control del Ejército del Dragón Negro era mucho más importante que sus sentimientos personales. “Llamaré a Quincy antes de irme”. James sacó su teléfono y marcó el número de Quincy. Quincy acababa d
Thea apretó los dientes con furia. Era como si se hubiera convertido en una persona completamente diferente en ese momento. “Simplemente no estamos destinados a estar juntos, Thea”. “Recuerda mis palabras”, los ojos de Thea ardían de odio mientras miraba a James. “Te arrepentirás de esto, James. ¡Lo prometo!”. Ella salió por la puerta, despreciada y molesta. La habitación volvió a sumirse en el silencio. Tiara no pronunció una sola palabra durante toda la discusión que sucedió frente a ella. Después de que Thea se fuera, instó a James a que la siguiera: “¿Qué estás haciendo, James? ¡Deberías ir tras ella!”. James se limitó a sacudir la cabeza. Él ya había dispuesto todo para Thea, no había necesidad de perseguirla ahora. Mientras Thea no sacudiera demasiado el barco, James estaba contento de dejar las cosas como estaban. “Descansa bien y mejórate pronto. Cuando regrese de las Llanuras del Sur, vendré a visitarte”. James finalmente había dejado la sala. Se dirigi