James sabía que Thea se enojaría.

“Cariño, déjame explicarte”.

“¿Qué más hay que explicar? ¿Por qué no compras una casa si tienes millones? ¿Quieres vivir con mis padres por el resto de tu vida? James, ¿qué más tengo que decir sobre ti?”.

“N-no gasté tanto. No escuches sus tonterías. La verdad es que busqué a un hacker y pirateé la aplicación Doctor para modificar los datos en secreto”.

“¿En serio sigues intentando mentirme? ¿Crees que soy tonta?”.

“Está bien, te diré la verdad. Gasté algo de dinero. Gasté unos pocos millones, pero ¿qué son unos pocos millones? Eres invaluable para mí. No importa cuánto gaste en ti, eso me hace feliz”.

“¿De dónde salió el dinero?”, preguntó Thea agresivamente.

“Es mío”, respondió James con una risa.

“Parar de reír. Ponte serio”.

James inmediatamente se quedó en silencio.

“Preguntaré una vez más. ¿De dónde salió el dinero? ¿Hiciste algo ilegal?”, preguntó Thea.

James estaba preocupado por su pregunta.

Su dinero realmente no provenía de los m