Parecía la calma antes de la tormenta.

James tenía la fuerte sensación de que Cansington entraría en caos en poco tiempo.

Todos los diferentes ejércitos, partidos políticos y fuerzas se reunirían allí.

“May”.

“¿Sí, James?”.

James tamborileó con los dedos sobre la mesa, sumido en sus pensamientos. “¿Es posible que te pongas en contacto con algún asesino del Castillo Oscuro?”.

May asintió. “Podría ponerme en contacto con algunos de ellos”.

James dijo: “Ponte en contacto con ellos ahora. Diles que tienes problemas en Cansington y que necesitas refuerzos”.

James tenía que reclutar a algunos expertos.

Los asesinos del Castillo Oscuro eran una buena opción.

“Entendido”.

May hizo lo que se le ordenó.

Ella escribió un mensaje corto en su teléfono.

“Serpiente Negra, fallé en mi misión y arruiné mi coartada. Asesiné al intermediario. Ahora me escondo en Cansington, pero estoy herida. Por favor, ayúdame a escapar”.

Después de redactar el mensaje, tecleó un número y lo envió.

James