James sacó la tarjeta de su habitación y abrió la puerta.

Encendió las luces.

El grupo entró.

James sentía que algo andaba mal en cuanto entraron. Había una pequeña caja dorada sobre la mesa. Cuando salió, esta caja definitivamente no estaba en la habitación.

“¡Alto! ¡No te muevas!”, gritó Quentin al entrar en la habitación.

James se quedó impotente a un lado.

Quentin y algunos otros registraron la habitación.

Registraron la habitación como si nada. Al final, abrieron la caja de oro que había sobre la mesa y de ella salió una pequeña víbora dorada.

“¡Ahh!”.

La mayoría de las chicas gritaron de espanto.

Quentin, en cambio, fue audaz. Agarró la víbora y la lanzó brutalmente contra una pared, la embistió y luego la pisoteó hasta matarla. Luego la recogió y se acercó a James, lanzándola hacia él.

“¿Qué es esto, mocoso?”.

Thea también miró a James. “¿Qué es eso?”.

Recordó que no había tal caja sobre la mesa cuando se fueron. ¿Por qué apareció cuando volvieron?

“Así que realmen